Relatos Eroticos Breves
Estos relatos son ideales para aquellos que buscan una lectura rápida y erótica para disfrutar en su tiempo libre. Los relatos eróticos breves son una forma divertida y excitante de explorar y expresar los deseos y las necesidades sexuales de una persona y pueden ser una forma saludable de añadir un poco de emoción a la vida sexual de cualquiera.
Una esposa ingenua
Juliana se llama la mujer de mi amigo Juan,ella es una ingenua y deliciosa dulzura latina yo la conocí hace un tiempo mediante mi amistad con Juan
La esposa de mi amigo me convirtió en su putito
Luego de varios años, me volví a encontrar con mi amigo Andrés. Charlamos un rato y luego acordamos vernos con nuestras esposas en un bar.
Obsesión Por El Obsceno Cameltoe De Mi Tia.
Cómo todos los hombres, yo también tengo una obsesión por una particularidad de las mujeres, un aspecto físico de alguna parte de su cuerpo que se nos vuelve una necesidad mirarla, tocarla, tenerla si...
En espera
Hace ya unos años vivamos en Mérida Venezuela, en un pueblito semi rural, mi esposa y yo con mis dos hijos. Esra una casa pequeña pero acogedora con un gran patio, nos llevábamos bien con los vecinos ...
Mi Vida De Sexo III
Bueno como ya tenía el número de su celular de FRANCISCO, después de alguno días volvimos a tocar el tema con mi pareja un dia viernes despues del trabajo me dijo llámalo, y así lo hice
Mironas
Una noche como cualquier otra (para mi) no me podía dormir era verano y hacía bastante calor pesar del horario, entonces para conciliar el sueño me dispuse masturbarme; como duermo desnudo
Convertí mi esposa en putita II
Hola cómo les conté ya nuestra relación había cambiado mucho y Ana disfrutaba de mi actitud pues ella se convirtió en una mujer liberada después de un mes queríamos otra experiencia
Convertí A Mi Esposa En putita
Hola muy buen tiempo y hora buena para quien les esto bueno me presento mi nombre real es Luis y mi linda mujer se llama Ana pero siempre se le llama Anita
TRES DIAS EN EL PARAISO I
Arturo pasaba ya los cincuenta y cinco, y yo estaba pisando los cincuenta, cerca de cambiar el cuatro por el cinco, iniciando una nueva década de vida.