Relato encuentro sexual de patito feo

El patito feo de la asociación – encuentro sexual

Este es el relato de un encuentro casual que terminó siendo una aventura sexual

Nunca imagine este encuentro sexual Recuerdo haber pertenecido a una asociación, de Personas con Discapacidad, en la que tuve papeles destacados en su conducción. Era joven y me gustaba compartir con todos. Entre sus miembros había dos pendejitas, de 22 y 23 años, compitiendo entre ellas para ganar la atención de los muchachos. Por supuesto, y a pesar de demostrar mi capacidad intelectual y de ser algo atractivo, nunca me miraron como hombre. Era “El patito feo”.
En realidad, siempre fui el patito feo para las mujeres. Mi discapacidad (parálisis cerebral), la misma que tenían esas dos pendejas, me limitaba a la hora de la conquista. O quizás los límites los ponía yo sin darme cuenta. Lo cierto es que a los 30 tuve mi primera novia. A los 35 se daba mi segunda…… esta vez comenzaba a salir con una de estas chicas jajaja.
Corría mediado de 2017 cuando entré, a pesar que no me gusta, a mi Facebook para ver si tenía algún mensaje; si, y entre ellos estaba la solicitud de una tal “Paola”. ¿Quién es esta mujer que le veo cara conocida? La acepté y comenzamos a hablar.
Hola Paola
Hola Adrián, ¡¡¡(me conocía)!!!
Que es de tu vida,
Lindo. Me casé, el año pasado me separé. Trabajo y tengo un amante en la localidad vecina a la que vivo…… (¡¡¡No puede ser, la otra pendejita!!! Ya se la veía con la cabeza blanca, pero aun apetecible; se estaba por cerrar el ciclo de “negación” para el patito feo). ¿y tú que cuentas?
Yo pude estudiar, recibirme, trabajar, me jubilé y hoy vivo con mi mamá.
¿te casaste, te juntaste, que hiciste?
No, nada.
Lo siento.
¿Por qué lo sentís? ¡¡¡¡Sabes como la paso!!!! Tengo amantes virtuales con las que hago cibersexo.
¿Cómo es eso? Me interesa.
Era el momento de apretar el acelerador.
Claro, ponemos la cam, nos vamos excitando, desnudándonos, hasta que terminamos en una paja. A veces nos ayudamos con película chanchitas.
¿Que sería chanchitas, películas donde cogen?
Sip.
Qué bueno, nunca lo hice. Pero ¿no me puedes pasar algunos de eso videos a lo que llamas chanchitos?
Si quieres te paso. Incluso, si tienes Skype, podemos compartir pantalla para ver películas juntos.
Tengo Skype, agrégame; ¿podemos hacer eso?
Sí podemos. Pero cuéntame ¿vivís sola?
Le alquilo a mi cuñada que vive adelante.
¿Entonces lo podemos hacer?
De lunes a jueves si, los fines de semanas me voy de quien me mueve.
¿te atiende bien?
Super bien, tiene mucha vitalidad. Pero ahora siento curiosidad para hacer lo que me estas proponiendo. Si me esperas una hora, que se acueste mi cuñada, lo hacemos.
Sí, también mi mamá aún está levantada, esperemos una hora.
Ya la tenía, y se la veía dispuesta a cuanto quisiera. Se acuesta mi mamá y la llamo:
¿estas Pao?
Sí, mi amor, pone la cam.
Sí, acéptame.

Super bien, tiene mucha vitalidad. Pero ahora siento curiosidad para hacer lo que me estas proponiendo. Si me esperas una hora, que se acueste mi cuñada, lo hacemos.

Para mi sorpresa solo tenía una tanguita. Sus tetas como limones, pero no por eso dejaban de ser excitantes. La misma discapacidad para los dos. Solo que ella camina, con algo de dificultad, y yo me muevo con una silla de ruedas motorizada.
¡¡¡¡Rapidita la chica para los mandados!!!!
¿Y para que perder tiempo?
Imagina que te empiezo a comer los labios.
Mmm, me gusta.
Te lamo una oreja y te doy besitos en el cuello.
Uy, que rico papito.
Me gustan tus tetis, sabrosas.
Seguí por favor.
Son chiquitas…… y da como para llenarlas de baba mientras esperas que te succione los pezones.
Que imaginación, me muero si un día podemos estar juntos.
¿estás mojada ya?

