Relatos Eroticos Con Fotos

Mi mujer , sus senos y La Cabaña del Lago

Ese día, cuando volviste a casa después de hacer trámites en el centro, note q tenías un aire distinto, algo en tus senos te hacia ver diferente

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Ese día, cuando volviste a casa después de hacer trámites en el centro, note q tenías un aire distinto, algo te hacia ver diferente, al entrar a casa, el saludo de siempre, hola mi amorcito, te acercaste y me distes el cordial beso acercando tus senos  de siempre, esta vez con algo más de intensidad q de costumbre, te pregunte, te pasa algo?, contestaste c una agradable sonrisa, luego te cuento, cuando vayamos a la siesta.
Hicimos la rutina de siempre en casa, aseo, orden y la preparación del almuerzo, estaba algo ansioso x lo q mi amorcito me iba a contar, trate de no demostrar ese interés q me tenía así y mientras cumplíamos con la rutina diaria, a ratos me ponía detrás de ella y mientras le acariciaba sus senos x sobre la ropa, le daba besos en su mejilla, como sabia q me gustaba sobre manera sus bien proporcionados senos, me decía, hace no más mi amor lo q tanto te gusta.
As q le levante la ropa, le solté el sostén y se lo saque para poder acariciar esos bellos senos q tenía mi mujer. A ratos me sentaba y ella cercaba hacia mi sus senos para succionar sus ricos pezones como le gustaba q se lo hiciera, mis piernas abiertas, permitía q las de ella, se movieran en forma sexy rozando mi erección, con sus manos acariciaba mi cabeza y suavemente me presionaba contra aquellos suaves y deliciosos senos.
Así transcurrió la mañana, almorzamos y después de un rato nos fuimos a la siesta.

A ratos me ponía detrás de ella y mientras le acariciaba sus senos x sobre la ropa, le daba besos en su mejilla, como sabia q me gustaba sobre manera sus bien proporcionados senos, me decía, hace no más mi amor lo q tanto te gusta.


Era nuestra muy buena costumbre desvestirnos mutuamente, siempre era yo el q comenzaba a sacarle la ropa, la cama ya estaba calientita, habíamos puesto el colchón eléctrico, tanto la pieza como la cama estaban a una agradable temperatura.
Así q corrí las frazadas de nuestro nido de amor y la senté sobre él. Le saque la parte de arriba, ya estaba sin sostén, con la correspondiente caricias y besos le comencé a sacar sus pantalones, se echó hacia atrás en la cama, abrió levemente sus piernas p q tirara del pantalón y así saliera mas fácil, con suaves caricias en ambas piernas subí hasta su cuadro, me incline y afirme mi boca sobre su calzón y suavemente mordí su vagina, sentí como sus manos hundía c suave presión mi boca en la entrada hacia ese mundo de placer.
Me quede de pie para q mi mujer hiciera el mismo ritual en mí, abrió mi pantalón y comenzó a bajarlo, sin dejar c su cara de pasar a rozar suavemente mi erección, mientras yo me sacaba la parte de arriba, seguidamente c sus manos bajo lentamente mi bóxer, mi erección esperaba x lo q me hacía siempre, con su mano corrió el cuero hacia atrás p dejar la cabeza hinchada x el deseo y acercando su boca se lo introdujo lentamente, sabia q c un poco de movimiento, entraba todo mi miembro dentro de su boca.
Siempre nuestras siestas comenzaban así.
Luego nos acostamos nos abrazamos y nuestros cuerpos se enredaron en espera de buscar nuevamente el placer y hacer q ese deseo sea saciado en su plenitud.
Hoy eso se realizaría un poco más tarde, x q mi amorcito empezó a contarme q lo hacía llegar a casa, esta vez muy diferente

Cabe señalar q disfrutábamos de todas las formas q se puede el sexo, entre ellas contarnos fantasías las cuales nos permitían complementarnos mucho mejor en nuestra intimidad.
Había una q x lo general compartíamos y sobre eso mi amorcito comenzó su relato.

Andaba haciendo mis trámites en el centro y en el banco encontré a un amigo de juventud, q me conoció soltera y compartimos algunos eventos después de casada, hacía muchos años q no sabía nada de él.
Nos saludamos y lo primero q me dijo fue, estas hermosa como siempre, y se te ve muy joven, gracias le dije, conversamos un rato mientras esperábamos ser atendido.
Hay algo característico q te hacia ver siempre tan sexy y q no has perdido para nada.
Que será? le dije, tus senos, siguen siendo muy especiales y se marcan demasiado debajo de tu ropa.
Siempre me gusto esa parte tuya y me dije, algún día se lo confesaré y como ya han pasado tantos años sin vernos, creo q es el tiempo de decírtelo.
Sonreí y le dije, te gustaría tenerlos?
Cómo? dijo con mucho asombro.
Si, como te digo, tengo una pareja que tiene una fantasía sexual q compartimos a menudo en nuestra intimidad y q consiste en verme tener sexo c otro hombre, mientras él nos filma. Si tú quieres lo podemos hacer realidad.
Se sentía incomodo mi amigo, le tiritaba la voz, me dijo, por mi seria hacer realidad, ese sueño q conservo de nuestra juventud de hacerte el amor y sentir esos enormes senos que te siguen haciendo ver tan especial y deseable
No cabía en sí de Felicidad, por lo q le había dicho.
Y me conto q tiene una casa en el lago q está cerca de la ciudad y si nosotros queríamos, nos podíamos juntar el fin de semana, compartimos nuestros números de celular y nos despedimos.
Ahora mi amorcito, me dijo, te gustaría que fuéramos a pasar el fin de semana con mi amigo.

