Fui a visitar a una amiga al hospital de una operación leve y cuando subí a la habitación y entré, ella no estaba aún, escuche una voz decirme, está en reanimación y allí estabas tú…
Me miraste lascivamente de arriba abajo y suspiraste, viendo el reloj dijiste, la subirán en media hora, me uní a tu mirada, ardiente de deseo, no hizo falta decir nada, me dirigí a ti, me tomaste de la mano y entramos en el aseo. Me agarré al lavabo y me cogiste de la cintura, mientras besabas mi cuello, con tus manos me levantaste la minifalda y apartaste mi tanga de hilo, te oía gemir y más me excitabas, te cogí dos dedos y me los metí en la boca a la vez que los chupaba fuertemente y los bajé a mi coño, me separaste los muslos y empezaste a masturbarme, mientras nos besamanos frenéticamente y comía tu lengua, me estremecía y gemiamos de placer, sabías lo q buscaba, me encanta correrme y mojar el suelo, así fue… después justo antes de clavarmela por detrás me bajaste los tirantes de la camiseta y liberaste mis pechos del sujetador preparándolos para verlos en acción a través del espejo mientras me embestias no sin antes restregar los pezones hasta ponerme a mil, nuestras miradas se cruzaban en el espejo, cómplices de lo que deseábamos ese encuentro y de todas las veces que lo habíamos fantaseado.
pase la lengua en todas direcciones y me detuve en la parte superior haciendolo en círculos, te la chupaba cada vez más rápido
Te aparté de mi y te empujé contra la puerta, me arrodille, te mire y agarré tu miembro entre mis manos, lo lami de mis jugos y te veía cerrar los ojos y apoyar tu cabeza en la puerta, suspirabas y me la empecé a comer sin parar de jadear, me agarrabas la cabeza y me guiabas moviendo tus caderas, notaba mi corrida otra vez en el suelo, pase la lengua en todas direcciones y me detuve en la parte superior haciendolo en círculos, te la chupaba cada vez más rápido apretando con mis labios a medida que la recorría, te sentía, me unía a tu orgasmo y a tu corrida, me decías q ya venía, estabas a tope, me separaste y te corriste en mis tetas, me levantaste y me lo restregue y me chupe los dedos y después te la lami una y otra vez mientras seguías ahí con tu ereccion, dispuestos a repetir todo de nuevo, pero la realidad nos trajo de vuelta, nos recompusimos, salimos del baño nos sentamos uno en cada silla y mientras nos mirábamos como si nada hubiera pasado, se abrió la puerta de la habitación…
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