¿quieres sacarte la tanguita y mostrarme el culo?
¿así te gusta? ¿lo hago bien?
Mmm, hermoso culo. ¿todo eso lo hiciste cagando?
No todo, era muy chica cuando me lo empezaron a romper. Y siempre entró justa, aun hoy. Me encanta que me la metan por atrás; sentirla ahí.
Súbete a la cama y ponte en cuatro que te lo como.
Mmm, ¿quieres que me masturbe?
Dale mientras te lo chupo.
Comenzó a gemir. Pero no aguanto en esa posición y se puso boca arriba. Ya no la molesté, solo me dediqué a observarla; había tomado suficiente temperatura y era el momento que los dos disfrutáramos. Alcanzo a meterse tres dedos antes de acabar. Hasta que termino y dijo:
Es tu turno.
Sin decir nada me acosté. Quité el slip y le di el gusto. Ella me ayudaba tocándose las tetas. En ningún momento dejó de mirar como lo hacía. Mi calentura era inimaginable. Hasta que saltó el chorro de leche y pude ver como losaboreaba.
Desde entonces de las cuatro noches, que pasaba en su casa, seguro que en tres lo hacíamos. El placer era mutuo. Mientras aguardábamos ese instante compartíamos infinidades de temas. Los meses pasaron y tuvimos una oportunidad de estar juntos. En febrero del año siguiente, pleno calor, mi mamá proyectaba vacaciones. Yanina, quien me asiste en lo que no puedo hacer, estaba al tanto de todo.

Mi calentura era inimaginable. Hasta que saltó el chorro de leche y pude ver como lo saboreaba.

Era martes de la semana del encuentro y una metida de pata casi pudre todo. Llegó la hora de jugar y así fue nuestro diálogo:
Negrita ¿quieres darte una ducha y, de paso, te tratas de masturbar con tu duchador?
Me gusta, espera que busco donde poner mi celu para que me puedas ver bien.
Lo estaba haciendo de diez cuando veo, en Skype, un lugar donde me permitía sacar fotos. Aprieto ese botón y se sintió el clásico disparo. Pronto de acabar cerro el agua y tomó el móvil. Apagó la cámara e inmediatamente me dijo:
Será la última vez que me sacas fotos sin mi consentimiento.
Negrita, ¡¡¡si ya me has regalado fotos sexys!!!
Con mi consentimiento todo; sin mi consentimiento nada.
Estaba claro, Paola demostraba tener carácter y mucha razón; nada que decir. A punto estuve de quedarme sin un rico fin de semana.
El jueves a la noche, ya sin vernos, de nuevo el diálogo:
Amor, mañana a qué hora parte tu mamá, yo viajaría a la noche ¿Cómo llego a tu casa?
No te preocupes, quedamos con Yanina que te irá a buscar a la terminal; tu espérala frente a la plataforma 12.
¿Puedes comprar vaselina en pasta? (je je, la nena se venía dispuesta a todo)
Sí cariño. El sábado, antes que tu llegue, voy a la farmacia. Si yo te compro algo ¿tendrás un lugar secreto, en tu casa, para guardarlo?
¿Qué me quieres comprar?
Un consolador ¿te gusta?
Claro que me gusta, me encantaría tener uno. Y lo puedo guardar, no te preocupes.
Yanina ya lo había visto y ese viernes me lo trajo. Lindo; no muy grueso pero largo.
Cariño ¿tienes fantasías?
Si, que mientras me la chupes juegues con tus dedos en mi culito. Pero cuéntame qué me piensas hacer.
Subirte a la mesa para chupártela cómodo. Luego te llevo al baño y, mientras te masturbas con el agua del bidet, te dejaría que la mames.
Mmm, ¡¡¡que rico!!! Ahora dime tu qué espera de mí.
Jamás fui machista. Por eso te dejaría que metas tus dedos, en mi culo, mientras me practicas sexo oral.
¿esa es tu fantasía?
Esa es mi fantasía.
Pues yo te haré eso y mucho más.
¡¡¡Por entonces ni pensar que la imaginación de mi amiga fuera capaz de volar por los aires!!!
Amor, última cosa antes de acostarnos. ¿tienes en claro que lo nuestro quedará en este fin de semana?
Si, mi vida, muy claro.
Hasta mañana entonces, que descanses.
Que descanses negrita.
Media mañana, del sábado, y Yanina, por WhatsApp, me dice que estaban en camino a casa con Paola. Me apuré a terminar algunas cosas y esperé tranquilo que llegaran.
¡¡¡Nene!!! Dónde estás, llegamos.
¡¡¡Paola, te veo igual, no cambiaste nada!!! (naaaa, el tiempo había hecho lo suyo, pero seguía estando potable jajaja)
¡¡¡Adrián que alegría verte de nuevo!!!
Fuimos invadidos por tantos recuerdo y anécdotas entre mate y mate. Yanina tuvo que salir y los temas siguieron. Hasta que me acerco, con mi silla, para cruzarle mi brazo por su cintura, y, cuando a punto de besarla, Yanina que volvía. Con una risita cómplice nos separamos.

