Despertar sexual V

El desellace esperado de una historia de amor filila

LA INVITACIÓN
Pasaron algunos días de aquel encuentro con mi tío y yo seguía en las nubes; no había momento en que me pusiera a pensar en lo que había pasado… en recordar todo lo que hicimos… todo lo que me hizo sentir. La culpa que sentí se fue borrando y en su lugar empecé a sentir mucha emoción y muchas ganas de repetirlo. Todas las noches me tocaba hasta hacerme venir pensando en mi tío, en sus manos y recordando todo lo que me hizo sentir con sus caricias. Estaba totalmente enganchada a mis deseos… y bueno, todo eso empezó a hacer mella porque fueron días en que estuve muy distraída en todo. En la escuela varias veces me llamaron la atención por “andar en la luna” y por algunas tareas que no hice. De hecho, mis amigas se preguntaron si me pasaba algo, porque eso no era normal. Yo no quería decirles el lío que me traía con mi tío… era demasiado como para andarlo contando. Me presionaron tanto que tuve que inventarles que había un chico que me estaba pretendiendo y obviamente mis amigas exigieron que les platicara todo.

Les dije que se trataba del sobrino de una vecina, que seguido iba de visita y así nos habíamos conocido…que mi mamá y la susodicha vecina eran buenas amigas y que convivíamos mucho y por eso empezamos a vernos más. Era importante llegar al tema del sexo para poderles decir todo lo que me pasaba y ver qué me decían ellas, así que les inventé que varias veces nos habíamos quedado solos por ratos y que en esos momentos el chico se había “acercado” más de la cuenta y en una vez primero me besó. Jajajaja mis amigas gritaron y se emocionaron… hasta me reclamaron que por qué no les había dicho nada antes. Les dije que pensé que no era nada importante y que no pasaría nada. Me exigieron que les contara todo; así que mientras les platicaba los pormenores, iba inventando la historia de tal forma que todo lo que había pasado con mi tío, me había pasado con ese supuesto chico.

Les dije que después de un par de besos bastante normales por así decirlo, pasamos a besos con caricias… que me había tocado las bubis y después las nalgas… y que yo me atreví a tocar sus nalgas también. Luego, que la cosa subió de tono cuando el supuesto chico metió su mano en mi blusa para tocar mis senos y después en mi pantalón, para tocar mi vagina… para luego, en otra ocasión, llegar al punto en donde me masturbó hasta hacerme venir.

Jajaja recuerdo la cara de mis amigas y lo locas que se pusieron; no lo podían creer. Fue cuando una de ellas preguntó si yo había hecho lo mismo con el chico y si agarré y acaricié su pene, a lo que yo exaltadamente contesté con un rotundo ¡No!. La misma amiga me recriminó y me dijo que era una tonta por haber dejado pasar la oportunidad y le respondí que ella qué iba a saber y contestó que sí sabía y todas la confrontamos diciéndole que estaba mintiendo. Fue cuando nos platicó que justamente un par de días atrás ella y el chico con el que sale estuvieron solos en su casa y que “lo hacen”. Que se quedaron a nada de coger pues ya estaban casi desnudos y listos para hacerlo cuando su mamá llegó a la casa y casi los sorprende. Dijo que antes de que su mamá llegara, se habían besado y se habían dado un faje tan cañón que se calentó y por eso accedió a tener relaciones. Que dejó que el chico la tocara por todos lados…dijo que le tocó su zona íntima, que la masturbó y le hico sexo oral. ¡Nooooooooo! Exclamamos todas al escuchar eso. Que después de chupar su vagina le pidió que hiciera lo mismo con su pene y así lo hizo. ¡Aaaaaaahhh nooooo guácala!!!!!! Gritamos entre risas y gestos de asco. Obviamente le preguntamos cómo era… que nos diera todos los detalles… de más está decir que hizo una descripción muuuuuy detallada del miembro del muchacho, de cómo lo tocó, cómo lo masturbó y como se la mamó.

Todas estábamos atónitas ante tales declaraciones… a pesar de expresar mi disgusto por lo que mi amiga nos estaba platicando, por dentro estaba más que interesada en saber todos esos detalles; saber cómo es, qué y cómo hacer… la curiosidad me mataba. Al terminar su relato, mi amiga volvió a reclamarme por dejar pasar la oportunidad con el supuesto chico, pero que ahora que ya sabía más, que no dejara pasar nuevamente la oportunidad cuando ésta se presente. Le dije que estaba loca, pero que les platicaría si pasaba algo, pero habría que esperar hasta que el ficticio muchacho volviera a visitar a su tía. De más está decir que después de esa plática, mis hormonas volvieron a alocarse y me calenté a mil… y ahora, además de los recuerdos de aquel encuentro con mi tío, mi mente empezó a fantasear con la idea de cruzar esa línea y que ahora yo tuviera la oportunidad de conocer lo que mi tío esconde en su pantalón. Ya alguna vez me hizo sentir su paquete aquel día que fue toda la familia a comer a mi casa, en ese abrazo que me dio cuando fue a despedirse de mi y me tomó desprevenida por la espalda y acercó su cuerpo al mío mientras me daba un beso de despedida. Pasaron varios días y mi mente seguía aferrada a la idea de poder conocer el pene de mi tío, de tenerlo cerca… poderlo tocar… quería saber cómo era… cómo se sentía; pero, ¿Cómo??? ¿Cómo hacer para poder lograrlo? Ni modo que llegara y le dijera a mi tío -Enséñame tu pene-.

Esa parte me tenía frustrada porque por más que pensaba no se me ocurría nada.
Llegó el fin de semana y con él la noticia que podría ser la clave y la respuesta a mi alocada y descabellada idea: ¡Una pequeña reunión y comida en casa de mis tíos! ¡Sí!!!! ¡Esa podría ser la oportunidad que tanto había estado buscando! Sé que suena como cuento y obviamente no sería fácil. Entendía que tal vez, si las cosas se dan, podría pasar… nada lo aseguraba. Como fuera, yo empecé a prepararme mentalmente (según yo), tratando de tranquilizarme y de domar mi cuerpo, que ya se había convertido en un ente ávido de seguir explorando y aprendiendo cosas nuevas… de seguir experimentando sensaciones que me llevaran a nuevos lugares y nuevos niveles de placer.

Finalmente y después de una espera de un par de días que se me hicieron eternos y durante los cuales me masturbé varias veces al día pensando en todo esto, llegó el tan esperado momento de ir a casa de mis tíos para la reunión familiar. Como era de esperarse nos reunimos todos, incluidos mis abuelos. Llegamos desde temprano, pasado el medio día, para según ayudar en lo que pudieran necesitar mis tíos. Al llegar saludé a mi tía y mis primos. Mi prima Regina (que es 2 años menor que yo) me saludó con mucha emoción porque ya había planeado que nosotros los chicos hiciéramos una tarde de películas para no aburrirnos con la plática de los adultos. Mi primo Luis (2 años mayor que yo) estaba enojado porque quería salir y mis tíos le dijeron que podría hacerlo hasta después de haber comido y compartido la mesa con la familia, por lo que su saludo fue bastante cortante y frío. Cuando me acerqué a mi tío mi corazón empezó a acelerarse y un pequeño temblor se apoderó de mis piernas… ¡No puede ser! Estuve casi toda la semana preparándome para este día y justo cuando me apersono frente a mi tío mi cuerpo me delata. Traté de disimular:

_¡Hola tío!_ lo saludé con entusiasmo
_¡Hola mi princesa hermosa!_ respondió de la misma forma entusiasmada y me dio un fuerte abrazo, y aunque podría decirse que era su forma normal de abrazarme, dentro de mí se sintió se diferente. Me apretó fuerte y aún sin soltarme susurró al oído: _Hoy te ves más hermosa que nunca_

Esas palabras me desarmaron y de inmediato encendieron el fuego de mi interior.
Cabe señalar que ese día elegí un outfit especial para la ocasión, que en cierto modo mandara la señal: un top azul cielo ceñido a mi cuerpo que hacía resaltar mi busto en todo su esplendor y que además de dejar descubiertos mis hombros, también dejaba visible una parte de mi vientre; un bra strapless en el mismo color del top. Un mallón en color rosa pálido que se pegaba totalmente a mi figura, apretando y levantando mis nalgas de una manera que hacía evidente su tamaño, redondez y firmeza, además de marcar audazmente la forma de mi zona genital. Obviamente era consciente de ello; cuando elegí el atuendo después de probarme mil prendas me di cuenta que ése sería mi cómplice perfecto al ver cómo hacía notar esa parte. La pantie que elegí ayudaba mucho pues era mucho más pequeña que las que normalmente usaba; no era tanga, pero era lo suficientemente pequeña y se acomodaba perfecto para el mallón que había elegido, era en color azul muy claro con pequeños encajes blancos. Unas calcetas blancas y unos tenis del mismo color completaban mi outfit conquistador. Mi cabello, que es castaño, lacio y largo hasta los hombros lo llevaba en una cola de caballo amarrada con un coqueto moño azul.
De hecho, mi mamá sí me echó una mirada inquisidora cuando me vio bajar vestida así, pero afortunadamente no me dijo nada, estaba más preocupada por apurarnos a todos para no llegar tarde a casa de mis tíos.