A pesar de ser muy liberales en nuestras fantasías, sentí algo raro, ya que nunca habíamos acordado hacerlo realidad, así que mientras mi mujer, me acariciaba mi miembro erecto, me decía, te gusta la idea mi corazón?
Sentía que mi deseo crecía enormemente por la caricias de mi mujer, la comencé a besar y acariciar sus suaves, grandes y tiernos senos, la comencé a succionar y ella lentamente se fue acomodando sobre mi hasta quedar en la mejor posición para comenzar a penetrarla, luego de un rato de hacer el amor con una intensidad nueva, quizás ocasionado por lo q me conto mi amorcito, y sentir q acababa primero con esos suaves gemidos que lo hacían muy especial, me decía jadeando, gracias mi macho, como siempre sentir el éxtasis contigo es tocar el cielo. Se tendió sobre mí, casi al instante, saque mi miembro y acabe entre los dos, mi amorcito, se levantó un poco le gustaba mucho verme acabar y sentir mi semen en su piel, se quedó un rato tendida sobre mí, luego se dio vueltas dándome la espalda, me arrime a ella, la abrace con mis manos descansando en sus senos, con su voz, casi ya, con mucho sueño, me vuelve a decir, vamos a ir mi amor?
Sentí que se quedó dormida, pensé, luego al despertar de nuestra siesta, tendré que responderle

Esa tarde al despertar había una sensación diferente, nuestra forma de conversar era especial, nos levantamos, después de ducharnos, nos dedicamos como siempre a la rutina de lo que quedaba del día, nos preparamos tomamos unos mates, después de un rato, mi amorcito, me volvió a preguntar, ¿ y que has pensado respecto a la invitación de mi amigo para este fin de semana?, conteste con una pregunta ¿y tu quieres ir?, me respondió, después de tanto tiempo de compartir nuestra fantasía, creo que es el tiempo ideal para concretarlo y ver si es igual a como lo imaginamos.
Con esa respuesta no me quedo otra alternativa que aceptar la invitación, así que le dije que lo llamara para que se pusieran de acuerdo en el día y la hora para ir a visitar a su amigo.
Llegada la noche, vi que mi mujer, comenzó con la llamada a su amigo, después de un buen rato de charla telefónica, acordaron todo lo relativo a nuestro encuentro, sucedería el viernes por la tarde noche, para participar de una cena y tener todo lo restara de la velada para sumergirnos en la búsqueda del placer que siempre habíamos experimentado en pareja y que en esta ocasión tendríamos a alguien más compartiendo junto a nosotros.
Llego el día esperado, mi mujer, antes de iniciar nuestro viaje al lago que distaba unos 20 kms de nuestro hogar, llamo a su amigo nuevamente para que nos diera las coordenadas para llegar. Como conocía mucho el sector por donde estaba ubicada la casa de Cristóbal, puesto que me dedicaba al rubro del turismo y nuestros circuitos que hacíamos, pasaba cerca del lugar al cual nos empezábamos a dirigir.
Así que basto que nos diera un punto de referencia para que la localización de adonde teníamos que llegar fuera más expedita.
Nos subimos al auto y tomamos rumbo hacia la cabaña del lago.
Mi mujer se arregló muy bien se puso un vestido ceñido que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, negro sin mangas que dejaba ver su muy bien marcados senos, con medias del mismo color con encajes y tacos altos, le dije que no se pusiera sostén, para resaltar lo que sin duda iba a hacer lo más admirado esa noche por su amigo
Mi amorcito se veía estupenda, con su pelo suelto y esa hermosa sonrisa, irradiaba sexualidad.
Nos demoramos alrededor de 40 minutos en llegar, el ocaso ya comenzaba y la vista era preciosa en esa cabaña a orillas del lago, cuando llegamos, notamos que habían dos autos más aparte de el de Cristóbal, al bajar de nuestro vehículo, un aroma muy agradable nos indicó que la preparación de carnes estaba en su punto, nos salió a recibir el anfitrión, mi amorcito nos presentó y nos saludamos muy cordialmente. A la pregunta de los otros vehículos ahí estacionados, nos contestó que eran un par de amigos de la misma ciudad nuestra y que tenían programado ese encuentro entre ellos hacía ya unos cuantos días, en todo caso, dijo, si lo que teníamos acordado con mi mujer, lo queríamos posponer por esa situación, no habría inconveniente, nos miramos, sonreímos y dijimos, si ya estamos acá, veamos que nos depara esta jornada.
Cristóbal inmediatamente nos condujo al quincho donde se preparaba la cena, sin antes reparar en lo sensual y sexy que se veía mi angelical mujer, le dije que veníamos preparados para dejar que nuestros sentidos sean los que se manifiesten y se sacien de placer en este encuentro tan especial.
En el quincho estaban dos amigos de Cristóbal, nos presentamos y también manifestaron sus elogios para con mi amorcito, que agradecía y sonreía con demasiada coquetería.
Nos servimos unos aperitivos y comenzamos a participar de amenas charlas.
Al cabo de unos momentos la cena estaba lista, nos fuimos al comedor a degustar de carnes al disco, entradas surtidas y todo lo imaginable para tener una opípara cena.
Todo estaba exquisito, buenos vinos, excelentes postres y lo mejor nuestra charla de todo un poco, con muchas anécdotas por parte de los comensales que de a poco comenzamos a soltarnos y los brindis se fueron sucediendo a menudo.
Llego la hora del bajativo, Cristóbal nos invitó al living, una espectacular sala, cómodos sillones, dispuestos sobre una alfombra que cubría todo el piso. Una chimenea espectacular que, a pesar de ser verano, las noches a orillas del lago se volvían un poco heladas, así que poco a poco se comenzaba a notar ese calor tan especial que irradian estas fuentes de calor.
Nos sentamos en esos magníficos sillones, tú cruzaste tus piernas y ligeramente, subiste un poco más tu vestido, para dejar ver otro poco de esas bellas extremidades. Cristóbal se sentó a tu lado, sus amigos al frente de Uds. y yo elegí un sillón individual, se veían todos muy bien animados, se conversaba de todo y se sonreía mucho puesto que no faltaba la cuota de humor q se desprendían de los recuerdos que hacían de los eventos que pudieron compartir hace ya bastante tiempo y que al calor de la chimenea y el rico sabor de los aperitivos afloraban en la conversación, cada cierto rato te inclinabas en la mesa de centro para dejar o tomar tu copa, muy sutilmente, cada vez que te sentabas, corrías un poco más tu vestido, para que se vieran tus muy bien contorneadas piernas, todos notaban como ese vestido que se ajustaba muy bien a tu cuerpo, mostraba mucho más de lo que socialmente es aceptado.
Uno de los comensales se puso de pie y se dirigió a colocar música, pregunto qué quieren escuchar, todos dijimos, que elija mi mujer, si tienen algo instrumental, de preferencia sexo, dijo haciendo un chiste y todos rieron y al instante corregiste, digo saxo, lo otro lo dejamos para más tarde y todos rompimos en carcajadas.
Un suave saxofón se escuchaba inundando el lugar donde estábamos, al ritmo de temas lentos que invitaban a bailar