Yanina tuvo que salir y los temas siguieron. Hasta que me acerco, con mi silla, para cruzarle mi brazo por su cintura

Almorzamos los tres. Yanina que se despide para volver a la noche. Ella, agotada del viaje, me pide descansar. También aprovecho para acostarme, pero enseguida me levanto a trabajar en mi computadora. La siento ir al baño y, un momento después, la sigo. Golpeo la puerta y digo:
¿Puedo entrar?
Podes entrar.
De cara al lavatorio, pantalón cortito, y ese hermoso culo que me invitaba a echarle mano. Rápidamente le baje todo para morderle esos cachetes al tiempo que le pasaba mi mano por la concha.
Mmm, me gusta.
Ven, vamos a la galería.
Ya desnuda intenta bajarme y sacarme lo poco que tenía. Le ayudo y exclama:
¡¡¡Esta muy buena!!! Este fin será toda para mí.
Me presto a lamer sus pezones alternando con succiones.
Mmm, que delicia -exclamó-
Presiono su cabeza hacia abajo y comienza a chupármela.
Bien, no te apures que tenemos toda la tarde. Vamos a la mesa de la cocina. ¿Puedes subir?
Sí.
Se puso bien en la orilla de una punta y se la comencé a chupar mientras jugueteaba, con mis dedos, por adelante y por atrás. Hacia rato que no comía concha y la encontré riquísima. Sus gemidos ya eran gritos. Después de un largo rato le dije:
Vamos al baño
¿Qué me quieres hacer?
Siéntate en el bidet y que el agua te pegue en el clítoris.
Me puse de frente y dejé que me la mame.
Basta negrita que acabo. Vamos a la cama.
Me acosté boca arriba mientras se subía. Se la metió y comenzó a cabalgar. Tocaron el portero, sonó el teléfono, pero nosotros seguíamos. Sabía moverse bien. Hasta que…….
Salta y chúpala que ya viene.
Me había dicho que acostumbraba tragarse todo lo que saliera.
Después de descansar, un ratito, nos vestimos; ya venía Yanina para la cena. Compartimos la sobremesa con Ella que, luego, se iba a descansar. La noche empezaba y la esperé, sin ropa, en mi cama. Estaba viendo una película porno cuando apareció desnuda; al parecer era de ir directo al grano.
Se acuesta a mi lado y, mientras mi dedo juega con clítoris, comenzamos a conversar.
Mmm, sabes hacerlo.
Negri, aparte de trabajar en ese taller protegido ¿Qué haces en tu casa?
Nada. Tengo un compañero deficiente mental que, cuando tengo ganar, le digo que venga.
¡¡¡Pero tú lo coges a él!!!
No te creas, es bastante vivo. Tiene novia. Lo único que no me hace sexo oral; no le gusta. Pero que importa si los fines de semana me desquito jajaja.
Fijo mi mirada en la película y observo como uno le chupa el culo a la mujer que estaba, sobre la cama, en cuatro.
¿Quieres que lo hagamos?
Sí, por favor, que estoy caliente.
Ponte en cuatro al fondo de la cama.
Se puso apoyando sus codos, y la cabeza, en las sábanas. Por demás de cómoda para deleitarme con su orto. Se volvió loca, hasta que se estiró toda quedando en una posición que invitaba a continuar mi trabajo con su sapito. Gemía mucho y disfrutaba más. Al quedar conforme me pide:
Acuéstate bien que te voy a deleitar con mi especialidad.
Fue una locura como me la chupó hasta acabar en su boca.
Ya relajada se acuesta a mi lado. Pero, incómoda, prefiere irse a su cama.
Aun el domingo no había amanecido cuando me despertó con delicados besos.