Lamentablemente, mi tío estaba tan ocupado en la cocina (porque una de sus cualidades es que es muy buen cocinero) ayudando que no me hizo caso, además mi prima estaba impaciente por pasar un rato conmigo y nos fuimos a la sala de TV a empezar a ver las películas que ya había programado. Después de un buen rato nos llamaron a comer. La comida transcurrió con relativa normalidad, lo más relevante fueron un par de veces que mi tío y yo cruzamos la mirada y nos sonreímos mutuamente. La comida fue afuera en una terraza muy bonita que tienen mis tíos, con acceso directo a un jardín muy grande y lindo. Cuando llegó el momento del postre mi tía ofreció café a lo que mi papá, mi abuelo y mi tío se apuntaron. Mi tío se levantó y dijo que él se encargaba de traer el café y las indumentarias correspondientes. Apenas ingresó a la casa cuando mi mamá cayó en cuenta que no le pidió a mi tío leche deslactosada para mi papá porque la leche entera le cae mal. De inmediato pensé que era mi oportunidad y de inmediato me ofrecí para ir y decirle a mi tío:

_¡Yo voy!, yo le digo a mi tío_ hice una pausa pensando en que tal vez fue muy notoria mi emoción, por lo que agregué: _Y de paso me sirvo tantita agua natural_ y con eso salí del paso. Me apresuré para alcanzar a mi tío y pasar el recado. En el camino empecé a sentir esa sensación de nervio en el estómago; me puse nerviosa. Llegué a la cocina y mi tío ya estaba preparando las cosas del café y cuando me vio en la puerta de la cocina me miró con asombro, como si no me esperara. Luego me regaló una sonrisa al tiempo en que con su mirada recorría mi figura en su totalidad. Le sonreí y le dije el encargo:

_Tío, dice mi mamá que si por favor puedes llevar leche deslactosada para mi papá_
_Claro que sí mi amor. ¿Me ayudas a sacarla por favor? Está en la puerta del refri_ me contestó tiernamente. Caminé hasta el electrodoméstico en cuestión y abrí la puerta para sacar la leche pero no la vi. No la encontraba… estaba pensando en tantas cosas al mismo tiempo que mi mente no me dejaba ver.
_¿Dónde está tío? No la veo_ le pregunté. Se acercó y me indicó en dónde estaba la mentada leche. La tomé y cerré la puerta del refri. En ese momento mi tío me tomó de la mano que tenía libre y mirándome directamente a los ojos me preguntó:

_¿Estás bien?… ¿Estás enojada?_ Antes de que pudiera contestarle, continuó:
_Después de lo que pasó me quedé muy preocupado. La verdad es que nunca ha sido mi intensión hacerte sentir mal ni que te sientas comprometida a nada. Eres un gran tesoro para mí y lo que menos quiero es lastimarte de ninguna forma. Sentí que ciertamente hubo complicidad entre los dos, pero el adulto aquí soy yo y debí pensarlo bien antes de hacer nada. No sé si solo estás jugando o me estás poniendo a prueba o no sé; solo sé que no quiero hacerte daño y no quiero dañar el cariño que hay entre nosotros, sobre todo tu cariño, que para mí es invaluable_

Wooooow. Sus palabras me dejaron fría… nunca imaginé que me fuera a decir algo; ciertamente me sorprendió. Por unos instantes me quedé sin saber qué decir y desde luego que también lo quiero y me importa su cariño, pero también quería seguir con lo que ya había iniciado.

_No tío, no pasa nada_ hice una pausa… _Estoy bien. La verdad es que también he pensado mucho en lo que pasó… sí fue algo muy intenso que de momento me sacó mucho de onda_ hice otra pausa y continué:

_Y bueno… sé que se podría decir que no está bien y todo eso, perooo… también sé que me gusta mucho; me gusta sentirme así… y me gusta cómo se siente_
Mi tío esbozó una leve sonrisa al escuchar eso; me miró fijamente y me dejó continuar:
_Mis amigas están haciendo lo mismo con sus novios y con chicos que han conocido, pero yo no me siento cómoda de pensar en hacer todas estas cosas con alguien desconocido o con alguien con quien no tengo confianza. La verdad es que contigo me siento más que bien; siento que me cuidas, que me proteges y nadie en el mundo me trata como tú… ni siquiera mi papá_
_¿En verdad hermosa?… ¿En verdad está todo bien entonces?_ me preguntó insistentemente.
_Sí tío. Estoy bien y está todo bien_ le contesté y me acerqué a él. Con ambas manos tomé su mano derecha y lentamente la puse sobre mi pecho. Así la contuve mientras yo misma oprimía un poco para que me sintiera bien.
_De hecho, si tu quieres… me gustaría que las cosas no cambiaran y siguieras haciéndome esas cositas tan lindas que solo tú sabes hacer…_
Mi tío no pudo evitar sorprenderse… sonrió y preguntó:
_¿Estás segura?_
_Sí tío… estoy segura. La verdad no hay nadie con quien quiera hacer estas cosas más que contigo. Solo contigo me siento bien…_ hice otra pausa al tiempo que solté la mano de mi tío y me acerqué a él y lo abracé… con un cariño y una ternura legítimos; como una sobrina abraza cariñosamente a su tío favorito.
_Y no hay nadie en el mundo que yo quiera que me enseñe más que tú… quiero aprender contigo tío, solo contigo_

Debo decir que me dio un gusto enrome de ver que ahora, el que estaba petrificado era mi tío… porque su abrazo fue muy simple y se quedó mudo por un instante. Pegué completamente mi cuerpo al suyo y lo abrecé más fuerte… quería que se diera cuenta que le estaba diciendo la verdad.
_Mi amor_ contestó _¿Es verdad lo que me dices?_
_Sí tío, es verdad. Eso es lo que quiero_
_Wow. La verdad es que esperaba otra cosa muy distinta a esta. Me dejas sin palabras mi princesa hermosa_ Contestó.
_Para mí es muy importante lo que me dices y lo que me pides. Haces bien en no confiar en cualquiera y ciertamente no cualquiera puede ser el que tenga el honor y la suerte de estar contigo en esa forma. Me siento halagado y una parte de mí está loca por decirte que sí y hacerlo… pero también hay otra parte que me hace pensarlo. No quiero que sea algo de lo que te puedas arrepentir… que después puedas desear haber hecho todo esto y descubierto estas cosas con alguien más… con alguien de tu edad_
_No tío. Estoy segura… quiero que seas tú el que me enseñe, el que me quiera y lo haga con el amor que solo tú tienes y que solo tú sientes. Con nadie me siento como contigo… por favor, no me digas que no_ le contesté con voz entre cortada al ver que al parecer mi tío estaba arrepintiéndose y que la posibilidad de que todo acabara era muy latente. Sentí tanto miedo que me dijera que no… sinceramente nunca pensé en esa posibilidad.

_¡Mi princesa hermosa!_ contestó y me abrazó con fuerza. _Bien sabes que no puedo decirte que no. Te adoro, te amo y nunca nunca nunca de los nuncas te voy a hacer daño. Para mi esto es algo increíble, algo importante… y si es tu deseo y quieres que yo forme parte de este paso tan importante, así será mi amor. Lo haré… te amo y lo haré con todo el amor del mundo_ continuó y culminó con un gran beso en mi cabeza y luego otro en mi frente. Acarició mis mejillas y mi cabello y me volvió a abrazar… abrazo que yo correspondí. De repente sentí que una de sus manos me soltó y bajó lentamente hasta llegar a mis nalgas. Era su mano derecha y con ella agarró mi nalga izquierda con fuerza… la apretó y masajeó con intensidad.

¡Sí!!!!! Grité en mi mente. En mi interior estaba dando brincos de felicidad al saber que todo seguiría y que ahora lo haríamos con consentimiento. En ese momento, su otra mano se movió y agarró mi otra nalga, igualmente con fuerza y con intensidad. Me tomó firmemente por la parte baja de mis nalgas y hasta alcanzó a meter un poco los dedos de ambas manos en la zona de mis muslos y mi entre pierna.

¡Wooow! Eso se sintió riquísimo.
_Te adoro_ me susurró al oído
_Y yo a ti más_ le contesté

Nos separamos un poco, su mano derecha soltó mi glúteo y tomó mi barbilla… miró fijamente a mis ojos, acarició mi boca… suavemente su pulgar acarició mis labios. Me tomó por la parte de atrás del cuello y me besó en la boca. Fue un beso breve pero profundo… me permitió conocer el sabor de su saliva. Instantáneamente su beso hizo que el interior de mi sexo se mojara y estallara en mí una gran descarga que recorrió hasta la última parte de mi cuerpo. De nuevo estaba volando.

Aunque el resto de la sobre mesa fue bastante normal, yo estaba muy emocionada y feliz por que las cosas con mi tío estaban bien y porque nuestras travesuras furtivas continuarían. Mi prima Regi insistió mucho para que nos fuéramos a ver las películas y aunque sí quería verlas y pasar el rato con ella, mi interés estaba centrado en estar con mi tío. Después de mucho insistir, mi mamá me pidió que le hiciera casi a mi prima y nos fuéramos a ver las películas… y así lo hicimos. Nos acomodamos en la sala de TV que tienen mis tíos en su casa. Es muy acogedora y está al fondo en la planta baja. Las horas pasaron y ya al atardecer mis papás y mis abuelos empezaron a despedirse y me llamaron para que hiciera lo propio. Mi prima me pidió que no me fuera:

_¡No Eli! ¡Quédate a terminar de ver las pelis!_ estábamos haciendo maratón de la saga Crepúsculo. Ella no las había visto y estaba emocionada. De hecho yo solo había visto la primera y un pedacito de la segunda. Su idea me pareció por de más maravillosa… era lo que justamente necesitaba para ver si podía tener oportunidad de estar nuevamente con mi tío. Ya otras veces había ocurrido lo mismo de que mi prima pidiera permiso para que me dejaran quedarme, por lo que no tendría porque haber problema. Mi prima corrió para pedirle permiso a mi mamá y a mi tía de que me pudiera quedar; mi mamá me volteó a ver y me dijo que como yo quisiera, que yo decidiera.

_¡Sí! ¡Me quedo!_ fue mi respuesta
_Pero tendrás que pedirle a Regi que te preste algo para dormir porque no trajiste nada y no viniste preparada para quedarte_ añadió mi mamá
_No te preocupes tía, yo le presto ropa a mi prima. ¡Gracias!_ le dijo mi prima a mi mamá mientras corría a abrazarla.