Tu amigo te invito a que hicieran gala de experimentar un buen baile, tu aceptaste y comenzaron a moverse al ritmo de la melodía en saxo q se escuchaba , lucias muy hermosa, con ese vestido negro ceñido q dibujaba tus grandes senos, te veías linda mi amorcito, tus piernas cubiertas por esas medias negras con encajes transparentes.
Acerco su cara junto a tu mejilla y te apretaba contra su cuerpo, tu te dejabas llevar, con sus manos te acariciaba el pelo y seguía por tu espalda y seguía hacia abajo, ahora c sus dos manos en tu trasero, t llevaba hacia el con mucha intensidad, el levemente en cunclillas afirmaba sus genitales contra ti. Ambos se reían, el bajo su cabeza hacia tus pechos e hizo el ademan de estarlos besando, se notaba que ambos estaban muy excitados.
Tu bajaste las manos y lo retiraste un poco de ti, sin dejar de bailar, comenzaste a soltarle el cinturón, ya se notaba su erección, él te acariciaba la cara y te daba algunos besos. Con un ligero movimiento te dio media vuelta y quedo detrás de ti, te apretaba contra él. Con sus manos dibujaba las caricias que te daba, subiendo de tus caderas hacia tus senos, tomo al mismo tiempo tus pechos y acerco su cara a tu mejilla y te comenzó a besar, al mismo tiempo que amasaba aquellos senos que por tanto tiempo solo soñó con hacerlo, la cara de satisfacción de Cristóbal era memorable, sonreía y solo quería estar así con un mínimo movimiento al ritmo de la melodía que sonaba en ese instante.
Sus amigos sonreían y comentaban lo sensual que eras para bailar mi amorcito.
Terminó la canción y Uds. seguían ahí, Cristóbal no quería soltar tus senos, tú con ambas manos le acariciabas su miembro, volvió a sonar la melodía envolvente del saxo, esta vez con un ritmo más rápido de corte caribeño, tú le sacaste las manos de tus pechos y te inclinaste bailando, pegando tu trasero a sus genitales, él te tomo del pelo, con un ademan, los tiro hacia atrás, subiste la cabeza sonriendo, luego te soltó y te tomó de las caderas haciendo el gesto que te estuviera penetrando, el ambiente poco a poco se estaba transformando y se sentía cargado de erotismo, para calmar un poco toda esa sensación tan rica, los que mirábamos, hacíamos brindis y asentíamos en forma positiva el rumbo que estaba tomando la noche que se venía envuelta de sexo y nuestros sentidos iban a compenetrarse de todo lo que nuestra imaginación hacia a menudo en nuestra intimidad.
Nuevamente quedaron de frente y sin dejar de besarse y acariciarse al ritmo del baile siguieron subiendo la excitación, terminada la canción
Tú le bajaste los pantalones y quedo a la vista su miembro erecto, con ambas manos apretabas es tronco formidable, dejando su tremenda cabeza frente a tu boca, me miraste y sonreíste a la vez que me guiñabas un ojo, sonreí también y te alce mi pulgar. Comenzaste a pajearlo, le corriste el cuero muy atrás esa cabeza hinchada lo afirmaste en tus labios, sacaste la lengua y se lo pasaste por esa cabeza q ya comenzaba a lubricar una pequeña gota en la punta de esa verga que pajeabas con vehemencia. Luego escupiste bastante en ese miembro, con tus manos recorrías toda su longitud, lubricándolo
Sus dos amigos miraban y se deleitaban con lo q estaban viendo, y no tardaron en sacar sus miembros y comenzaron a pajearse contemplándolos a Uds. Me decían, que gran mujer tienes, se nota que tiene gran experiencia en las artes amatorias, les respondí, es una diosa del sexo, luego lo podrán comprobar.
Luego me retire un poco más lejos y filmaba cada detalle de lo q estaba sucediendo. Te arrodillaste y comenzaste a chupar el pico a tu amigo, este se sacó la ropa de la cintura hacia arriba, te tomaba de la cabeza y jugaba con tu pelo.
Uno de los que miraba, completamente desnudo se acercó a ti x la espalda se arrodillo y comenzó a desnudarte, te saco el vestido con mucho cuidado para que no dejaras de chupar, tus senos quedaron al descubierto, seguidamente te saco los zapatos, sin que dejaras de succionar a tu amigo, luego te saco las medias, llego el momento de retírate el mini biquini de color rojo con negro, ahí soltaste el pico de Cristóbal de tu boca, pero no de tu mano, aprovechaste con la que te quedaba libre, acariciar la verga de su amigo, este acercó su boca a la tuya y se dieron un largo y prolongado beso, después de dejarte completamente desnuda y siempre de rodillas, continuaste chupando el pene de Cristóbal.

Luego siguió bajando su mano por tu cuello hacia tus senos, inclino su cabeza y te beso ahí mismo, seguidamente acaricio tus pechos en movimientos circulares, apretando cada cierto lapso de tiempo tus senos, como si estuviera amasando.

