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Madre e Hija En el Omnibus

El ómnibus se mueve por la carretera a gran velocidad, hace muchas horas ya que estoy sentada en el mismo sitio y como dice 'ma', nuestros culos terminaran cuadrados como los asientos

Madre e hija en ómnibus

El ómnibus se mueve por la carretera a gran velocidad, hace muchas horas ya que estoy sentada en el mismo sitio y como dice ‘ma’, nuestros culos terminaran cuadrados como los asientos, el avión era la mejor opción, pero no estaba al alcance de nuestros bolsillos, bastante nos habíamos puesto la soga al cuello con las reservas de la estadía y todos los gastos que nos esperaban en una semana de vacaciones

El pequeño monitor al medio del pasillo proyecta una película vieja, descolorida, que ya vi cien veces y podría relatarla con los ojos cerrados, prefiero escuchar mi play list favorita por mis auriculares conectados al celular.
Miro por la ventana, el sol está cayendo lentamente y me entibia el rostro, el paisaje cambia poco a poco, atrás quedaron las verdes praderas de la llanura, ahora nos mecemos hacia arriba y hacia abajo en pequeñas colinas que pronto darán lugar a nevadas montañas
Me retuerzo en mi fastidio, apenas veinte abriles y ya desencantada del amor, cansada de tantas infidelidades del chico al que amaba y le había entregado todo, mi cuerpo, mi corazón, mi alma
Tanto sufrir en vano, tantas lágrimas derramadas por un bastardo que no valía la pena, y el viaje era la medicina a mis males, o eso intentaba ser, tratar de olvidar, tantas veces perdonar y volver a él solo para volver a ser cornuda

El ronquido de mi madre me llama la atención y me hace voltear la mirada a su lado, me da risa, desparramada en el asiento que da al pasillo, su rostro emana paz y al menos en sus sueños escapa a sus angustias.
Pero su situación es diferente a la mía, no se trata de engaños, para nada, pero ella se termina de separar del amor de su vida, sin odios, sin rencores, solo lo bueno de años se había esfumado, y de común acuerdo habían decidido empezar de nuevo, por separados.
A ma no la mueve el odio como a mí, su rostro es el de la angustia de ya no ser lo que era, de verse obligada a un nuevo comienzo
Mi pa por su lado seguiría su camino, junto a mi Tomás, medio hermano mayor producto de una relación anterior con su ex esposa

Siento dormirme un poco, mejor tratar de conciliar un poco el sueño, aun queda camino por recorrer
Ma me sacude ahora por el brazo, llegamos, y yo trato de levantarme, me saco los audífonos, miro por la ventana del y se ven las luces de la ciudad en medio de la espesa negrura de la noche.
Bajamos y a su turno nos dan las maletas, miro en derredor, siento el viento helado sobre mi rostro, pero la sensación es rara, a pesar de las bajas temperaturas, de la nieve, de ese viento que corre entre las montañas, no se siente tanto el frío como en mi acostumbrada ciudad
Nos metemos al hotel donde nos reciben con cordialidad y en unos minutos estamos en nuestro cuarto, es enorme! casi tan grande como nuestro apartamento y tenemos más de lo necesario para pasar una semana de ensueño.

Me tiro y salto sobre la cama, como una chiquilla y ma me reprende, es que ya estoy grandecita y ella necesita que le ayude a desempacar mis cosas.
Luego bajamos a cenar, tenemos hambre y lo hacemos sobre una mesa que da a los vidriados que nos dejan ver al exterior, conversamos, cosas de chicas, volvemos al cuarto, un baño y a dormir
Las camas son enormes, cómodas, ella toma la más cercana al ventanal, a mi toca la que está justo frente a la enorme tv que cuelga en la pared, aprovecho a ver alguna que otra pavada entes de dormir, entonces ma me dice

Carina, no tenés sueño? por qué no descansas? mañana tendremos un largo día por delante

Ella se da vuelta de lado y en la penumbra de la luz que proyecta la pantalla observo con disimulo su cuerpo semidesnudo, le tengo sana envidia, mamá es llamativamente bonita, ojalá pudiera tener esas curvas a su edad!