Después de unos minutos todos se despidieron y mis padres y mis abuelos se retiraron. Mi tía se quedó en la cocina terminando de guardar y acomodar algunas cosas, mi primo no estaba en casa ya que después de la comida se había ido con sus amigos a no sé dónde y mi tío de repente había desaparecido de la vista. Fuimos a la cocina a servirnos palomitas y refrescos para seguir con el maratón de películas y le pregunté a mi tía por mi tío, porque no lo veía por ningún lado.

_Está en su despacho hija, creo que lo contactaron de su trabajo y está haciendo algo_ me respondió cariñosamente mi tía.

Mi tío es arquitecto y tiene su empresa que se dedica a la construcción y lo contratan mucho para hacer varias obras. En su casa, también en la planta baja, a un costado de la puerta de entrada está el despacho de mi tío. Me gusta entrar porque tiene muchas cosas muy bonitas relacionadas con su trabajo: cuadros, repisas con maquetas y detalles muy monos. Decidí ir a buscarlo, le dije a mi prima que se adelantara y que en un momento la alcanzaba, pero se negó:

_No, voy contigo_ dijo ella
Qué más remedio, pensé. Fuimos y ahí estaba él… sentado en su escritorio revisando algo en su computadora.
_¿Podemos pasar tío?_ le pregunté con un tono infantil mientras me mecía como una niña pequeña y al ver esto, mi prima hizo lo mismo.
_¡Mis princesas hermosas! Claro, pasen_ contestó el con una gran sonrisa en el rostro
_¿Qué haces tío?_
_Estoy revisando unas cosas del trabajo hija. Uno de mis clientes principales de Monterrey me buscó porque necesita que le mande una información porque al parecer hay oportunidad de que salga otra obra_
_¡Qué padre tío!!… ¿Allá mismo en Monterrey?_
_Sí_
_¿Y vas a ir?_ lancé la pregunta con mucha curiosidad
_Lo más seguro es que sí, pero tengo que confirmarlo_
_¿Si vas me puedes traer algo papi?_ le preguntó mi prima al tiempo que se acercó a él y se sentó en una de sus piernas y lo abrazó por el cuello.
Me pareció una jugada magistral, por lo que antes de que mi tío pudiera contestar hice exactamente lo mismo:
_¿Y a mí también tío??_ di la vuelta al escritorio y me senté en la otra pierna y también lo abracé por el cuello.
_Vaya vaya vaya, ¡Qué niñas convenencieras!_ exclamó mi tío mientras se acomodaba para tratar de abrazarnos a ambas y no tirarnos. Me percaté que con su brazo derecho abrazó a mi prima por la cintura; hizo lo mismo conmigo con su brazo izquierdo, pero no pasó mucho desde que abrazó mi cintura cuando bajó su brazo y con su mano agarró mis nalgas y las empezó a acariciar. Era perfecto porque estaba justo del lado de la pared y no podía verse nada de lo que estaba haciendo… así que me relajé y disfruté del momento… dejé que me tocara y me acariciara a sus anchas.

_No sé, todo depende de cómo se porten para que les traiga algo_ dijo mi tío mientras continuaba abrazándonos y acariciando mi trasero.
_Deben portase bien y ser niñas buenas para que les traiga algo_ añadió
_¡Yo siempre me porto bien papá_ le recriminó mi prima
_Jajajajaja sí cómo no_ le contestó mi tío en tono sarcástico
_Yo también me porto bien tío_ interrumpí mientras apretaba mi abrazo
_¿Ah sí????_ contestó igual con sarcasmo
_Jajajaja ahora resulta que las dos son niñas buenas y se portan bien_ dijo mi tío entre risas
_Bueno bueno… ya veremos. Como les dije, tienen que portarse bien, de lo contrario no les traeré nada_ añadió
_¡Sí papá! Te lo prometo_ le contestó mi prima y le dio un beso en la mejilla
_¡Sí tío!!_ contesté. Me acerqué y besé su mejilla y luego disimuladamente acerqué mi boca a su oído y le susurré: _Te prometo que seré una niña buena_
_¡Niñaaaaaaas! ¡Ya están listas sus palomitas!_ gritó mi tía desde la cocina, con lo cual se rompió el momento.
_¡Ya vamos!_ le respondió Regina, que de un brinco se levantó y corrió a la cocina. También me levanté y dirigí mis pasos fuera del despacho de mi tío y justo al llegar a la puerta me detuve y volteé a verlo… estaba sentado mirándome con una cara de travieso que no podía ocultar. Pude notar que su mirada se paseaba por todo mi cuerpo… especialmente en mis nalgas (ese mallón es magnífico). Le sonreí con toda la complicidad que pude mostrarle y él respondió de la misma forma y finalizó lanzándome un beso. Me retiré a seguir viendo las películas con mi prima.

Ya entrada la noche hicimos una pausa para relajarnos y fue el momento en que le pedí a mi prima que me prestara ropa para dormir porque ya me quería cambiar y ponerme cómoda.

_¡Va! Vamos a mi recámara para que veas qué te quieres poner_ me dijo y corrimos a su habitación. Para esas horas mi tía ya estaba en su recámara y noté que mi tío aún no subía, por lo que me imaginé que seguía en su despacho… esa era buena señal. Mi primo aún no llegaba, lo cual era aún mejor, porque a veces es un poco encimoso conmigo (por obvias razones) y podría ser un problema para mis planes.

Mi prima empezó a sacar varias de sus prendas para que pudiera elegir algo… muchas blusas y playeras… incluso sacó una pijama de pantalón largo. Obvio nada de eso me servía… yo quería algo que me hiciera ver sexy… que mostrara mis atributos y fuera de “fácil acceso”. Regina es 2 años menor que yo pero es bastante grande para su edad (13), somos casi de la misma talla… y digo casi porque mi busto es mucho más grande que el suyo al igual que mis nalgas. Entre tanta cosa elegí una playerita de tirantes de una tela blanca muy delgada y ligera; era perfecta. Finalmente tomé un short azul celeste de tela de algodón, cortito y también muy ligero. Procedí a cambiarme, me quité el top, el bra y el mallón, me puse la ropa de mi prima y al verme al espejo me sorprendí lo bien que me quedaba. La playera me quedaba entallada y hacía evidente el tamaño de mis senos… los pezones se alcanzaban a ver por lo delgado de la tela. El short me quedaba muy parecido al mallón… pegadito al cuerpo, resaltando el tamaño y redondez de mis nalgas… de hecho apenas y las alcanzaba a cubrir. De frente también remarcaba mi área genital.
¡Era perfecto!

Mi prima también se cambió y me dijo que bajáramos para seguir con las películas. En el camino pasamos a la recámara de mis tíos para decirle a mi tía que continuaríamos con nuestro maratón de cine nocturno. Ella ya se había bañado y ya estaba metida en la cama; nos dio las últimas indicaciones acerca de que tomáramos lo que quisiéramos de la cocina sin hacer desastre; que laváramos todo lo que usemos y se despidió dándonos las buenas noches. Mientras mi tía nos daba sus instrucciones, con la vista miré con detalle para confirmar que mi tío aún no subía.

Bajamos y nos volvimos a acomodar y por un buen rato seguimos viendo las películas. En algún momento llegó mi tío y nos preguntó si queríamos algo o si ya habíamos cenado.

_Ya tío, gracias. Bueno al menos yo estoy llena de tanta cosa que comimos viendo las pelis_ le contesté
Mi prima no pudo contestar al momento por un gran bostezo que le dio: _No papi, yo tampoco tengo hambre_ por fin pudo contestar

Tanto mi tío como yo nos percatamos que mi prima ya se estaba quedando dormida y aunque yo también ya tenía sueño, estaba aguantando… por si algo pasaba.
_Ok, entonces voy a subir por unas sábanas y unas mantas para que estén más cómodas y por si se quedan a dormir aquí_ dijo mi tío. De hecho muchas veces antes ya nos habíamos quedado a dormir ahí en la sala de TV.
_Sí tío. ¿Por favor podrías ver si hay alguna almohada que también puedas traer?_ le contesté
_Claro mi amor, en un momento traigo las cosas_ dijo él y subió.

¡Dios! Empecé a ponerme nerviosa, sabía que las cosas empezaban a acomodarse para que mi tío y yo tuviéramos otro encuentro… pero aún no sabía cómo y qué iba a pasar. Por lo pronto, ya me había cambiado y trataba de estar lista… solo era cuestión que mi prima y mi tía se durmieran y que mi primo no llegara jajajaja. Después de unos minutos bajó mi tío con varias sábanas, un par de mantas, una colchoneta y un par de almohadas.

_Aquí están. Les traje una colchoneta por si quieren usarla_ dijo mientras acomodaba las cosas en uno de los sillones. _Tu tía ya se durmió y tu primo se quedará a dormir en casa de uno de sus amigos_ agregó. Eso fue música para mis oídos.
_Ok tío_ le contesté y le regalé una enorme sonrisa y lo miré con complicidad.
_Voy a cerrar las puertas y a apagar mi compu_ dijo
_Sí tío_ fue mi respuesta

Mi corazón empezó a latir más rápido y la sensación de nervios se hizo presente en mi estómago… era una sensación extraña, porque no me desagradaba. Voltee a ver a mi prima que ya se estaba quedando dormida; ya tenía los ojos cerrados pero no confiaba que ya durmiera del todo. ¡Por favor que ya se duerma! Pedía en mi mente. Los nervios estaban convirtiéndose en impaciencia porque veía que el sueño de mi prima aún no era profundo y no quería que echara abajo mis planes.