Ernesto se puso de rodillas a un costado tuyo, te separo las piernas, con su mano derecha te acariciaba tu espalda, bajando lentamente hasta tu hermoso trasero, con su mano derecha acaricio tu cara, tomo tu mentón y te ayudo con los movimientos que hacías para succionar el falo de tu amigo. Luego siguió bajando su mano por tu cuello hacia tus senos, inclino su cabeza y te beso ahí mismo, seguidamente acaricio tus pechos en movimientos circulares, apretando cada cierto lapso de tiempo tus senos, como si estuviera amasando. Siguió su camino hacia tu entre pierna, cuando llego ahí, saco su mano y te lo llevo a la boca, de donde salía mucha baba y te puso los dedos alrededor de la cavidad que se formaba por la cabeza del pene de Cristóbal que entraba y salía de tu boca, unto en ese exceso de lubricación que allí había y llevo sus dedos de nuevo a tu entre piernas, suavemente comenzó a introducir sus dedos en tu conchita, tu cuerpo acuso lo que comenzaste a sentir, moviste tus caderas de una lado a otro y comenzaste a menearte como si estuvieras en posición de penetración. En la medida que Ernesto hacia los movimientos mas rápidos, tus gemidos iban aumentando su entonación y soltaste el pico de tu amigo de tu boca, con tus manos muy firmes sobre el tronco del pico, lo afirmabas en tu frente, con los movimientos que hacías por la intensa actividad q ejercía Ernesto en tu conchita ya bastante mojada, con su otra mano, te la empezó a introducir por tu culito, parecías desfallecer. Cristóbal se inclinó un poco y te tomo de los hombros para que te desvanecieras hacia atrás, ya el éxtasis dentro de ti era inmenso, definitivamente soltaste el pico de Cristóbal, este se arrodillo frente a ti y te tomo con fuerza. Tu cabeza se movía de lado a lado, Ernesto comenzó a aumentar el movimiento en tu conchita, ya me vengo gritabas, estoy que acabo, hay amor, exclamabas, estoy acabando, suspiraste y te degastes caer hacia atrás, Ernesto, alcanzo a tomarte de la espalda y te dejo caer sobre tu costado derecho, Cristóbal igual alcanzo a meter sus dedos para sentir como acababas. Luego llevo sus dedos a tu boca, succionaste sus dedos y este los llevo a su boca y los chupo con intensidad, luego te pusiste de espalda en el suelo.
Cristóbal y Ernesto, se pusieron de rodillas al lado de tu cara, tu recién te comenzabas a recuperar de ese gran orgasmo provocado x tu excitación al chupar el miembro de tu amigo y las caricias en tu conchita y tu culito que te daba Ernesto, te provocaron un deleite que se manifestaban en el moviente de tu cuerpo y tus gemidos que terminaron en gritos y vociferaciones del éxtasis en que te hizo caer esa primera sesión de sexo.
Tomaste entre tus manos esos miembros duros que invitaban a chupar y pajear para lograr que quienes te dieron un orgasmo monumental, le provoques el suyo, Cristóbal te dijo, ya ricurita, pajea rápido y fuerte q me vengo, no termino de decir aquello y comenzó a eyacular sobre ti, se notaba el movimiento de su verga cada vez q expulsaba moco sobre tu cara, apretabas con fuerza ese miembro, dirigiendo el chorro sobre tu rostro. Ernesto repitió casi lo mismo, soltaste el falo que terminaba de eyacular y agarraste esa otra presa que era de similares características al de tu amigo, comenzó a salir ese semen el cual comenzaba a acumularse en tu cara y algunos borbotones, entraron en tu boca, con tu lengua lo mostrabas. Tomaste esos dos miembros entre tus manos con las cabezas a ambos lados de tu cara, lo afirmabas y arrastrabas moco a tu boca, luego pusiste las dos cabezas en la entrada de tu boca, después de pasarle incansablemente tu lengua a ambas pusiste nuevamente el primer falo que acabó en tu boca, aprisionaste ese glande en tus labios, miraste a tus machos y le sonreíste, ellos solo atinaban a acariciarte  luego q terminaste de limpiarlos, te tomaron de tu espalda y te sentaron en el suelo, el moco q colgaba de tu mejilla y mentón, cayó sobre tus tetas, ambos amigos con sus manos, desparramaron todo el moco q quedaba en tu cara sobre tus pechos, y tu escupías lo que tenías en tu boca, se veía excitante todo ese semen cubriendo cuello, senos y tu vientre, para concluir la escena ambos machos, terminaron acariciando tu conchita, solo atinaban a reírse.
Ya extasiados, ambos sementales se incorporaron, no sin antes tomarte por tus brazos y te ayudaron a ponerte de pie entre ellos, te turnabas p abrazarlos, besándose y dándose caricias por doquier, esos, tus senos exquisitos se fueron secando del moco q tenían, con el solo hecho de abrazarte y apretarte a los torsos de esos hombres q hicieron este encuentro sexual un sueño hecho realidad.
Estando entre medio de los dos se abrazaron y caminaron hacia el sillón, se sentaron y siempre tu entre medio de ellos, se veían de maravilla, relajados y con ganas de seguir teniendo sexo.
Te pusiste de pie, no sin antes, inclinarte sobre tus dos sementales los besaste y acariciaste, sus miembros ya estaban relajados. Caminaste hacia mí, antes eso sí, le dejaste besos y caricias a Rubén que aún se pajeaba, le agarraste su miembro y se lo pajeastes por un rato le dijiste, luego te tocara a ti.
Cuando estuviste a mi lado, me preguntaste, ¿te gusto lo q vistes? Si mi amorcito, fue extraordinario, esta todo grabado, tal cual lo habíamos imaginado, me abrazaste y besaste intensamente, voy a tomar una ducha, susurraste, y regreso en breve.
Todos te quedamos mirando, tu caminar sensual  desnuda, movías la cabeza para q tu pelo al desplazarte diera el toque final a aquella estampa de ensueño.
Nuestros amigos igual aprovecharon el tiempo y se fueron a los otros baños q tenían la casa,
Al cabo de corto lapso de tiempo, estaban de vuelta, vestían como única prenda un short, la casa estaba completamente temperada.
Mientras esperábamos que retorne mi cosita hermosa, nos preparamos tragos largos y de lo único q se hablaba era de lo que te hacia ver sensual y sexy, se corroboraba con tu amplia capacidad de hembra buena para tener sexo, sin duda cuando haya q penetrarla, comentaban, la experiencia va a hacer alucinante. La forma en como atrapaba el glande entre sus labios y la mirada y sonrisa que nos daba haciéndolo era una sensación muy distinta a lo q habían experimentado esos machos. Solo felicitaciones recibía por tener una mujer tan especial.