Llega la excursión del primer día, montañas, nieve, aerosillas, esquiar, por la mañana, por la tarde, y el bus interno nos traslada en medio de una fuerte ventisca y un incesante caer de nieve, charlo en el camino con Noelia, una chica de mi edad con quien hice amistad en el largo viaje del día anterior
Empiezan los problemas, por la tormenta de nieve se ha cerrado el ascenso al cerro, así que se improvisa una visita a la parte baja donde no hay riesgos, miro la aerosilla detenida, paralizada en el tiempo y mastico bronca, todo parece salir mal, estoy molesta, ma, resignada
Medio día, nos invitan a almorzar a un restaurante al pie de la montaña, es el paquete típico para excursiones, esos que ya tienen preparados de antemano las agencias de viaje como plan alternativo, nos acomodamos a una mesa un tanto alejadas del resto

Pasan cinco minutos y nos sorprende quien será nuestro camarero, y me hipnotiza, un caballero alto, buen mozo, buen porte, con el cabello negro como la noche, engominado, perfecto, con una sonrisa que derrite, acomoda la mesa, se fija que esté todo en orden, y nos entrega la carta para elegir el menú, mi mirada se cruza con la de mi madre, nos reímos cómplices, pensamos lo mismo, incluso ella me patea sutilmente por debajo de la mesa, es que tenemos los mismos gustos
Nos habla cortésmente y su voz resulta grave y agradable al oído, nos recomienda alguna que otra opción y se retira para que elijamos tranquilas
Ma y yo intercambiamos ideas, se ve demasiado adulto para mí, pero demasiado joven para ella, suspiramos como tontas

El vuelve por los pedidos, nos damos cuenta que hablamos del muchacho y ni vimos la carta, mamá con rapidez tira

Perdón… tu nombre era…
Ignacio, pero pueden llamarme Nacho – responde en un tono muy familiar
Yo quiero la sugerencia de la casa – respondo para sacarme la soga del cuello

Ma se queda meditando, entonces él me mira y dice

Y tu hermana? aun no se decide?

Nos reímos con ganas, adulador, ‘hermana’… el también sonríe, ma hace su pedido y nos quedamos a solas nuevamente, me toma por la mano y tira

Hombres… peligrosamente astutos, tienen ese don de la conquista pegado en la piel, no le creas, son cantos de sirenas…

Degustamos el almuerzo, pero nuestros sentidos están con el rico muchachote que nos tocó en suerte, solo se da que hablamos, con el, palabra va, palabra viene, Nacho nos dice que por la noche estará libre, si queremos podemos ir a recorrer un poco la ciudad, ver que sale, el es nativo y está dispuesto, no tiene nada mejor que hacer.
Dejamos la puerta abierta, quien sabe, nunca se sabe.
Por la tarde, las condiciones climáticas no cambian, una caminata a ver vidrieras parece ser la mejor opción.
En verdad, esa caminata solo me sirve para charlar con ma acerca de Nacho, me gusta, y a ella también, es muy mayor, me dice, es muy joven le digo, por suerte siempre tuvimos una relación muy abierta y fluída aunque fuéramos madre e hija

Coincidimos en salir con ese muchacho, mientras me ducho ella lo llama y acuerda lugar de encuentro, su turno de ducharse, me pongo una falda demasiado corta a pesar de la inclemencia del tiempo, ella me mira y me dice

Te ves muy puta, esa ropa ya no es para vos
Es que pienso cogérmelo ma, y quiero impresionarlo
Pensé que te dije que era muy mayor para vos
No importa, me gusta
Entonces tienes que saber que yo también pienso cogérmelo

No respondo, me quedo pensando, que querrá un hombre, la juventud que yo puedo darle o la experiencia que ella puede darle?
Miro a ma, le tengo una envidia que me carcome, es demasiado bonita y tal vez no pueda competir con ella, es que sabe vestirse, como mujer interesante, y no como yo que parezco una concha caliente
Ella nota mis dudas, me ríe con sobra y me dice

Ok, que gane la mejor…

Nacho pasa puntual con su coche, me adelanto y le gano el asiento delantero, ella debe conformarse con el de atras y solo salimos a dar vueltas sin rumbo fijo.
Paramos en un bar de los tantos que hay, hablamos, trato de ser simpática, lo como con la mirada, pero es obvio que el solo tiene ojos para mi madre, ma me mira, con esas miradas que dicen mucho, ambas sabemos que ella se lo va a coger y solo siento impotencia. Diablos, hace veinticuatro horas llegamos como dos pollitas mojadas, con nuestros corazones rotos, y ahora estábamos peleando por un macho