Pasaron unos minutos y mi tío no regresaba… la tele tenía el volumen muy bajo, prácticamente era solo la imagen y yo ya moría de desesperación. De repente, un ronquido interrumpió el incipiente silencio que había en la habitación. ¡Por fin! Me dije a mi misma al ver que el sueño de mi prima ya era profundo. Con mucho cuidado y sin hacer ruido, me levanté y lentamente salí de ahí. Como si fuera un ladrón, caminé cuidadosamente mientras observaba todo a mi alrededor. Pasé por las escaleras y todo estaba apagado y en silencio… fui al comedor y la cocina e igualmente, todo apagado; la sala estaba igual, salvo un pequeño halo de luz que se escapaba de la puerta del despacho de mi tío, que estaba levemente entre abierta. Mi corazón dio un sobre salto y esa extraña sensación de mariposas en el estómago se hizo presente nuevamente. Era chistoso, porque a diferencia de las veces anteriores, ahora sabía y era consciente de lo que iba a pasar.

Lentamente y con el corazón latiendo a mil, me fui acercando a la puerta del despacho; una vez que estuve ahí, con mi mano izquierda la abrí poco a poco, hasta que me permitió ver a mi tío. Estaba sentado en su escritorio, muy atento a su computadora. De inmediato se percató de mi presencia, volteó y me miró. Simplemente se quedó observándome con detenimiento… como tratando de memorizar cada detalle de mi anatomía. Recorrió de arriba abajo toda mi figura y suspiró. Me sonrió y solo dijo: _Hola_
_Hola_ le contesté y le regresé la sonrisa. Avancé lentamente hacia él. Al darse cuenta hizo su silla un poco para atrás para permitirme el paso. Me acerqué hasta él y fingiendo un poco de interés en lo que hacía me incliné para mirar el monitor de su computadora, al tiempo que le pregunté:

_¿Qué haces tío?_
_Estoy terminando de hacer lo que te platiqué hace rato. Ya tengo casi todo listo_ contestó. Luego, con su mano derecha me tomó por la cintura y me acercó hacia él, indicándome el camino para que me sentara en sus piernas. Me dejé guiar. Me acomodé de tal forma que quedé frente al monitor de su compu; él, colocó sus manos en mis muslos.

_Está bonita esa casa de la foto_ le dije mientras señalaba una imagen en la pantalla
_¿Te gusta?_ preguntó
_Sí, está muy bonita_ contesté

Lentamente empezó a subir sus manos, de mis muslos pasaron a mi cintura… lentamente recorría mi cuerpo y mi corazón empezaba a exaltarse. Siguió subiendo hasta que llegó a mis pechos. Tomó uno en cada mano y los apretó con delicadeza. No pude evitar cerrar los ojos y de inmediato empecé a respirar hondo… preparando mi mente para lo que venía. Su movimiento hizo que dejara de inclinarme y me hiciera hacia atrás… lentamente me llevó hasta que me recargué en su pecho. Coloqué mis manos en los descansabrazos de su silla y me puse a su entera disposición. Acto seguido, mi tío besó tiernamente mi cuello desatando con ello otra descarga que recorrió toda mi espalda. Sus manos empezaron a acariciar más intensamente mis senos… los apretaba, los juntaba y los aprisionaba en sus manos. Luego dejó de apretarlos y con sus dedos acarició mis pezones… a pesar de hacerlo por encima de la playerita, podía sentir su caricia. De inmediato se pusieron duros, lo cual facilitó a mi tío el poderlos agarrar, acariciar y jalar delicadamente.

Mi respiración se tornó más profunda y mi corazón latía tan fuerte que hasta pensé que mi tío podría sentirlo al estarme acariciando los senos. Mi cuerpo empezó a temblar… estaba ahí, totalmente entregada a las sensaciones.

Después de un momento de estar así, mi tío bajó sus manos y las metió por debajo de la playera y regresaron al lugar donde estaban… tomando y acariciando vehementemente mis niñas y haciendo que con el simple contacto de sus manos con mi piel abriera la llave de mi sexo que empezó a mojarse. Mi respiración profunda empezó a transformarse en leves jadeos…y yo me concentraba en no hacer ruido. Siguió tocando, apretando y acariciando a placer mientras besaba mi cuello y alternadamente mis mejillas.

_Eres una niña muy hermosa… estás preciosa mi amor_ me dijo al oído con una voz que retumbó en lo más profundo y me hizo estremecer.
_Me encantas, y esto para mi es un sueño hecho realidad. Desde que empezaste a crecer supe que te convertirías en una mujer muy hermosa… y no me equivoqué. Eres un encanto divino mi amor_ agregó.
_Gracias tío_ fue lo único que pude contestar con mucho trabajo… ya estaba ida y totalmente entregada al momento.

Mientras seguía besando mi cuello y acariciando mis senos, su mano derecha se retiró de mi pecho derecho… se deslizó por debajo de la playera; salió y lentamente se internó por debajo del short. Avanzó sin detenerse hasta mi sexo. Por encima de mi patie empezó a acariciarme ahí… justó ahí en la zona de mi clítoris… lo hacía con un dedo… ¡Dios! De nuevo empecé a sentir que podría desfallecer en cualquier momento…ahí, en sus brazos. Fueron unos instantes en los que me acarició de esa forma, porque después, con un movimiento, subió su mano y la introdujo en mi ropa interior… y nuevamente acarició mi sexo.

_Ahhh_ dejé salir mi primer gemido, el cual traté de contener apretando mis labios.
Él tocó todo mi sexo… suave y gentilmente recorrió toda mi zona con 2 o 3 dedos, la verdad es que no lo recuerdo bien. Lo que sí recuerdo es que en un momento se detuvo un instante para poder introducir unos de sus dedos en mi vagina…justo como aquella vez como cuando “jugamos a las cosquillas”. Lo hizo tan suave y lento que mi cuerpo se estremeció y di un pequeño sobresalto en su regazo.

_¿Quieres que me detenga?_ me preguntó casi susurrando
_Nnn n nn no tío… no te detengas_ apenas pude contestarle
_Lo haré con todo el cuidado y todo el amor…voy a cuidarte y tratarte como lo que eres… mi princesa hermosa_ volvió a susúrrame al oído
_S ss sss sí tío_

Fue cuando empezó a meter y sacar su dedo de mi sexo, totalmente húmedo y caliente. Lo hizo repetidamente durante unos minutos. Yo simplemente me estremecía… tuve que nuevamente taparme la boca con mi mano izquierda porque ya no podía contener mis jadeos y gemidos.

_Así hermosa, así… disfrútalo… gózalo… deja que el placer te lleve_ me dijo con su boca pegada a mi oído
_Mmmmmm_ seguía ahogando mis gemidos llenos de placer y de nuevo, llegó un momento en que mi vientre vibró entre espasmos avisando que estaba a punto de venirme. Solo atiné a mover mi mano derecha y agarrar la mano derecha de mi tío por encima de mi ropa…como para acompañar los movimientos que estaba haciendo con sus caricias en mi vagina.

_Tío…. Tíooooo_ susurré
_Sí mi amor… sí… déjalo llegar… vente… quiero que te vengas en mi mano mi amor_
_Ahhhhhhh tíoooooo_ fue el gemido que antecedió a la explosión de mi orgasmo… intenso… mojando totalmente la mano de mi tío. Quedé sin fuerzas, sin poder moverme… totalmente entregada al hombre que en ese momento era dueño de mi cuerpo, de mi mente y todas las sensaciones que me abrazaban. Lentamente, siguió acariciando mi vagina totalmente mojada y lubricada… hizo movimientos suaves y recorrió toda mi cavidad a placer. Sacó su mano y la llevó a mi boca y me dijo: _¿Quieres probar y conocer tu sabor?_

En medio de todo lo que sentía ni siquiera lo pensé, tomé su mano con la mía y yo misma chupé sus dedos… asiendo así el momento en que por primera vez probaba el sabor de mis propios jugos sexuales. Después, con gentileza tomó mi brazo derecho y me movió para que me levantara de su regazo… me levanté aún con piernas temblorosas… me giró y quedé de frente a él. Me acercó un poco y con sus manos levantó la playerita hasta dejar totalmente al descubierto mi busto. Se acercó a ellos y empezó a besarlos…

¡Dios!!!!! Todavía estaba tratando de recomponerme después del rico orgasmo que tuve cuando de nuevo mi cuerpo empezó a temblar a causa de sus besos. Tomó mis senos con ambas manos… los apretó… los besó… con vehemencia chupó mis pezones… los acarició y beso en su totalidad. Nuevamente estaba jadeando y tratando de contener mis gemidos… con ambas manos tomé la cabeza de mi tío y empecé a jugar con su cabello mientras él seguía internado en mis chichis llenándolas de besos y caricias.

_Ahhhh… tíooo…_
Se detuvo un segundo solo para preguntarme: _¿Te gusta mi amor?_
_Sí… me gusta…_

Me dio unos últimos besos y chupeteadas y se separó… se puso de pie, tomó una de mis manos y me llevó del otro lado del escritorio. Movió unas cosas que estaban ahí para hacer espacio y me dirigió para que me recostara. Yo me dejé guiar e hice todo lo que me pidió. Me recosté boca arriba y él con sus manos sostuvo mis piernas y las colocó en sus hombros. Recorrió con sus manos mis piernas hasta llegar a mi cadera, tomó el short por los costados y lo deslizó hasta llevarlo hasta los tobillos.

_No te lo quites_ me dijo al momento en que repitió el movimiento con mi pantie, por lo que al llevarla hasta mis tobillos hizo una breve pausa y lentamente separó mis piernas, dejando mi sexo totalmente expuesto ante él. Yo solo lo veía cómo me miraba y observaba. Suspiró profundamente y se acomodó para meterse entre mis piernas. Se inclinó y antes de llegar a mi entre pierna se detuvo para mirarme y me dijo: _Esto también te va a gustar_

Yo solo me limité a ver… no pude contestar nada. Continuó y se inclinó totalmente hasta que su boca tocó la entrada de mi sexo y de inmediato lo besó… lo hizo con cuidado y gentileza… con su lengua recorrió toda mi zona íntima y yo, estaba a punto de desmayarme… mis jadeos eran más intensos y me esforzaba por no gemir… pero era solo cuestión de tiempo. Con una de sus manos se ayudó para abrir los labios y empezó a besar y chupar toda esa zona interior y yo ya no podía; mi cuerpo empezó a estremecerse nuevamente y tuve que asirme de las orillas del escritorio con ambas manos porque ya era muy evidente. Mi tío soltó una de mis piernas y puso su mano por encima de mi vientre y empezó a jugar con mis pelos púbicos; mismos que también besó y chupó.