Sin agarrarlo con las manos succionó, por un instante, mi pene para, luego, acostarse al fondo de la cama con las piernas abiertas

Percatada de haberme despabilado comenzó a bajar, lentamente, con sus labios rozándome la piel. Sin agarrarlo con las manos succionó, por un instante, mi pene para, luego, acostarse al fondo de la cama con las piernas abiertas……. Quería sexo oral. Un tiempo después la siento satisfecha. Apoyo mi cabeza, por sobre su vagina, y quedo dormido. Vino el día y………
Amor, levantémonos que debe estar por llega Yanina.
Sí, negrita, vamos a vestirnos.
Estábamos en la cocina cuando sentimos una vos que venía de afuera:
Chicos, ¡¡¡llegué!!! ¿están bien?
Desayunamos juntos, compartimos la mañana, almorzamos y Yanina se retira. Paola, que siempre quería más, se sienta en mi falda y vinieron los mimos. Luego……
Amor, busca la vaselina que yo traigo el consolador que me regalaste.
Vuelve desnuda y, ayudándose por una silla, sube a la mesa.
Déjame probarlo, tu mira. Nunca tuve un juguetito de estos.
Lo empezó a babosear y se lo metió por la vagina. Disfrutaba de esa experiencia cuando se lo sacó y, mostrándomelo, dijo:
Ven, acércate.
¿Qué quieres?
Que me ayudes a babosearlo.
No.
Amor, es un pedazo de plástico, no seas tonto.
Accedí y fue su cara iluminarse. Era lamber un poquito cada uno (o ambos a la vez) hasta que se lo volvió a introducir y, con fuertes gemidos, acabó. Bajo de la mesa, me desvistió, y…..
Acompáñame al baño que esta siesta es nuestra.
De frente al bidet me pide:
Toma vaselina en tus dedos y métemelos en el culo; primero uno y luego los dos.
Sintió que ya fluía con facilidad. Se da vuelta y me llena de vaselina el pene.
Tenerla firme que yo me siento y hago que entre.
Y como me había dicho: entró justa. Comenzó a moverse con ganas hasta eyaculé dentro de su bonito orto.
Negrita ¿nos bañamos? Estoy lleno de vaselina.
Sí, eso te iba a decir.
El agua y el jabón nos atrapó en un juego. Y fue que antes de salir de la bañera me acuesto en su escalinata.
Sube que te chupo la concha.
¿Así?
¡¡¡No aprietes que me sofocas!!!
Una tarde increíble que terminó en una siesta reparadora mientras esperábamos a Yanina que nos diera la cena. Ni pensar que lo mejor estaba por venir cuando ella se fuera.
De nuevo la esperé en mi cama, como siempre en bolas, mientras ponía una excitante película porno. Paola, también desnuda, trayendo su consolador y la vaselina.
El diálogo de costumbre cuando se sube, sobre mí, para darme besitos de lengua. Como que le agarra la locura por besarme el cuello. Sigue bajando para prenderse de una de mis tetillas. Nunca perdía su oportunidad de hacerme una mamadita. Cabalgó un ratito; pero su punto final era acostarse al fono de la cama abierta de piernas: de nuevo quería sexo oral. La complací hasta que se relajó.
Ahora me toca a mí.
Si mi amor, acostaste bien boca abajo con tus rodillas encogida.
¿así?
Agarró mi pene y lo empezó a ordeñar, como la teta de una vaca, mientras besaba los cachetes del culo.
Pará, Negrita, que acabo.
¡¡¡Noooo, por favor, aun no lo hagas!!!
Lambió bien mi agujero y me mando un dedo. Me gustaba. Cada tanto seguía ordeñando. No tardó mucho que se embardunó sus dos dedos, con vaselina, y me los metió. ¡¡¡que delicia!!!
Lejos de conformarse con eso vi impregnar, con vaselina, el consolador.
Qué haces.
Shhhh, hiciste de mi lo que quisiste; este momento es mío.
¡¡¡¡Noooooo!!!!
Shhhh, relájate y disfruta.
Lo empezó a introducir muy lentamente. Ardía. Hizo que entre casi todo para comenzar con el saca y pon. Ahora no paraba de ordeñar mi pija.
Negrita, ¡¡¡ya acabo!!!
Date vuelta.
Sácamelo.
Te lo voy a sacar cuando sea el momento; date vuelta.
Obedecí y vino una hermosa tirada de goma mientras movía el consolador como podía.
¡¡¡Me voy Negraaaaaaa!!!
Comenzaba a eyacular cuando sacó de golpe el consolador.
Mmm, que bonito placer de gozo por adelante y ardor por atrás. ¡¡¡No se podía tener tanta imaginación!!!
Me miró y su cara, de pícara, la delataba: no había digerido el semen y subía, muy lentamente, para besarme. Adivinaba lo que me quería decir sus ojos: “me la diste tantas veces, hoy la compartimos”. Mezclada con saliva la saboreamos los dos. Luego quedó adormecida por un instante antes de pasar a su cama.

