RelatoSexy » Cumpliendo fantasia gay prohibida con otro hombre.

Cumpliendo fantasia gay prohibida con otro hombre.

El morbo de lo prohibido me excitaba y me llevó a cumplir mi fantasía de ser masturbado por otro hombre, saciando mis deseos más oscuros.

Cumpliendo una fantasía prohibida con otro hombre.

Desde joven me ha exbar/">citado y llamado la atención que otro hombre me toque. De adolescente me pasó varias veces en el transporte público de la Ciudad de México. La primera vez sucedió ya en la tarde noche en el trayecto del autobús al metro Universidad, en ese entonces yo iba en la prepa y tendría recién cumplidos 18. Esa vez el autobús iba llenísimo y yo quede pegado a un señor bastante mayor que yo, y bastante feo también, supongo era maestro ya que iba de traje. Íbamos muy apretados y yo quedé a su costado pero viéndolo a él de frente con su mano a la altura de mi cadera. El que hayamos quedado así ahora que lo pienso fue en el fondo un tanto intencional de mi parte, ya que una parte de mi deseaba lo que ocurriría después. De rato que empezó a avanzar el camión empecé a sentir como ‘sin querer’ pegaba poco a poco su mano a mí mientras movía los dedos rozándome la zona de mis genitales como para ver que hacía yo. Me empecé a excitar por el morbo y permití que siguiera rozándome con su mano y eventualmente, él lo notó. Me excitaba el saber que yo estaba permitiendo y disfrutando algo que no debía. No pude evitar que con cada roce que me daba poco a poco me crecía la verga. Era algo que aunque quería no podía evitar. Me siguió rozando hasta que me quedó totalmente erecta. Era incómodo tenerla toda parada dentro del pantalón y de mi ropa interior ya que me estorbaba. Obviamente el señor de traje sintió mi erección y comenzó a darme apretones en mi glande. Primero muy suavemente como ‘sin querer’ y al ver que yo lo permitía empezó a darme apretones más fuertes. Recuerdo que en cada apretoncito que me daba mi pene reaccionaba involuntariamente y era algo que a mí me daba mucha vergüenza y morbo. Me excitaba ser su víctima y me excitaba saber que me estaba gustando el hacer algo indebido. Mi corazón para ese momento palpitaba demasiado rápido. Esa vez estuve a punto de terminar de solo sentir sus apretones, pero no llegué a correrme. El camión llegó al metro y a mi me dio mucha vergüenza que se notara mi erección, así que me puse la mochila en frente, me bajé lo más rápido que pude y me metí al metro corriendo. Mi pene iba aún muy erecto y demasiado mojado, con todo el líquido preseminal escurriéndome por todas las piernas. Parecía que me había orinado. No miré hacia atrás muerto de miedo de que ese señor me empezara a seguir o algo. Sentía muchos nervios por lo que acababa de ocurrir. Esa vez llegué a mi casa y lo primero que hice fue encerrarme en mi recámara para masturbarme recordando lo que había pasado, comencé a recordar la sensación de nervios y placer que sentía con cada apretón que me daba ese señor, me masturbé dándome apretones en el glande hasta que terminé muy fuerte.
Después de esa experiencia me volvió a ocurrir en el metro un par de veces en hora pico. Señores me toqueteaban mi pene y me daban apretones e igual, yo me excitaba muchísimo y dejaba que lo hicieran mientras nadie se diera cuenta. Ninguna de esas veces llegué a terminar, sin embargo esas experiencias despertaron en mí unas ganas inmensas de que alguien me masturbara y a su vez de yo poder masturbar a otro hombre.
Era raro porque la idea morbosa de hacer algo ‘prohibido para mi’ me excitaba demasiado. No sé qué obsesión he tenido siempre con el miembro masculino. Es decir no me atrae para nada ningún hombre, solamente la idea de satisfacer una verga masturbándola y chupándola y de que me masturben es lo que me excita.
Pasaron muchos años antes de que me animara a cumplir esa fantasía. Puse un anuncio en una página de encuentros, en donde solicitaba a un hombre más joven que yo o al menos de mi misma edad con ganas de ser masturbado. No se porqué me excitaba que fuera más joven que yo. Quizá me daba un poco más de seguridad. No tardó mucho en contestarme varios interesados. Elegí a un tipo algo mas joven que yo, que según me dijo solo tenía curiosidad igual que yo.
Mi anuncio mencionaba que solo estaba interesado en masturbación, nada de penetración ni besos ni cosas de ese tipo. Aunque en el fondo sabía que ya teniéndolo en frente de mi, probablemente no solo lo masturbaría sino que terminaría mamándole la verga, lo cual era gran parte de la fantasía. Pero a él le dije que solo sería jalarnos la verga y estuvo de acuerdo. Intercambiamos números y quedamos de vernos en un motel ya que él proponía hacerlo en su coche en un lugar poco iluminado, pero a mi se me hacía muy arriesgado siendo que ni lo conocía. Le dije que mejor pagáramos un lugar privado mitad y mitad, no sería muy caro y aceptó. El día de la cita yo estaba muy nervioso. Cuando nos saludamos me dio asco el saber que estábamos para un encuentro sexual. El tipo no me atraía nada y me hice a la idea de que solo estaba ahí por lo que él tenía entre las piernas. Ya en el motel le comenté que no me interesaba nada verle la cara mientras hacíamos cosas. Así que le pedí que se tapara la mitad del cuerpo de la cintura hacia arriba con la sábana y estuvo de acuerdo, cuando fuera mi turno yo igual me cubriría si es que él me lo pedía. Realmente el objetivo era solo usarnos como objetos sexuales y no más. Me tocó a mi primero masturbarlo a él, (en realidad yo quería ser el primero pero la decisión fue por sorteo).