Un calambre fulminante se presentó cuando sentí que con su mano abrió mis labios y metió su lengua y lamió toda la franja de la vulva, deteniéndose en mi clítoris y dándole chupadas y lengüetazos especiales.
_Ahhhh ahhhhhhh_ gemí descontroladamente y mi tío internó por completo su boca en todo mi sexo. Luego, uno de sus dedos volvió a internarse en mi mojada y caliente cavidad vaginal y mientras su lengua acariciaba mi clítoris, su dedo entró y salió una y otra vez… una y otra vez… con suavidad pero marcadamente. Tocando ese punto que antes ya me había hecho venir.

_Ahhhh… tío… tío… tíoooooo… ahhhhhhh_ gemí otra vez. Inconscientemente apreté mis piernas y con mis manos tomé la cabeza de mi tío al sentir que nuevamente me iba a venir, con ello él marcó más sus chupadas y caricias.
_¡Tíooo!_ gemí y sin poder contenerlo más explotó el orgasmo.
_Aaaaahhhhhh_ mis jugos vaginales salieron en torrentes y mi tío lejos de quitarse, siguió besando y lamiendo mi sexo. No podía creerlo… me vine en la boca de mi tío y él seguía pegado a mi entrepierna. Apenas y podía coordinar movimiento alguno o articular alguna palabra. Eso ya era demasiado… no podía más. Mi cabeza era un remolino dando miles de vueltas y mi corazón golpeaba con fuerza mi pecho.

Mi tío lentamente dejó de mover su lengua y su dedo y se retiró, no sin antes dar un último beso a mi clítoris. Se detuvo en mis vellos púbicos, mismos que besó y chupó. Poco a poco se incorporó saliéndose de entre mis piernas, nuevamente las tomó con ambas manos y las acomodó en sus hombros y por último, regresó mi ropa interior y mi short a su sitio. Como pude me incorporé y quedé sentada en el escritorio; él se acercó y nuevamente con sus manos me tomó por el cuello y me besó en la boca. Esta vez, fue un beso bien dado… profundo, intenso. Metió su lengua y con eso pude sentir nuevamente mis sabores. Fue un beso caliente y totalmente sexual.

_¿Te gustó?_
_Sí… sí tío… me gustó_
_Espero que lo que sigue también te guste_ contestó. Dio un par de pasos hacia atrás y lentamente desabrochó su cinturón… luego su pantalón y en un solo movimiento bajó sus prendas hasta dejar expuesto su pene. Ver eso me ayudó a regresar en mí… de inmediato recordé aquella conversación con mis amigas en donde platicamos de los penes de los chicos y los pretendientes de ellas. Esta era mi primera vez de estar frente a uno. No pude evitar esconder mi asombro.

Era grande y un tanto grueso… con una cabeza en un color más intenso que ya tenía un líquido saliendo de ella. Me gustó ver que tenía rasurados sus pelos… se veía increíble.

Tomó una de mis manos y dijo: _Ven_
Me acercó a el y me pidió que me hincara.
_Tómalo con una mano_ me indicó
Un poco temblorosa lo tomé con mi mano derecha… lo tomé por la parte baja… y lo miré fijamente.
_¿Es la primera vez que ves un pene?_
_Sí… nunca había visto uno… al menos nunca en persona (y reí por cómo se escuchó eso)_
_¿Donde habías visto uno?_ preguntó con curiosidad
Me dio pena contestar… pero a esas alturas creo que ya no cabía la pena. Tomé valor y respondí:
_En unos videos porno_ sin poder sostenerle la mirada
_Eres una niña traviesa_ dijo. Se inclinó un poco para darme un beso en la boca
_Si ya viste videos porno, entonces ya viste lo que las chicas hacen con los penes…¿Verdad?_
No pude evitar sonrojarme porque evidentemente así era.
_Sí tío_ respondí
_¿Quieres probar?_

Dudé un poco, pero contesté que sí.
_Ok, entonces, lentamente mueve tu mano de arriba abajo… sin apretar mucho… el chiste es que la piel pueda moverse. Solo aprieta lo suficiente_
Seguí sus indicaciones y empecé el movimiento… lo estaba haciendo con mi mano derecha.
_Puedes hacerlo primero lento… y después un poco más rápido… y después lento otra vez_
Así lo hice… me concentré para hacerlo bien.
_Esooo… así mi amor… así… lo haces muy bien_ me susurró mientras me veía detenidamente y con su mano derecha acariciaba mi rostro. Y yo, hincada, también lo veía… sin perder detalle de lo que me dijera o me indicara.
_Sigue así amor… sigue así… vas muy bien_
_Sí tío…_
Seguí jalando…
_¿Te gusta tío???… ¿Lo estoy haciendo bien?_
_Sí mi amor… lo haces muy bien_ me contestó y era evidente que le gustaba lo que estaba sintiendo. Mientras lo hacía, recordé lo que mis amigas platicaron y lo que habíamos visto en las películas porno y me imaginé que a mi tío le gustaría que me lo metiera en la boca… ¡Pero no sabía!!!
Poco a poco me fui acercando y mi boca quedó solo a unos pocos centímetros de aquel glande, rosa y húmedo.

_¿Quieres probarlo mi amor?_ me preguntó tiernamente
_Sí tío… pero no sé cómo… y me da miedo que te vaya a lastimar_ le respondí un tanto preocupada
_No te preocupes preciosa, yo te voy a decir cómo_ me contestó
_¿Te has comido miles de paletas en tu vida verdad?_
Su pregunta me sacó un poco de onda y me arrancó una leve sonrisa.
_Sí tío…¿Por????_ respondí un poco extrañada por esa pregunta
_Es que es justo así; como una paleta. Vas a meterlo en tu boca y vas a chuparlo como si fuera una paleta… con cuidado y sin morder_ me indicó con mucho detenimiento.
_Ok_ le dije aún dudando. Lentamente me acerqué, abrí la boca y poco a poco metí parte de la cabeza… era grande, pero pensé que sí cabría. Chupé como si fuera una paleta esa parte que ya tenía dentro de la boca, después me animé y metí todo el glande y cerré la boca. La sensación era increíble… era una textura que nunca había probado o sentido… y un sabor levemente salado, nada desagradable. Me gustó.

_Ahhh… eso, así hermosa… justo así. Ahora puedes subir y bajar…y chupar como si fuera una paleta grande. Usa tu lengua y tus labios_ me indicó. Traté de hacerlo justo como me decía. Tomé el falo con ambas manos para poder maniobrar bien con mi boca. Empecé a chupar la cabeza por arriba y abajo…la metía y sacaba de mi boca. Luego empecé a besar y chupar el palo que parecía crecer más. Puse una mano junto a la otra y todavía había una pequeña parte sin cubrir.

_Puedes chupar y jalar con tus manos al mismo tiempo_
Seguí jalando con las manos y chupando con mi boca y lengua…lo hice sin parar… cada vez con más confianza y firmeza. Ya no sentía miedo…y me gustaba mucho lo que estaba haciendo… tanto que empecé a mojarme nuevamente.
_Así amor… así… no pares… lo haces perfecto… lo haces riquísimo mi amor_ me dijo y su respiración empezó a ser profunda. Seguí y seguí…
_Ahhhh así mi amor… así…_

De repente con ambas manos me tomó por el rostro y sutilmente detuvo mis movimientos. Saqué su miembro de mi boca y lo miré.
_¿Quieres ver cómo es el orgasmo de un hombre?… ¿Quieres ver cómo me vengo?_
_Sí_ respondí
_Quítate la playera… así cómo estás, solo quítate la playera_ me volvió a indicar
Así lo hice, la playera ya estaba arriba por lo que en un rápido movimiento me la quité, quedando desnuda del torso. Mi tío se acercó y me dijo:
_Agárralo otra vez y vuelve a jalar_
Me acomodé, con ambas manos tomé ese hermoso y palpitante miembro viril y empecé a jalar… con firmeza y rapidez… se lo jalé sin parar.
Él empezó a jadear… se acomodó nuevamente y dijo:
_Me voy a venir… me voy a venir mi amor… no pares para que veas cómo me vengo en ti_
Estaba tan caliente y emocionada que, aunque no me lo hubiera pedido no habría parado hasta verlo venirse. Fue cuestión de breves momentos para que mi tío alcanzara el orgasmo y se vino…
Un gran chorro de un líquido blancuzco y tibio salió de su pene y cayó en mi pecho… yo me sorprendí de ver la fuerza con la que salió. Pude sentir como se estrelló en mí. Más chorros salieron después del primero, igualmente de abundantes y calientes. No sé cuántos fueron… pero al final terminé llena de su semen, que escurría por todo mi pecho… en medio de mis senos… goteando de mis pezones…era increíble.