Adivinaba lo que me quería decir sus ojos: “me la diste tantas veces, hoy la compartimos”

Ese lunes nos levantamos a media mañana, para desayunar, cuando Yanina, que tenía llave, toca el portero y se anuncia:
Chicos, llegué ¿cómo están?
Armó su valija, almorzamos, Yanina se retiró, por unas horas, antes de regresar para acompañarla hasta la terminal.
Quedamos solos y los dos ansiábamos el último juego. De la pieza volvió desnuda y con algo en la mano.
Tengo un regalito para ti.
¿qué es?
Mi bombachita negra; es de encaje. Déjame ver si la tienes paradita y te La cuelgo de ahí ¿quieres?
Sí quiero. Me gusta y me calienta.
Ahora es tuya, úsala cuando tengas ganas de paja.
En un santiamén me desvistió y se sube de nuevo a la mesa; posición que, definitivamente, la enloquecía. Me predispuse, con mucha gana, a chupársela. Llegamos a un punto que parecía explotar:
¡¡¡Así, así, que rico!!!……. la lengua, la lengua, no pares…… succiona el clítoris, succiona el clítoris, ahhhh noooo, ¡¡¡hijo de puta!!!
Al eyacular fuimos a la galería, donde tengo una ventana interna con rejas, y, prendiéndome de los barrotes, me paré. Con las piernas serrada se puso de espalda. Mi pija entraba y salía rosándole su vagina. Seguía pasándola bien. Hasta que……
Negri, vamos al baño.
Esta vez me senté yo en el bidet y dejé que la presión del agua pegara con fuerza en mi ano. Poniéndose en posición de tijera galopeo; se la veía muy excitada.
Bájate, siéntate en mi silla y hazme el último pete.
Con la presión del agua en el culo un goce indescriptible.
Se hace tarde, ayúdate con la mano. Te aviso cuando esté por venir.
Como siempre acabé en su boca y terminamos de jugar.
Báñate mientras yo me visto.
¿te gustó mi amor?
Me encantó. Te comportaste como una verdadera putita. Eres la mujer que todo hombre desea tener.
Gracias, mi vida, tú también te portaste bien. Es más: nunca pensé que serías tan activo sexualmente. me sorprendiste jajaja. (Para mis adentros pensé lo mismo de ella jajaja)
Comenzó a secarse y le ayudé a vestir. Regresamos a la cocina, para tomar unos mates, cuando sentimos que Yanina se anunciaba. Llegaba el momento de despedirnos. Nuestra amiga que sale y ella pregunta:
¿Cómo sigue esto?
No, no, esto no sigue, ya lo habíamos hablado.
¿me pude haber equivocado tanto?
Con un prolongado beso me despide y se va.
Al regreso de Yanina cenamos. Por WhatsApp me comunico:
Negri ¿todo bien?
Si, mi amor. Ya nos dieron de comer y me estoy acomodando para dormir.
También yo me acosté y, muy rápido, quedé dormido; mi agotamiento era total………

PD: si alguien desea comunicarse conmigo mi Skype es correopriv55@hotmail.com
Gracias.

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