Se hizo muy tarde, Nacho nos explica que nosotras estábamos de vacaciones, pero él debía levantarse temprano para trabajar, y que, por cierto, por la tarde tendría tiempo libre. Ma no pierde la oportunidad, le insinúa que, de continuar el mal tiempo, sería muy posible que tampoco pudieran esquiar, así que, si él quería podríamos pasar por su casa a charlar un poco, seguramente nos podríamos seguir conociendo

Un nuevo día, el viento ha mermado y ya la nieve no lastima, los rayos del sol brillan sobre un cielo celeste, vamos a desayunar, al fin subiremos a la cima de la montaña, a los blancos picos, pero ma está en otra sintonía, medita que hacer, incluso durante el almuerzo, lo llama delante mío, le dice que por la tarde yo iré a esquiar, pero ella está un tanto cansada y prefiere quedarse, le dice que, si quiere pasar por el hotel un rato, a ver qué onda
Corta la comunicación, me mira con esa risa de puta que me enerva, le respondo con mis ojos gigantes

Acaso te volviste loca? se supone que estaríamos juntas en esto
No puedo resistirlo mi amor, andá, andá y divertite

Casi que me empuja al abismo, caliente por comerse ese muchacho, el mismo que yo quería comerme y solo salgo con el contingente rumbo a ese cerro, media hora masticando bronca porque soy muy mala perdedora, me imagino a ma haciendo todo lo que yo quería hacer, y solo no lo tolero
Estoy haciendo cola para subir a la aerosilla, casi es mi turno, decido abortar, me miran extrañados, finjo sentirme mal y me excuso, me piden un taxi que tarda casi una maldita hora, vuelvo al hotel, no pienso, solo actúo
Llego, subo por el ascensor hasta el séptimo piso, casi me doy de bruces contra la puerta de ingreso, pero es ahí cuando me detengo a pensar, que diablos estoy haciendo?

Apoyo con sigila la oreja en la puerta, mucho no logro escuchar, abro con mucho cuidado para no delatarme, la luz apagada del ingreso me favorece y me acomodo casi sin hacer ruido, los veo con nitidez, ma está recostada, con sus piernas abiertas, conteniendo sus gemidos, Nacho arrodillado entre sus piernas le come la conchita, están completamente desnudos y me quedo mirando las curvas del torso de ese imponente macho, mierda, que bueno que está!
Es curioso, soy una mujer, pero me siento una niña fisgona, espiando en la clandestinidad, y no es solo una pareja, es mi propia madre y eso me da un morbo extra

Nacho va por todo, le abre bien las piernas y se la entierra profundo mientras le besa las tetas, yo siento mojarme, y mis pezones se endurecen bajo la tela, siento calor, y con el mayor de los cuidados dejo caer al suelo los abrigos que me molestan, tengo la boca seca, me paso la lengua por los labios, me acaricio inconscientemente, casi sin querer, no puedo evitar sentir mi clítoris punzar en mi intimidad
Ma disfruta demasiado, le acaricia la espalda y en cada embestida que él le da ella solo da escapara un quejido, el mismo quejido que yo me esfuerzo por contener

Te gusta bebe? – pregunta él
Si papito, cogeme toda, dale, dale… – responde ella

Me gusta mucho, mucho, mucho, y siento esa humedad desbordando mi ropa interior, de pronto él sale y se acomoda sobre el vientre de mi madre, lo veo masturbarse, ella lo espera, se acaricia los pechos esperando la lluvia bendita, no se hace rogar, a trasluz veo el semen saltando sobre las tetas de ma, ella se ríe y se engolosina jugando con sus dedos, como lubricando sus pezones que emergen muy sexis

El se reclina a su lado, la abraza, desnudos lado a lado, le besa la frente, ella aun sigue jugando con sus pechos inundados en leche

Te gustó? – pregunta él
Me encantó! – responde ella – necesitaba algo así…

Si te viera tu hija… que putona resultó ser su madre…
No seas malo, tan puta te parezco?
No, no, solo bromeaba
Pobre… debí acompañarla a esquiar… pero, bueno, tuve mejor suerte
Pero sabes que me gusta, cierto, y que también quiero cogerla…
Ja ja! no, perdés el tiempo cierto?
Y tal vez a ambas al mismo tiempo, que te parece?