Aún sostenía su pene con mi mano derecha… empecé a notar que la firmeza que tenía comenzó a disminuir. Con mi mano izquierda quise retirar y limpiar lo que quedaba escurriendo en su pene y él me dijo:
_¿Quieres probarlo mi amor?_
No supe qué decir… no estaba muy convencida y mi tío se dio cuenta, a lo que agregó:
_Pruébalo, verás que no sabe mal_

Lo pensé solo un momento y lentamente me acerqué y metí solo la punta de la cabeza y la chupé. Fue sorprendente descubrir que en efecto no sabía mal… saladito y un tanto amargo. Me gustó.
Lo chupé todo y dejé limpio como si no hubiera pasado nada. Mi tío me sonreía y me acariciaba el rostro con sus manos. Ya que terminé me extendió su mano para ayudarme a ponerme de pie. Se quitó la playera que traía puesta y me limpió con ella. Con delicadeza secó todo el semen con el que previamente me había bañado. Recogió la playera que me prestó mi prima y me la dio, me pidió que me la pusiera. Ya que me vestí y él hizo lo mismo con sus pantalones y se acercó, con su mano derecha tomó mi barbilla y me besó apasionadamente.

Nuestras lenguas se enlazaron y compartieron los sabores que previamente probamos uno del otro. Me abrazo mientras me besaba y me volvió a tocar por todos lados, especialmente mis nalgas, ya que metió sus manos en mi pantie para poderlas tocar y acariciar. Al terminar el beso me dijo:

_¿Te gustó?_
Sonreí plácidamente y respondí: _Sí tío… me encantó_
_Me alegra mi amor que te haya gustado… y deseo con toda el alma seguir, pero ya nos tardamos y no quiero que alguien nos vea. Creo que es mejor que ya nos vayamos a dormir; te prometo que habrá más momentos para vernos_

Confieso que la idea no me gustó del todo, pero tenía razón. Estuve tan concentrada en el momento y en todo lo que pasó que perdí la noción del tiempo y de todo.
_Sí tío_ respondí
_Anda, vamos a dormir. Te acompaño_ salimos del despacho y en la salida mi tío apagó la luz y cerró la puerta. Me acompaño hasta la sala de TV para ir por mi prima y poder subir a la recámara. Regina estaba tan dormida que no despertó cuando le hablamos, por lo que mi tío la cargó para poderla subir. Yo apagué la TV y nos retiramos. Llegamos a la recámara de mi prima y mi tío la recostó en su cama y me preguntó si me quedaría ahí con ella, a lo que respondí que sí.

_Ok. Mañana nos vemos. Descansa_ Me dijo y me dio un beso rápido en la boca.
_Duerme rico mi amor_ añadió
_Tú también tío_
_Voy a soñar contigo mi amor_ me dijo. Me sonrió y cerró la puerta.
Me quedé ahí, de pie junto a la cama de mi prima…inmóvil con la mente en plena efervescencia por lo que acababa de pasar. No lo podía creer… era una sensación indescriptible… estaba feliz, muy feliz.

LA ENTREGA
En los días posteriores a aquel maravilloso encuentro me la pasé pensando en todo lo que pasó, recordando cada detalle, cada olor, cada sabor… mi mente estaba totalmente inmersa en ese mar de sentimientos y sensaciones. Prácticamente no había un día en que no me masturbara pensando en mi tío y deseando poder repetir lo de aquella noche, o mejor aún; deseando el tener por fin mi primera relación sexual… con mi tío como maestro.

En la escuela, mis amigas y yo continuábamos hablando de puras cosas relacionadas con el sexo y cierto día una de ellas nos dio la gran noticia que por fin ya había cogido con su novio. Obviamente todas enloquecimos y literalmente le exigimos que nos platicara toooooodo y con lujo de detalles. Por lo cual, nos organizamos para hacer una tarea juntas y nos reunimos en mi casa. Esa tarde, después de comer nos pusimos a hacer la tarea, pero era más para esperar a que mi mamá se fuera a su habitación o se pusiera a hacer cosas para que nos dejara platicar. Una vez que así pasó, mi amiga nos platicó y detalló todo lo que sucedió.

Nos platicó que lograron quedarse solos en casa de su novio y fue que aprovecharon. Empezaron besándose y luego, mientras se besaban empezaron a acariciarse y tocarse todo; él se dio vuelo con sus senos y sus nalgas y ella tocó su pene por encima de su pantalón. Después se desvistieron y se hicieron sexo oral mutuamente (en esta parte no pude evitar recordar el último encuentro que tuve con mi tío que culminó conmigo chupando su pene hasta hacerlo venir). Después de unos momentos, se acomodaron y él se puso encima de ella y la penetró. Mi amiga nos dijo que le dolió y que no fue muy placentero porque su novio fue un tanto brusco y que por la calentura no se fijó en ser más cuidadoso. Le preguntamos si no le dijo que era virgen y dijo que sí, pero que no lo tomó en cuenta al momento de penetrarla. Sentí pena por mi amiga porque se alcanzaba a notar su frustración, ya que nos contó que solo fueron unos 10 minutos de estar en la misma posición y que su novio se vino, cuando ella apenas empezaba a pasar del dolor al placer.

Esa plática me hizo pensar bien mi idea de entregarme a mi tío puesto que no quería pasar por lo mismo, sin embargo al reflexionar llegué a la conclusión que mi tío es muy diferente y que seguramente sería cuidadoso y lo haría con cuidado y cariño. Ahora la cuestión es, cuándo, cómo y dónde sería ese momento que tanto deseaba.

Como si estuviera escrito en el destino, pasó menos tiempo de lo que pensé para que se diera esa oportunidad.

Mi hermana, que ya les platiqué es mayor que yo por 5 años, en aquel momento estudiaba mercadotecnia en una universidad en Monterrey, una ciudad muy cercana a Saltillo, que es donde vivimos; y para comodidad, ella rentaba una recámara en una casa en donde se quedaban puros estudiantes que iban a esa universidad. Según recuerdo, mi hermana y sus compañeras de vivienda habían estado teniendo problemas con la casera por lo que se pusieron de acuerdo para que ellas, junto con las mamás de todas, se reunieran para platicar con la casera para tratar de arreglar las cosas o de plano, dar por terminado el arrendamiento de las recámaras y mejor buscar por otro lado.

El plan original es que iríamos las 3, mi mamá, mi hermana y yo, pero esa era justo la oportunidad perfecta para tratar de ver si podía estar con mi tío nuevamente; así que les inventé que no me daban ganas de ir porque sería cansado y hasta me aburriría (lo cual no estaba muy alejado de la realidad) y que prefería quedarme. Le pedí a mi mamá que les preguntara a mis tíos si podía quedarme en su casa ese día, lo cual hizo mi madre y la respuesta fue que sí. Se llegó el día (un jueves), yo hice mi rutina normal de todos los días y fui a la escuela; mi mamá y mi hermana se fueron a Monterrey y mi papá a su trabajo, que dicho sea de paso, siempre sale de trabajar después de las 8 de la noche, por lo que tenía toda la tarde libre.

Lo que seguía era ver cómo acomodar las cosas para tratar de tener un momento a solas… y el destino así lo quiso, ya que nuevamente mi tía no pudo ir por mi cuando salí de la escuela y mi tío nuevamente salió al rescate.

Toda la mañana estuve con el clásico nudo en el estómago de los nervios, porque aunque no había nada seguro, no dejaba de pensar y de imaginarme todo lo que podría pasar en caso de concretar los planes… lo que más deseaba era entregarme a mi tío y dejar que fuera él quien me convirtiera en mujer. Llegó la hora de la salida y después de esperar unos minutos (que de nuevo se me hicieron eternos) llegó mi tío por mi… (¡Qué emoción!). Igual que siempre, se bajó de la camioneta, me saludó con un riquísimo abrazo y un beso bien dado en la mejilla, tomó mis cosas, me abrió la puerta del copiloto y me subí. Guardó mis cosas en el asiento de atrás y se subió.

_Listo mi princesa; tu tía anda haciendo sus cosas pero ya estoy aquí_
_Sí tío, muchas gracias por venir por mí_
_No hay nada que agradecer mi amor, ya sabes que para mí es un placer venir por ti_ hizo una pequeña pausa y añadió: _Siempre que pueda verte y pasar un rato contigo lo aprovecharé_
_Awww ¡Gracias tío!_ respondí usando mi tono de niña mimada y consentida
_A mí también me gusta estar contigo tío… y más de un tiempo para acá_ le contesté esbozando una mueca casi sonrisa llenada de complicidad
_¿En verdad mi amor?_
_Sí tío. Desde la última vez solo he pensado en estar contigo nuevamente_ respondí decidida
_Yo también hermosa; tengo muchas ganas_

Colocó su mano en mi pierna y arrancó la camioneta y tomó el camino para su casa. Fueron unos instantes en donde un ensordecedor silencio se apoderó del momento; podía sentirse en el aire los miles de pensamientos de ambos, pero no salían de nuestras mentes. Yo pensaba en cómo decirle; le daba vueltas a las palabras y no me acomodaba…

_Tu tía, para no variar, me encargó que pasemos a la tienda a comprar unas cosas para la comida. ¿Está bien?_
_Sí tío_ atiné a responder de manera muy escueta, pues mi mente estaba a mil pensando en cómo decirle

Llegamos a la tienda, nos bajamos y entramos a hacer las compras. Mi tío me dijo que tomara lo que quisiera y desde luego que lo aproveché; de nueva cuenta tomé golosinas. En la caja, al momento de pagar me compró otra tarjeta de Google Play y eso me hizo feliz.

Al subirnos a su camioneta, antes de arrancar mi tío miró su reloj y se quedó pensando. Yo solo lo observaba… Otro breve silencio nos sorprendió.