Luego de un rato apareciste, con una tolla que te cubría un poco más arriba de la rodilla y otra en la cabeza, te acercaste hacia donde estábamos compartiendo nuestros tragos y dijiste, ¿cómo están mis machos? La respuesta fue al unísono, bien ricurita. Bésate y abrazaste a cada uno de tus machos, olías muy rico y tus labios estaban exquisitos.
Te sacaste la toalla de la cabeza y tu pelo húmedo te dio otro aspecto que lo hicieron notar esos machos que no te sacaban la vista y solo deseo de veía en sus ojos
Cristóbal te acerco un trago, lo recibiste y propusiste el brindis por la excelente experiencia sexual que habían tenido
Preguntaste, ¿qué les pareció mis machos este exquisito sexo que tuvimos? Muchas sonrisas y buenos comentarios de esa primera experiencia, seguimos conversando por un rato y mi amorcito, tomó de la mano a Cristóbal y a Ernesto y se fueron a sentar a uno de los grandes y cómodos sillones, acto seguido llamaste  a Rubén y le dijiste que se parara frente a ti, tenido a los otros a cada uno de sus lados. te voy a ayudar a desvestirte,  le soltaste  el cinturón y le bajaste los pantalones junto con el bóxer, al ver la erección de Rubén sonreíste y le dijiste a Cristóbal, parece que elegiste a tus amigos que se parecieran mucho a ti, obviamente lo decía por el símil miembro que tenía en su cara, muchas risas y mi cosita hermosa, organizó la siguiente sesión de sexo

Mientras desvestía a Rubén, a ti también te hacían lo mismo, te retiraron la toalla que tenías amarrada a la altura de tus pechos, el aroma que tapaba la prenda con la que te secaste, inundo el ambiente, sin dejar de  chupar ese formidable miembro del macho de turno, te levantaste levemente de donde estabas sentada, para dejar que retiren la toalla de tu cuerpo, aun se podía sentir la humedad del baño reciente, los otros machos, te acariciaban la espalda, los senos y tu conchita mi amorcito, era alucínate ver esa nueva escena sexual, lo que siempre fantaseábamos con otro hombre, ahora estaba pasando con tres

Al cabo de un rato de chupar y lubricar a Rubén,  le pediste q se arrodillara, separaste bien tus piernas, le dijiste a tus otros sementales que se sacaran los shorts y se pusieran de la mejor forma al lado tuyo, cosa que sus enormes falos llegaran a la altura de tus exquisitos senos. Así lo hicieron y acto seguido, dirigiste la cabeza de Rubén  a tu conchita, a pesar que ya habías comenzado a excitarte por la succión dada a quien ahora comenzaba a pasar la lengua por la cavidad que es la entrada en búsqueda de un placer sin límites, así y todo, producto de tu baño, se sentía un agradable aroma en esa parte. La naturaleza no te dotó con mucho bello  en el pubis, así q no tenías necesidad de depilar esa zona así que la succión era muy agradable.

Los gemidos comenzaron a salir de tu interior al sentir la lengua de Rubén en tu conchita, mientras los otros machos rozaban sus falos en tus senos, tu cabeza apoyada en el sillón, lo girabas a ambos lados para mirar como tus dos hombres a tus lados mojaban tus pechos por la lubricación que producía el placer, agarraste una de tus presas favoritas, la de tu amigo Cristóbal, lo comenzaste a pajear, le corriste muy atrás el cuero y llevaste esa gran cabeza a tu boca para comenzarla a chupar, le pasantes muchas veces la lengua por su superficie y por el largo del miembro, le besabas los testículos, mientras sobabas ese miembro erecto, tu amigo solo atinaba a acariciar tu pelo y cara. Ernesto mientras tanto con su mano dirigía el recorrido de su tieso miembro alrededor de tu seno, era una escena delirante, ver como mi cosita hermosa gozaba y hacia gozar a esos machos que lo único que anhelaban era penetrarte, lo q se venía sin duda alguna iba a superar con creces lo que alguna vez, imaginamos en nuestra intimidad.
Mientras volvías de los testículos a la punta de la cabeza del falo que lubricabas, este te lo pasabas por tu cara, lo apretabas contra ella, mientras tus gemidos y gritos iban en aumento por la intensa actividad que ejercía Rubén en tu conchita, con sus manos te la tenía bien abierta y succionaba con fuerza ese clítoris. Con tu otra mano tomates el pene de Ernesto y lo comenzaste a pajear al unísono con el otro miembro que tenías en tu otra mano, tu cuerpo lo movías con gran intensidad, ya comenzabas a tener tu primer orgasmo, tus gritos iban en gran armonía con los movimientos de las paja que les dabas a tus machos, subías y bajabas tu cuerpo contra la cara de Rubén,  comenzaba tu éxtasis, tus machos te tomaban del pelo y te acariciaban los senos, tu placer era mayúsculo, estaba encendido, cuando terminaste de acabar, soltaste los falos y apretabas con tus manos la cabeza  de Ernesto contra tu conchita, acto seguido, tomates nuevamente el miembro de Cristóbal y le dijiste que se sentara en el sillón, mientras Ernesto se incorporaba y te ponía su miembro en tu boca  lo chupaste un momento y organizaste la nueva sesión de sexo, esta vez comenzaban esa ansiada penetración. Tu vagina estaba muy bien lubricada y no ibas a tener problema para montarte sobre Cristóbal.
Te preparaste para subirte sobre tu amigo, abriste tus piernas, apoyaste tus rodillas y con tu mano derecha afirmado por la de Cristóbal, dirigieron ese falo completamente lubricado hacia la entrada de tu conchita, comenzabas a sentir como esa presa dura entraba lentamente para que no te causara dolor y te fueras acostumbrando a esa medida, se abrazaron y besaron apasionadamente, con sus brazos tu amigo te rodeo sobre las caderas y empujaba suavemente hasta que tuviste todo ese miembro dentro tuyo, se quedaron así un momento, mientras Cristóbal aprovechaba de acariciar y chupar tus pechos, le dijiste a Ernesto que prepara tu culo para recibir su presa por ese lado, comenzaron a moverse y a gemir ambos por el placer que les provocaba esa primera vez, Rubén se puso por detrás del sillón y apuntaba su miembro hacia tu boca, le tomaste su miembro duro y le comenzaste a dar sexooral y así siguieron por un largo rato. Ernesto escupía sus dedos y te los introducía por tu culo para q este comenzara a dilatarse,  se sentían varios quejidos y gritos de placer, tu cuerpo se estremecía por la penetración por tu conchita y dedos por tu culo, Rubén te acariciaba la cara y hundía sus dedos en tu pelo, mientras Cristóbal hacia más rápidos sus movimientos de penetración, acariciaba tus pechos y prácticamente se los comías. Así mis machos les decías mientras comenzaba tu nuevo orgasmo, mientras este duraba, Cristóbal te hundía su miembro muy rápido.
Acabaste nuevamente y le pediste a Cristóbal que se tendiera en el sillón, ahí te pusiste nuevamente sobre él y le dijiste a Ernesto que te penetrara por atrás, te inclinaste sobre tu amigo,  este hundió su cara entre tus tetas, era su máximo deleite, Ernesto se acomodó de tal manera, cosa que pudiera penetrarte y estar cómodo para poder culiarte al unisonó con Cristóbal, este ya te tenía todo su miembro introducido en tu conchita, y Ernesto comenzaba a meter toda esa presa similar a la que ya tenías dentro, en la medida que entraba ese pico grande por tu culo, gritabas por algo de dolor y placer, ya quedaba muy poco para que tuvieras toda esa verga dentro tuyo y Ernesto empujo de un golpe todo su miembro dentro de tu culito, el grito q distes fue desgarrador, y así esos machos comenzaron a culiarte y Rubén se cambió de lado para que lo siguieras chupando.