El diálogo entre Nacho y ma se hace mas caliente de lo que estaba viendo, porque sin que ellos supieran estaban hablando de mi, y eso me calentaba, me hacía hervir

Y qué le harías a mi nena? – pregunta ma
Nena? que nena? terrible hembra es tu hija, para darle buenos pijazos por todos los agujeros
No, no, ella es una niña, siempre será mi niña

Yo ya no puedo más, tengo más de veinte, Nacho me ve como mujer, pero ma insiste en jugar un juego peligroso, tengo la mano bajo el jean, me toco, mojada, caliente, mi clítoris está enorme, gimo, no puedo evitarlo, no puedo…

Tontamente quedo en evidencia, ma viene donde estoy y me descubre, ambos siguen desnudos y no les incomoda en absoluto, ella me toma por una de mis orejas y me lleva al centro del cuarto, como cuando tenía cinco años, me regaña

Le parece bonito? mal educada! de donde saca esos modales de andar espiando?

Nacho solo observa, pero como dije, empieza a jugar un juego peligroso, y nuestro chico empieza a excitarse nuevamente, su verga empieza a crecer y ma dice

Yo le voy a enseñar a portarse bien, mal criada!

Me toma de los cabellos y ma me jala contra él, me empuja desde la nuca y hace que me meta su verga en la boca, hace que me la coma, profundo, rico, caliente, Nacho no dice nada, yo siento en mis papilas al gusto del semen de la cogida que le había dado a ma, y me siento fatalmente caliente, pero yo no tengo voluntad, ni control, ma lleva el ritmo, mis cabellos caen de lado, me separa
Me ordena que me desnude, como castigo, solo me pide que me deje mi ropa interior, nada más, me gusta, el juego me gusta, entonces le ordena a Nacho que me coja por la boca, sin piedad.
Ma me da una fuerte nalgada, y otra, y otra más, ella también lo está disfrutando, me toma otra vez por la oreja y me lleva a un rincón, hace que me arrodille

Nacho viene y me la entierra en la boca, profundo, más profundo, no puedo con tanto, mi cabeza está contra la pared y la ventana de lado, no tengo escape, pero ma lo empuja desde atrás para forzar a que entre más y más en mi boca, no puedo respirar, me saltan las lágrimas, ella dice

Ahí tiene la puta, le gusta? le gusta así?

Y ambos nos transformamos en marionetas de sus fetiches, el amante, su hija, nunca había imaginado este lado sádico y excitante de mi madre, y aun faltaba lo mejor de su perversión, la frutilla del postre

Nos hace parar frente a frente, a corta distancia, me dice que estire el frente de mi tanga hacia delante para que el vea mi pubis, entonces le dice

Ves? no tiene aún vello púbico, es una nena

Diablos, insisto que es un juego demasiado peligroso, pero demasiado excitante, me ordena quedarme en esa posición, como una estatua, y que mire a lo ojos a Nacho, ella lo está masturbando con su mano, yo solo estoy expectante, se muerde los labios, siente el placer, sus ojos se transforman, su rostro, va a llegar nuevamente, me muerdo los labios, gime, siento los chorros calientes de su semen pegar en mi pubis, más y más, la lava hirviendo baja por mis labios, y va ensuciando poco a poco el frente de mi tanga, espera hasta sacar la última gota
Ma entonces me dice que ya suelte los elásticos, siento el jugo caliente del sexo de ese hombre entre mis piernas, como una melaza irresistible que está quemándome el clítoris

Ahora, la niña mala se va a su cama, castigada, se voltea y se duerme, su mamá tiene aun cosa que hacer con Nacho

Le hago caso, me acomodo y me tapo, de lado, mirando a la nada misma, a mis espaldas siento como ellos parecen seguir cogiendo y yo, solo una niña castigada que no puede evitar llegar a un enorme orgasmo solo apretando rítmicamente mi intimidad, trato de no ser descubierta nuevamente, no puedo

Suficiente por ahora, una mujer, que fue tratada como niña, castigada, con la cabeza dada vuelta y el sexo lleno de semen caliente que se va enfriando lentamente, seguro esta noche, durante la cena, hablemos con ma sobre todo lo ocurrido y mañana cuando salga el sol, tendré mi oportunidad de llevarme a la cama a Nacho, quiero que el compare, y después saque sus conclusiones

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