_Aún es temprano y tenemos tiempo_ dijo él, mientras seguía observando su reloj y esa fue mi señal así que la aproveché. Como pude salté hacia él y lo abracé… él correspondió el abrazo. Sin soltarlo le dije al oído:
_Sí tío. Tenemos tiempo y podemos aprovechar… Quiero estar contigo_
Me aparté un poco para poder mirarlo a los ojos. Él me regaló esa sonrisa pícara lasciva que tanto me prende y dijo:
_¿Quieres hacerlo?… ¿Estás segura?_
_Sí tío. Estoy segura… quiero hacerlo, ya no quiero esperar más_
_Ok. Hay que pensar cómo, porque en la casa va a estar bien complicado porque están todos ahí_ respondió
Su respuesta dio pie a que me surgiera la idea:
_Vamos a mi casa tío. No hay nadie… mi papá está en el trabajo y mi mamá y mi hermana regresarán hasta la noche_

Todavía me causa risa recordar la cara que puso mi tío al escuchar mi propuesta. Sonrió de oreja a oreja.
_¡Va! Hay que apurarnos entonces_ respondió y me besó. Uffff… fue un beso delicioso; cargado de deseo y lujuria. Nuestras bocas se trenzaron al igual que nuestras lenguas al interior de ellas y mientras tanto, la mano izquierda de mi tío se dio a la tarea de acariciar mi espalda… recorrió el camino descendente hasta llegar a mi cadera y acarició mi nalga derecha, que por la posición que tenía era la más disponible. Mi respiración de inmediato se empezó a agitar… momentos después esa misma mano se aventuró y levantó la falda de mi uniforme y acarició mis piernas. Fueron solo unos breves minutos, pero fueron suficientes para encender mi motor y calentarme.

En un movimiento un tanto acrobático se acomodó para poder meter su mano entre mis piernas y me acarició la entrepierna… justo como antes, con sus dedos medios. Recorría lo más que podía mi zona más caliente mientras yo correspondía sus lascivos y apasionados besos abrazada a su cuello.
Al estar en el estacionamiento de la tienda nos estábamos exponiendo demasiado, por lo que no tuvimos más remedio que separarnos y emprender el camino a mi casa. Creo que nunca lo había visto manejar tan rápido, pues a pesar del tráfico típico de la hora, logramos llegar en 10 minutos que se me hicieron eternos. Afortunadamente, por la hora, había poco movimiento en las calles de mi colonia, por lo que al llegar logramos entrar a mi casa sin que nadie nos viera. Furtivamente nos bajamos de la camioneta e ingresamos, como un par de ladrones escurriéndose al interior de la casa para cometer sus fechorías.

Entramos y llegamos hasta la sala, yo iba caminando por delante y ahí, mi tío me tomó de la mano (izquierda) para frenar mis pasos y de un movimiento me giró para quedar frente a él. Se acercó a mí y me abrazó por la cintura; yo coloqué mis brazos rodeando su cuello. Nos miramos a los ojos unos instantes y nos hundimos en el beso más delicioso y hermoso que he tenido en mi vida. Fue la mágica forma en que inició mi entrega a mi tío… me abandoné totalmente a él y me dejé llevar por todo el mar de sensaciones que inundaban mi cuerpo y mi mente. Ya no pensaba… solo sentía. A pesar que solo era un beso, mi corazón ya estaba totalmente acelerado y casi podía sentir la sangre fluyendo a mi cabeza y únicamente obedecía los impulsos febriles de mi cuerpo para corresponder al apasionado beso que nos tenía enlazados en aquel lugar. Mis brazos permanecieron en el cuello de mi tío, pero él se dio vuelo explorando con las suyas todo mi cuerpo. Recorrió y acarició mis nalgas a placer, sobándolas, apretándolas y presionándome contra su cuerpo. Después ambas manos pasaron al frente y alcanzaron mi busto, que también sucumbió ante sus frenéticas caricias.

De repente, mi tío detuvo el beso y se apartó un poco, solo lo suficiente para tomarme por los hombros y girarme de tal forma que él se colocó a mis espaldas. Así, se acercó nuevamente y me abrazó tomándome por los senos mientras besó mi cuello y mis mejillas. Yo ya jadeaba de forma abierta y franca… esta vez sin contenerme y sin censurar la respuesta de mi cuerpo ante el placer y la calentura que me tenía vuelta loca. Sus manos tomaron, apretaron y acariciaron con vehemencia mis senos; después su mano derecha recorrió el camino desde mi pecho hasta mi entre pierna para acariciar mi sexo así, por encima de la falda de mi uniforme escolar.

Nuevamente, en un movimiento un tanto brusco mi tío me volvió a girar para nuevamente quedar frente a frente y se abalanzó sobre mis labios, internando su lengua en mi boca y buscando la mía mientras nuestra saliva se mezclaba con cada beso. Sus manos nuevamente fueron a mis nalgas y esta vez levantó poco a poco mi falda para poder acariciar mi trasero sobre la pantie azul celeste que llevaba puesta aquel momento. Mis jadeos empezaron a convertirse sutilmente en pequeños gemidos que enmarcaban aquella escena en la sala de mi casa, en donde mi tío y yo, estábamos de pie, enlazados en un abrazo fajando como dos novios primerizos en la víspera de su entrega carnal.

Solo unos instantes así y mi tío pausó el momento diciendo:
_Vamos a tu recámara mi amor; prefiero que sea allá y no aquí_
_Sí_ fue la monosílaba respuesta que pude dar ante el nivel de excitación que me tenía presa ya a esas alturas

Ahora fui yo, la que lo tomó de la mano y me situé por delante de él para guiarlo por el camino que nos conduciría a mis aposentos. Subimos la escalera y por fin, llegamos hasta la puerta de mi habitación. Abrí la puerta y justo en el umbral de la misma, mi tío volvió a interrumpir mi camino; me tomó por el cuello y me volvió a besar al tiempo en que me fue llevando hacia atrás hasta que mi espalda se recargó en la puerta… sus brazos me rodearon con firmeza mientras su boca devoraba la mía. Pausando los besos y en un movimiento lento, me quitó la playera del uniforme, dejando al descubierto mi bra blanco con puntos y encajes en azul cielo. Después de un suspiro profundo, los acarició con suavidad y gentileza, me besó y desabrochó aquel sostén, dejando libres mis senos que no tardó en besar con pasión. Como acto reflejo, hice el movimiento para emular a mi tío y empecé a desabotonar la camisa blanca con cuadros azules que llevaba puesta. Cuando se percató de ello, dio un pequeño paso para atrás para permitirme hacer el movimiento.

Yo estaba como en transe, solo veía como mis manos de menara autónoma desabotonaban aquella prenda, que poco a poco dejó ver un varonil y fuerte pecho, con algunos vellos que cubrían una parte de él y de donde se desprendía un breve caminito que se internaba en su pantalón. Levanté mi mirada y me encontré con una leve sonrisa enmarcada por una faz que irradiaba deseo y total excitación. Fue como una chispa que me animó a tomar su cinturón y lentamente lo desabroché, seguido de su pantalón y justo cuando estaba a punto de bajar sus prendas él me detuvo.

Me dijo: _Ven_ y me acercó hasta mi cama. Él se sentó en ella y me puso frente a él; una vez que me acercó hacia él, llenó de pequeños y tiernos besos mi ombligo y todo mi vientre. Después, pasó sus manos por detrás de mi cadera y desabotonó mi falda, bajó el pequeño cierre y tomó la parte superior de la misma y desde mi cintura en un movimiento lento, muy lento la fue bajando hasta depositarla en el piso. Hizo que levantara los pies uno a uno para poderla retirar por completo. Sus manos se posaron en mis muslos y los recorrió de arriba abajo suavemente, como apenas tratando de tocar mi piel, que se erizaba y reaccionaba con cada roce y toque de sus manos.

Volvió a suspirar y de nuevo besó mi vientre mientras sus manos se colocaron una vez más en mi cadera y como si se tratara de un ritual ancestral, con mucha gentileza deslizó mi pantie hacia abajo y sin perder detalle de mi anatomía mientras lo hacía. Y ahí estaba, parada frente a mi tío, desnuda… únicamente con las calcetas y los zapatos… y él, me veía con atención y hasta con admiración. Sus caricias eran sutiles, apenas marcadas, llenas de una extraña mezcla de ternura y deseo… sus manos recorrían mi cuerpo. Me acerqué a él, tomé con mis manos su cabeza y la hundí en mi pecho, diciéndole con este movimiento que quería volver a sentir sus besos en mi piel. Así lo hizo; besó mis senos, chupó y mordió sutilmente mis pezones y sus manos exploraron toda la geografía de mi trasero, estrujando mis nalgas fuertemente.

_Es mi turno_ le dije, al momento en que lo forcé a que me soltara. En un par de rápidos movimientos me quité los zapatos y me hinqué frente a él. Ahora sí, deslicé sus pantalones y su boxer hasta sus tobillos; le quité sus zapatos tipo mocasín y completé la faena quitando por completo sus prendas. Frente a mí, estaba todo el deseo y la excitación de aquel hombre convertidas en una imponente erección que palpitaba al ritmo de los torrentes que inundaban el viril falo que aprisionó mi atención. Lo tomé con ambas manos y tratando de recordar las instrucciones que me dio en nuestro encuentro anterior, procedí a masajearlo… de arriba abajo, primero con suavidad y después con una firmeza que dio paso a unas inmensas ganas de volver a degustarlo, por lo que sin titubear lo lamí dos o tres veces para después meterlo poco a poco en mi boca. Primero, aquella cabeza que ya asomaba los primeros indicios de un líquido transparente que de inmediato mezclé con mi saliva al momento que empecé la felación con mi prácticamente nula experiencia. Era apenas la segunda mamada que daba y me esforcé en hacerlo bien… quería que mi tío sintiera tanto placer como yo cuando él me tocaba o besaba. Con sus manos tomó mi cabello y marcó los movimientos de mi cabeza mientras mi boca trataba de devorar su miembro viril que tocaba mi garganta. Tardé un poco en controlar la sensación de náusea por el roce de su glande en lo profundo de mi garganta y cuando menos lo pensé, ya estaba disfrutando de tener la hombría de mi tío en mis manos y mi boca.