Si las escenas anteriores fueron excitantes y delirantes, esta superaba toda imaginación, penetrada por Cristóbal, te afirmabas con tu brazo derecho sobre su pecho, mientras te apoyabas en tu lado izquierdo del miembro de Rubén, Ernesto ponía todo su esfuerzo con su movimiento de penetración por tu culo de dirigir ese movimiento de cuerpos q al ritmo del sexo de esos machos hacían estremecer tu cuerpo, los gemidos y quejidos iban en aumento, los cuerpos transpiraban, tu cabeza se movía junto con todo ese esfuerzo por alcanzar el placer, Cristóbal te afirmaba de los hombros para que mantengas la postura, en donde tus senos se movían por sobre el rostro del macho q estaba de espaldas, a ratos calzaba uno de tus pechos en su boca y lo succionaba con mucha fuerza, en otros los amasaba y besaba en sus contornos.
Ya comenzaba a llegar tu éxtasis, tus quejidos entrecortados ya lo hacían notar, te afirmabas con fuerza del miembro de Rubén, alzabas la cabeza y apuntabas tu rostro al techo, ahí aguantabas las penetraciones y tu cuerpo lo movías con furia en contra de esos miembros q te hacían gozar.
No se cuanto tiempo pasó y comenzaste a vociferar, fuerte mis machos, no paren, no dejen de culiarme que ya me vengo, lo repetiste varias veces, de pronto, soltaste el pico de Rubén, te afirmaste en el pecho de Cristóbal y te dejaste caer sobre él, estoy acabando, gracias mis machos, sigan culiandome.
Así te quedaste un rato mientras tus machos no paraban de penetrarte.
Comenzaste a besar a Cristóbal de forma apasionada, mientras este te abrazaba y no dejaba de culiarte, al cabo de un rato, Cristóbal le dijo a Ernesto que saliera para cambiar de pose, al retirar su verga, distes otro gran suspiro.
Cristóbal se sentó en el sillón  sin soltarte, así estuvieron un rato, mientras los otros dos sementales se seguían pajeando apoyados en tu espalda y acariciaban tu pelo, espalda y mentían sus dedos por tu culo.
Lentamente comenzaste a incorporarte, sacando aquel pene erecto de dentro de ti, mientras te ponías de pie, le decías a Cristóbal  gracias mi macho por este enorme placer.
Una vez de pie, te distes la vuelta y comenzaste a acomodar tu culito p q te penetre por esa vía esta vez Cristóbal, tomates y dirigiste esa enorme cabeza y sentaste ese hermoso culito tuyo sobre esa verga erecta, mientras realizabas esta acción, me mirabas y sonreías, me mostrabas tu conchita completamente abierta, lista para recibir otro miembro por ese lado.
Una vez que terminaste de sentarte sobre el pico de Cristóbal, le dijiste a los dos machos que estaban preparados para seguir en actividad sexual contigo, esperen un poco, mientras este macho en el que estoy sentada me culea, quiero acariciarme un rato.
Pensaba q las escenas que había visto hasta hora eran suficientemente delirantes, quedaba por ver como culiabas con Cristóbal en esa posición en que te penetraba por atrás y tu estando sentada sobre él, le dejabas a su disposición lo que más le gustaba de ti, tus hermosos y grandes senos. Con ambas manos al ritmo de su sexo desenfrenado, te acariciaba y amasaba entre sus manos, mientras besaba tu espalda, a ese mismo ritmo, te acariciabas tu clítoris, ojos cerrados, tu boca en forma de albergar la cabeza de un pene, dejaba exhalar gratos quejidos, mientras los otros dos machos se apoyaban en ti con una de sus manos y con la otra se pajeaban.
Pasaron un largo rato culiando con tu amigo que a cada instante hacia más rápidos los movimientos de su cuerpo, empujando ese enorme falo dentro de ti, cada vez que te subía de donde estabas sentada, tomado de tu cintura te empujaba con fuerza contra su cuerpo, hundiendo todo ese tremendo pico en tu culito mi amor, los, quejidos de ambos eran muy fuertes, al poco rato de esa fuerte embestida por detrás de ti, comenzaste a acabar, agradeciendo a tu macho por el placer logrado y tus suspiros quejumbrosos daban cuenta de cuanto gozo sentías en esos momentos.
Pararon un rato y sin dejar de estar sentada en el tieso miembro de Cristóbal, le dijiste a Rubén que te penetrara por tu conchita, abriste cuanto pudiste tus piernas y la gran verga de ese macho deseoso a mas no poder de penetrarte comenzó a introducir dentro de ti, mientras Ernesto se ubicaba para que le chuparas esa cabeza bien lubricada por la paja que se corría mientras te veía acabar por la culiada que se dieron con Cristóbal.
Rubén se acomodó  lo mejor que pudo para introducir esa gran presa dentro tuyo, mientras te comenzaba a culiar lentamente, Cristóbal no soltaba tus tetas, todo ese tiempo que fantaseo con tenerlas entre sus manos mientras fornicaban era toda una realidad y lo estaba aprovechando a mas no poder.
Una vez q los dos picos estaban bien adentro tuyo comenzó de nuevo el movimiento que llevaría a experimentar una vez más el placer en ti y en esos machos que ponían todo su empeño en saciar su sed de estarte culiando. No paso mucho tiempo, ya q Rubén con la ansiedad de penetrarte te dijo: ricurita estoy que acabo,  le contestaste hazlo sobre mis pechos, acto seguido saco su pico de dentro de ti y lo pajeo con una fuerza furiosa que le provoco el orgasmo, tomates entre tu mano con fuerza ese falo que ya comenzaba a expulsar semen sobre ti, le dejaste toda la cabeza expuesta y lo dirigiste hacia tus tetas, Cristóbal juntó tus senos y los rozaba entre ellos para ayudar así a que el moco abundante que expulsaba Rubén de desparramara entre tus hermosos senos.
Luego, dirigiste esa gran cabeza completamente descubierta hacia tu boca, sin soltar a tu otro macho, toda esa cabeza lo pusiste dentro de tu boca, le sacaste el ultimo moco que colgaba de ella, besaste todo ese enorme falo, no sin antes acariciar sus testículos, lo soltaste, abriste tu boca y escupiste el semen en tus tetas.

juntó tus senos y los rozaba entre ellos para ayudar así a que el moco abundante que expulsaba Rubén de desparramara entre tus hermosos senos.

