Me entregue a un stripper

Despedida de soltera

Estoy enojada conmigo misma, y con mi marido, estoy enojada porque hice algo inusual y vergonzoso, me entregue a un stripper y por esto estoy enojada con mi esposo porque él me dejó ir a la despedida de soltera sabiendo que habría bebida y strippers allí.
Todo comenzó de manera inocente, sólo bebiendo y riendo pasando un buen rato.

Los strippers en la fiesta eran muy amables, jóvenes y de buen aspecto. Uno de ellos me llamó la atención porque estaba muy bien formado y tenía un enorme bulto en sus pantalones cortos de spandex, no pude dejar de mirar fijamente, me vio mirando y sonriendo a lo que me imaginaba, él también empezó a prestar atención a mí, conseguí tocarlo y acariciar su cuerpo firme, no pude dejar de notar el bulto cada vez mayor, supongo que me sentí halagada de que estaba teniendo ese efecto en él.
Como llego la noche, yo ya estaba bastante borracha y es que no suelo tomar a menudo, por lo que muy valiente seguí platicando con él y tocándolo con descaro e incluso me senté en su regazo a horcajadas sobre él.

Podía sentir que el gigante pene presionando contra mi, y se sentía muy bien. Nos fuimos a una habitación mas apartada y sobre la cama me volví a sentar encima de el, me sacó su enorme polla deslizándola contra mis labios vaginales a través de mi tanga, yo pensaba “¿Qué diablos estoy haciendo” pero estaba tan emocionada y mi ropa interior empezó a mojarse,  no podía parar.
En ese momento mi cabeza daba vueltas y de pronto me di cuenta que ya no teníamos ropa puesta, así que me entregue al stripper, de pronto sentí su lengua en mi coño que me lamia hacia llegar a un orgasmo. Instintivamente, cogí su pene y no podía creer lo grande que sentía, mis dedos no pudieron llegar a alrededor de su circunferencia, lo puse sobre mis labios y traté de chupar pero podía abrir tanto la boca así que  solo lamí la cabeza y el cuerpo, que era tan grande que no parecía real.

Yo ya estaba bastante borracha y es que no suelo tomar a menudo, por lo que muy valiente seguí platicando con él y tocándolo con descaro e incluso me senté en su regazo…

Continuo besándome ahí abajo hasta que termine con un grito, entre mareada y dormida no sabía lo que estaba pasando, pero me sentía muy bien, estaba tan mojada.

Él se puso a chupar mis pezones, se movió y estaba besando mi cuello mientras sentía la cabeza de su pene desnudo empujando contra mis labios vaginales. Me entró el pánico por un momento cuando sentí su cabeza empujando, pero yo lo quería, para experimentar algo tan grande y que ya había llegado tan lejos, no iba a parar ahora.

Una vez que la cabeza estaba dentro, lentamente empujó hasta el fondo y yo gemía como un pequeño cachorro, ya que me estiraba y pude sentir las olas de construcción de otro orgasmo.
Él puso su boca sobre la mía mientras lentamente empujó a mitad de camino, yo gemía mientras su lengua exploraba mi boca, solo recuerdo que estaba tratando de gritar, pero el sonido no salía. Entonces sentí sus bolas contra mi culo y supe que ya había entrado completamente, su tamaño intensificó el sentimiento y me vine de nuevo, todavía no podía creer que todo estaba dentro de mi.
Realmente no recuerdo demasiado, sólo el ir y venir, dentro y fuera, su enorme polla. Se movía lentamente, se sentía tan bien, a continuación, después de unos minutos se aceleró y entró dentro de mí y yo podía sentir su polla palpitante y como roció su carga en mí y pude sentir el calor de su semen, que me inundó.

Yo gemía mientras su lengua exploraba mi boca

Tal vez fue sólo el alcohol y yo estaba demasiado borracha y cayendo dentro y fuera de la conciencia, pero los sentimientos eran tan intensos, nunca había sentido algo así antes.
Después del éxtasis y euforia me sentía tan avergonzada, ¿cómo podré decirle a mi marido lo que había hecho? comencé a llorar y caí en profundo sueño.
Me desperté en la cama, me vestí y me fui. Me sentía tan dolorida que caminar era difícil y doloroso y pude sentir su semen goteando por mis muslos todavía.
Mi marido había venido a recogerme y me estaba esperando en la sala de estar. No podía mirarlo a los ojos. Yo creo que él sentía que algo estaba mal porque estaba muy callado  ¿cómo podré decirle que me entregue a un stripper, yo nunca debí haber permitido que sucediera? sólo espero que cuando le digo a mi marido él pueda perdonarme a mí.

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