Se tapó la cara con a sábana y comencé a frotarlo y manosearle su verga por encima del pantalón empecé a sentir como le crecía, le bajé el pantalón junto con su ropa interior para darme cuenta que ya tenía bastante erecta su verga. Al tenerla en frente pasó lo que suponía que pasaría y es que me dieron unas ganas inmensas de metérmela en mi boca y mamársela, jugar con mi lengua sobre su glande, rodearlo con mi boca y chupársela sin control. Pero todo llegaría en su momento, así que me contuve. Comencé a masturbarlo y a sentir su verga muy dura y caliente, le apretaba su glande con la mano y al poco tiempo le empecé a exprimir el líquido preseminal que ya comenzaba a brotarle. Con esa misma humedad le empecé a frotar fuertemente el glande mientras que con la otra mano le acariciaba los testículos y le frotaba todo el tallo de su verga. Llegó un momento en que sin siquiera usar mi saliva todo el tallo de su pene estaba ya muy húmedo. Supuse que el final estaba cerca así que lo empecé a frotar más lento, aún no quería hacerlo terminar. Quería masturbarlo largo tiempo para que su orgasmo fuera lo más fuerte y placentero posible. Me excitaba demasiado sentir su verga palpitar con cada frotamiento y apretón que le daba. Llegó un punto en que yo estaba excitadísimo y él también, tanto que no me importó acercar mi boca a su húmedo glande y tocarlo con mi lengua. Le di un ligero lengüetazo en el frenillo y su verga palpitó. Le di otro frotando ahora con mi lengua el orificio del glande. Mi lengua saboreó un brote de líquido preseminal que le salió. Noté que al él no le importó siendo que seguramente ya había sentido que no eran mis manos las que le hacían eso. Solo escuché una risita que emitió pero no se descubrió la cara. Lo que siguió fue un frenesí de mi boca hacia su verga. Le empecé a recorrer todo el tallo con mi lengua y darle besos en el tallo como agradeciéndole el que me la haya prestado para cumplir mi fantasía. De inmediato metí su glande en mi boca y agradecí tanto ese momento que de tan fuerte que mi lengua lo saboreó y chupó lo llevé al borde del orgasmo muy rápido. Sentí que su verga crecía y se endurecía aún más y estaba a punto de explotar. Pero yo aún no quería que terminara, así que disminuí la velocidad de mis lamidas. Me avergüenza decir que perdí la cuenta de la cantidad de besos que le di a ese pedazo de carne palpitante, cliente y húmedo que tenía enfrente. Me volvía loco sentir como reaccionaba ante la estimulación que le daba. No quería que eso terminara nunca hasta que él me dijo que ya no aguantaba más y me suplicó que ya lo dejara terminar. Cuando me pidió eso metí su glande en mi boca y empecé a jugar de manera implacable con su verga. Puse mi mano izquierda en su perineo ya que parte de mi fantasía era sentir las pulsaciones de su verga mientras escupía el semen. Lo chupé y chupé hasta que explotó dentro de mi boca. El tipo ese comenzó a gritar y retorcerse. No paré de mover la lengua ni me la saqué ni siquiera cuando le dejó de salir el semen. Amé sentir como con cada pulsación me llenaba de leche cada vez más mi boca. Comenzó a retorcerse de dolor y placer ya cuando había terminado la mejor parte de su orgasmo y hasta entonces comencé a detenerme. Me tragué todo su semen y me aseguré que no le quedara ni una sola gota. El tipo quedó como muerto y totalmente agotado y yo feliz de haber saciado mi sucia fantasía. Después de eso él me masturbó y yo de tan excitado que estaba sentía que iba a terminar muy rápido, así que le pedí que lo hiciera lento y solo me frotara el glande. Recuerdo que mi verga estaba muy mojada así que su mano resbalaba muy suave. El orgasmo tan fuerte que me provocó fue la culminación de todas esas veces en las que aquellos viejos me habían manoseado, pero solo me habían dejado sin culminar todo excitado y al borde del orgasmo.
El tipo con el que tuve esta experiencia lo volvía a ver unas pocas veces más. Siempre solo para masturbarnos y yo chuparle también la verga. Tuve suerte de que él quisiera solo lo mismo que yo. Después de algunos encuentros nos aburrimos y cada quien para su lado. La realidad es que ya nos habíamos usado sexualmente y habíamos saciado nuestras fantasías morbosas así que no había motivo para seguirnos viendo. Me quedo con la grata experiencia que tuve de poder cumplir esa fantasía y no quedarme con las ganas.

Deja tu comentario en la casilla de comentarios o síguenos en FacebookInstagram y Twitter  

Cuéntanos que te pareció
00

Deja tu comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.