Rubén cayó exhausto en el sillón.
Acto seguido llevaste a Ernesto al frente tuyo y pusiste ese pico en tu conchita.
A todo esto Cristóbal esperaba sin moverse, con todo su pico metido en tu culito, así que ahora nuevamente tenías dos machos culiandote, tuviste varios orgasmos los que te hacían gemir muy fuerte y estos se mezclaban con los tonos graves que emitían esos sementales al ritmo desenfrenado de esas embestidas bestiales q te están dando.
Ernesto exclamó, ah ricurita, me vengo, donde quieres que acabe?
En mi boca respondiste, saco su verga de dentro de ti, la cual tomates y lo llevaste a tu boca. Con gran intensidad descargo a borbotones dentro de tu boca ese semen caliente que te excitaba mucho más, le apretabas su gran presa para sentir como acababa, gracias hembra preciosa te decía, solo lo mirabas y sonreías. Cayó igual que Sergio en el sillón, aun gimiendo, mientras tu dejabas caer todo ese moco en tus teta. Cristóbal aumento el ritmo, al cual tu respondiste con la misma intensidad, el macho que quedaba dentro de ti, se encargó de desparramar el moco entre tus tetas y vientre. Te veías estupenda culiando así, brillaba tu cuerpo con todo ese semen sobre ti.
Llegó el turno de acabar de Cristóbal, te dijo cariñito voy a terminar, te voy a sacar y voy a acabar fuera de tu conchita, ya mi macho, contestaste, acto seguido te levantó y se acomodó más adelante en el sillón, para que te sentaras un poco más arriba de la base de su pico, así fue, se apuró a pegar su miembro en tu conchita, al mismo tiempo tu apretaste ese miembro a lo largo de la entrada de tu conchita y comenzó el éxtasis de ese instante de gran sexo, gran cantidad de moco expulso Cristóbal, te pidió, te sentaras en el sillón, lentamente te puso de espaldas con las piernas tocando tus tetas, él se acomodó de tal manera para que, con su pico, arrastrara el moco dentro de tu conchita, con ambas manos, abrías tu conchita para que tu macho metiera el moco dentro de ti, después de enterrarte su pico varias veces por tu culito y conchita, llevo su pico aun erecto a tu boca para que terminaras de sacarle el semen que colgaba de él, sin dejar de chuparle su miembro, te sentaste en el sillón, luego de varias succiones, son soltar de tu mano su falo, le preguntabas, te gusto mi macho? Sonriendo te decía, si, eres una gran hembra.
Luego te paraste, abrazaste a Cristóbal y se fundieron en un beso largo y prolongado, sin separar un centímetro sus cuerpos.
Luego besaste a tus otros dos machos y después de unas caricias, caminaste hacia mí, me besaste intensamente y me susurraste voy a bañarme.
Cuando caminabas hacia el baño, tus machos ya saciados, notaron como el ultimo moco depositado fuera de tu conchita, corría por entre tus piernas, lo que te hacia ver demasiado sexy y caliente hembra.
Cristóbal y sus amigos igual aprovecharon p hacer usos de las duchas, al poco rato ya estaban de nuevo listos p seguir dando vida a esta fantasía sexual hecha realidad. Mientras esperábamos por mi cosita hermosa, Cristóbal preparo un picoteo con lo q quedaba de la cena, además de sendos tragos, tenía todo listo para reponer energías tan necesarias p enfrentar lo qe quedaba de la noche ya bien entrada en la madrugada.
Estábamos en amena charla cuando te vimos aparecer en la sala, esta vez venias desnuda, con tu pelo húmedo que te hacia ver aún más deseable, tus senos se movían al ritmo de tu caminar, aun se notaba la humedad en tu cuerpo recién duchado y tu aroma inundo el espacio en el cual te esperábamos, hola mis machos dijiste, que gran acierto lo q prepararon, hay mucha sed y hambre.
Te pusiste delante de mi dándome la espalda, hundí mi cara en tu pelo, acaricie tus senos y te apreté junto a mi cuerpo.
Hummm dijiste, le sonreíste a esos, tus machos por esta noche y preguntaste ¿siguen con ganas de seguir teniendo sexo? Si respondieron al unísono,  luego que comamos algo, voy a culiar con cada uno de Uds., Cristóbal a ti te voy a dejar al último, ¿q te parece?
Bien, respondió.
Así q comenzamos a comer y beber mientras los comensales te decían lo mucho que habían gozado hasta aquí y agregaban, que eres una gran hembra, capaz de hacer realidad cualquier fantasía  y si permitirías q te trataran en forma vulgar, respondiste, si eso les produce alguna excitación especial , ningún problema.
Eres mejor que una maraca, dijo Cristóbal y te voy a culiar como nunca, hasta el momento, solo mi cabeza del pico te ha entrado en tu boca, voy a ponerte todo mi miembro por ahí, te dijo, le sonreíste, y le dijiste, como quieras mi macho, sabré como comerme esa gran presa.
Así transcurrió ese rato de reposición de energías, con muchas frases como esta, hasta que te paraste acariciando tu conchita y le dijiste a Rubén, ven mi semental vamos a culiar.
Ambos se tomaron de la mano y se fueron dirección al gran sofá.
Antes de comenzar a culiar se tomaron sus tragos, acto seguido le quitaste el bermuda que llevaba puesto como única prenda de vestir.
Ya su erección era evidente, al abrazarse y besarse, juntaron sus cuerpos, el miembro de Rubén se apretó a tu vientre luego de un largo beso y caricias, te pusiste e rodillas y comenzaste a succionar ese fabuloso falo, todas las formas de imaginar y soñar en sexo sucedió en lo que quedaba de la noche, penetración anal, normal, 69, paja rusa, en fin todo el sexo en su máximo esplendor, nos tocaría contemplar junto a esos machos que no estuvieran culiando a mi cosita hermosa, ver y escuchar sus orgasmos era una forma más de placer que experimentaban esos hombres que habían recorrido todos los lugares del cuerpo de mi amorcito que tan generosamente les permitía recorrer sin límite alguno.
Los momentos de acabar de los machos era lo que más esperaba y gozaba mi cosita hermosa, su cara y sus pechos memorables eran cubiertos de moco que con la ayuda del macho de turno desparramaban en esos enormes senos y todo terminaba con ambos cuerpos unidos y con los movimientos que se prodigaban con gran entusiasmo, terminaban compartiendo el impregnarse de lo que salía expulsado por el placer de haber tenido una sesión de buen sexo.
Así avanzaba la madrugada, pasaron los dos primeros machos, terminada la actividad sexual, te retirabas a bañarte, llegó el turno de Cristóbal, estábamos expectantes por lo que te había dicho cuando reponíamos energías en el break antes de empezar los encuentros individuales, Cristóbal dijo, con eso terminaremos mi ricurita, para que nunca lo olvides, mi cosita hermosa sonrió y dijo, jamás olvidaré tanto placer a manos de tres sementales tan bien dotados.
Comenzaba a despuntar el día cuando mi cosita hermosa y su amigo Cristóbal iniciaban un encuentro sexual más, en esa noche que sin duda alguna, será inolvidable.
El lago, estaba en total calma y los primeros rayos de luz dibujaban en su superficie los contornos y brillos de la cordillera que en ese día de verano, auguraba una jornada calurosa que permitiría observar en todo su esplendor una belleza escénica sin igual.
Cristóbal, extasiado desde que llegamos, y todo lo que había sucedido esa noche, tenían a ambos cuerpos plenos para culminar esa experiencia sin igual, tu cuerpo recién duchado, tu pelo a medio secar, ese aroma especial que emanaba de tu cuerpo, era lo que tu amigo y macho de turno tenia ahora a su disposición para hacer de tu cuerpo lo que se le antojara, todo lo imaginable y mucho más dio lugar a ese último encuentro sexual, al igual tu tenías a ese semental a tu disposición y podías hacer lo q mejor quisieras y así fue, junto a Ernesto  y Rubén fuimos testigos de tus orgasmos y vociferaciones al entrar en éxtasis, mientras el cuerpo sudado de Cristóbal insistía con fuerza en culiarte en las diferentes posiciones que adoptaron, especial énfasis pusiste al final para que Cristóbal eyaculara, le tomaste su verga dura y lubricada de tanto culiarte y lo pusiste entre tus tetas, Cristóbal estaba a horcajadas sobre tus bellos pechos, cada vez que descubría su gran cabeza, esta llegaba hasta tu boca, se lo alcanzabas a lengüetear, así estuvieron por un buen rato.
Cuando ya se acercaba el orgasmo, Cristóbal se paró y te sentó en el sillón, su pico estaba a la altura de tu boca, te dijo pajeame rápido que acabo mi ricurita, con mucha fuezra y rapidez lo hiciste y descargo todas sus ansias entre tu boca y tus pechos, después de pasar bien su pico por tu cara y tus senos, se lo chupaste repetidas veces hasta q no quedo ni una sola gota de semen saliendo de la punta de esa cabeza q te propino sendos orgasmos en el tiempo que duro esa última sesión de sexo.
Ya la mañana estaba en pleno cuando te despediste de tus sementales, te acercaste a mí, me tomaste de la mano y me dijiste, vamos a dormir mi amor.
Después de la ducha, ya estando los dos desnudos en la cama, te abrace y mis manos como de costumbre descansaban en tus pechos,  te dije descansa mi amorcito, a relajarse de tanto placer ya q en unas horas más, veremos que nos depara este sábado y mañana domingo.
Me dijiste
Nunca había imaginado, ni siquiera en mis más locas fantasías, ni mejores sueños
Que tenía tanta resistencia para gozar y entregar placer
Y nos quedamos profundamente dormidos.

El calor sofocante de aquel día de verano fue la causa de despertarme transpirando y pegado a la piel de mi cosita hermosa, el sol entraba de pleno en la habitación, retire lentamente la poca ropa de cama que nos cubría, lo hice con mucha suavidad para no despertar a mi amorcito y me dirigí al baño a darme una buena ducha.
Una vez terminado, al salir del baño, escuche una gran algarabía, con muchas risas con grandes carcajadas, algo llamó  mi atención,  dentro de todo ese bullicio, logre distinguir risas femeninas, así que me acerque a la cama y con mucha ternura, bese y acaricie a mi cosita hermosa, hasta q despertó y me preguntó  que hora es mi amor, le dije no tengo idea, pero el sol está muy alto, seguidamente le pregunte, escuchas?, si me dijo, están muy alegres. Al parecer hay mujeres le dije. Se sentó  en la cama, puso atención y se levantó, fue hacia la ventana, corrió  la cortina, estábamos en un 2do piso, miró  hacia el lago y vio que los machos que la culiaron toda la noche, se estaban bañando en compañía de mujeres y están todos completamente desnudos.
Lo que pasó  en lo que quedaba del día sábado, la noche, amanecida domingo y tarde ya en el ocaso del mismo día, da para escribir otro gran relato erótico.
Así q al despedirnos de nuestros nuevos amigos y amigas, nos hicimos el firme propósito de volver en el futuro a repetir aquella gran experiencia sexual.
Y nosotros, mientras nos dirigíamos a nuestra casa conversábamos sobre nuestra gran experiencia y nos poníamos como tarea, idear nuevas fantasías para llevarlas a la realidad y compartirlas con nuestros nuevos amigos.
Espero les haya gustado este relato que sucedió un día de verano en “la cabaña del lago”

Lincoyán

 

 

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Ver comentarios

  • La verdad leo todos los relatos y casi todos me dejan hot porque todo lo que leo me lo voy imaginando a paso que voy leyendo.
    Pero este relato me dejo muy pero muy hot ademas me moje que digo poco uff mucho....
    Tengo tantas fantasía que cumplir....

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Etiquetas: Relatos Cortos XXX