El sentir mi saliva escurriendo entre mis dedos hizo que yo me mojara más y ayudaba a lubricar el movimiento de mis manos mientras jalaba de arriba abajo la piel de aquella cosa que me tenía frenética. Alterné mamadas pausadas y profundas con besos y lamidas a lo largo de todo su falo y en un par de ocasiones levanté la mirada para mirar a mi tío; que estaba embelesado observándome… viendo a su sobrina favorita hincada frente a él haciendo su mayor esfuerzo por darle una mamada que lo llenara de placer. Después de unos instantes y de manera sutil detuvo los movimientos de mi cabeza, me jaló un poco hacia arriba para poder alcanzar mis labios y me besó profundamente.

_Eres increíble_ me dijo sin soltar mi rostro y regalarme una placentera sonrisa.
_¿Sí te gustó tío?.. ¿Lo hice bien?_
_Lo hiciste perfecto mi amor, me encantó. Pero ahora, me toca a mí… también quiero saborearte y hacerte sentir igual de rico como lo acabas de hacer conmigo_

Se levantó y cambiamos lugares. Me recostó sobre mi cama, se hincó frente a mí, con sus manos abrió mis piernas e internó su cara en mi sexo. En cuanto sentí sus labios tocar mi sexo algo dentro de mi vientre explotó… fue como si el botón de máximo placer se hubiera oprimido y de inmediato sentí una descarga que me recorrió desde la cabeza hasta los pies. Con ambas manos tomé la cabeza de mi tío e interné mis dedos en su cabello, tratando de acompañar los movimientos que él iba haciendo mientras devoraba con ansiedad y lujuria mi mojada y caliente entre pierna.

Su lengua no dio tregua y recorrió cada milímetro de mi zona genital, pasando por mis vellos púbicos, mi clítoris y la entrada de mi vagina. Lamió de tal forma que parecía tratar de extraer hasta la última gota de mi esencia virginal y juvenil. Mientras me lo hacía, sus manos jugaron un momento con mis senos apretándolos y pellizcando mis pezones, hasta que cambiaron de sitio y se dirigieron a mi entrepierna para acompañar a la boca y lengua con las que me estaba llevando a las nubes. Lancé el primer gemido profundo al sentir cómo uno de sus dedos se deslizó suavemente en la cavidad vaginal y empezó a sacarlo y meterlo lentamente mientras su lengua no daba tregua a mi clítoris. Mis jadeos se empezaron a mezclar con gemidos y con los muslos trataba de aprisionar un poco su cabeza cuando la sensación era demasiado intensa.

Un segundo dedo se introdujo como cómplice del primero y lo acompañó en su movimiento de entrar y salir… cada vez más marcado y rápido, y poco a poco llegando más profundo… más de lo que llegaron las veces anteriores que esos mismos dedos estuvieron ahí, dentro de mi sexo. Mi cuerpo se estremecía al sentir todo aquello; la boca de mi tío y sus dedos adueñados de mi vagina me llevaron cada vez más al punto en donde empezaba a desfallecer; cuando sentí que sus dedos tocaron y masajearon nuevamente ese punto exacto la descarga llegó como relámpago… mi espalda solita se arqueó y un gemido profundo y placentero acompañó al orgasmo que explotó… más intenso que todos los anteriores y también, más jugoso.

Las lamidas y caricias de la lengua y los dedos de mi tío poco a poco cesaron, dándome tregua y la oportunidad de recuperar un poco el aliento y que mi cabeza dejara de dar vueltas. Mi tío se percató de ello y aprovecho para incorporarse; se quitó los calcetines y se subió a la cama. Sin perder detalle y aún en medio del éxtasis que me subió al cielo, seguí las instrucciones que me dio para que me acomodara bien en la cama ya que estaba con las piernas hacia un costado. Hecho esto, mi tío se acomodó entre mis piernas, quedando completamente sobre mi, pero sin dejar caer su peso y fue ahí, cuando por primera vez, su pene rozó mi sexo y se colocó en la entrada de mi vagina. De inmediato mi corazón dio un sobre salto que ni siquiera con lo que ya habíamos hecho había sentido… y fue increíble sentirlo, por lo que traté de acomodarme y abrí un poco más las piernas.

Con su mano derecha me acarició la mejilla… con sus dedos acarició muy sutilmente mis labios… todo sin dejar de verme a los ojos.
_Aún estamos a tiempo de parar si no quieres ir más allá. Si dices que no, no me voy a enojar ni habrá ningún problema mi amor. Pasará solo lo que tú quieras que pase_
_Sí_ apenas pude contestar de manera entre cortada
_¿Quieres seguir?_ me preguntó
_Sí tío… quiero seguir_
_Ok mi amor, será como tú digas y en el momento que quieras que paremos, así lo haremos_
_Gracias por preocuparte y por ser así conmigo tío. Te adoro y estoy segura de esto… quiero hacerlo, quiero hacerlo contigo, que seas tú el que me de mi primera vez_ le contesté y nuevamente, con mis brazos rodeé su cuello. Él me sonrió y me besó… primero suavemente y con ternura, después el beso fue escalando de intensidad hasta llegar nuevamente al frenesí de la calentura, la excitación y la locura. Mis manos iban de su cabeza y cuello a su espalda y él, al estar recargado en su antebrazo izquierdo, solo tenía libre la mano derecha para tocar mi cuerpo; iba desde mi cuello, pasando por mis senos que apretaba y estrujaba…bajaba por mi costado hasta llegar a mi nalga. Después se deslizó por mi pierna hasta llegar a la corva y la levantó un poco.

Mientras nos besábamos, sentí cómo se fue acomodando de tal forma que empezó a frotar su pene en mi vagina; lenta y sutilmente paseó su miembro por toda la raya de mi vulva y con la mano se ayudó para frotar la cabeza en mi clítoris. ¡Dios! Fue una sensación nueva… sus dedos, sus labios y su lengua ya habían pasado por ahí, pero nunca aquella textura extrañamente rugosa y lisa al mismo tiempo… fue infartante el saber que estaba a punto de ser penetrada por primera vez. Estaba que ardía de placer y lujuria, pero también, en algún lado de mi ser sentía miedo por lo que estaba a punto de suceder. Sabía que no habría manera de deshacerlo… estaría entregando mi virginidad a ese hombre, que en aquel momento era mi amante, mi protector, mi guía y todo lo que yo quería y buscaba. Aunque mi mente hacía débiles intentos de conectarse con la razón, mis ganas, mi deseo y mi decisión de entregarme a mi tío eran más grandes.

Después de unos minutos de repetir aquella frenética frotación de su pene en prácticamente toda mi entrepierna, se incorporó para quedar casi hincado ahí entre mis piernas. Sin soltar su miembro viril hizo la última exploración de mi cavidad… llevó sus dedos a su boca y los mojó profusamente y vi cómo humectó su pene, especialmente la punta. Se inclinó un poco hacia adelante para acomodarse y de nuevo, con ayuda de su mano, llevó su miembro hasta la entrada de mi vagina y lo frotó repetidamente, suavemente y con gentileza.

_Voy a hacerlo con sumo cuidado mi amor, despacito y suave_
Escuché atenta sus palabras.
_Voy a meter poco a poco la punta… y después lo demás; pero lento y con cuidado, no te preocupes_
_Sí tío_
_Vas a sentir un pequeño dolor, tal vez hasta un poco de ardor, pero es normal. Me dices si quieres parar_
_Sí tío_

Una vez que colocó bien su virilidad en mi entrada, se acomodó y se acercó para besarme profundamente. Yo lo abracé con fuerza… quería sentirlo cerca, pensé que con eso ayudaría a no sentir miedo. Poco a poco la cabeza fue entrando y abriéndose paso en mi estrecha cavidad, que dificultó la entrada de aquel intruso disfrazado de carne. Al sentir la estrechez, mi tío se detuvo brevemente y continuó su movimiento penetrante. Lentamente, milímetro a milímetro aquel falo iba entrando cada vez más y lo profundo de mi ser iba cediendo y me lo hizo saber cuando empecé a sentir un dolor agudo, que fue subiendo de intensidad mientras más carne entraba en mí. El rictus de dolor se apoderó de mi cara y una lágrima alcanzó a escaparse, deslizándose por una de mis mejillas. Mi tío la secó con sus dedos y me preguntó: _¿Estás bien?… ¿Quieres parar?_
Hice acopio de todas mis fuerzas para no ceder al llanto y entre pequeños sollozos le contesté:
_Sí, estoy bien… sigue… no pares tío… sigue. Quiero que me conviertas en mujer_

Cerré los ojos y lo besé. Correspondió mi beso apasionadamente, el cual, pausó por unos instantes y en un movimiento, dejó caer su peso y atravesó mi ser y se hundió hasta lo más profundo, llevándose consigo el velo virginal que hasta ese momento fue el guardián de mi inmaculada inocencia. No pude evitar soltar un leve sollozo que fue el eco de la despedida de aquella niña que se estaba convirtiendo en mujer en los brazos de su amado. Por fin, después de tanto tiempo, mi deseo de tener a mi tío dentro de mí se estaba haciendo realidad.

Mi tío se mantuvo inmóvil unos instantes, para darme oportunidad de regresar en mí y que poco a poco el dolor fuera disminuyendo y mientras nos besábamos, empezó a moverse… muy sutilmente inició el movimiento de sus caderas de arriba abajo… metiendo y sacando. Poco a poco el movimiento fue aumentando la candencia y con ello mis gemidos empezaron a hacerse presentes. Al paso de los minutos, el dolor y la sensación de ardor fueron desapareciendo y empecé a disfrutar de cómo se sentía todo aquello. El cúmulo de sensaciones por todos lados me tenía absorta… mi corazón latiendo a mil por hora… mi boca profiriendo jadeos y gemidos que salían al ritmo de las embestidas viriles que mi tío acometía… mi sexo ocupado por aquel falo que frenético entraba y salía de mí bañado en sangre y jugos vaginales… y mi mente, subiendo y bajando y dando vueltas y todo mi mundo era únicamente aquel momento, en el que mi cuerpo y mi mente estaban entregados y en el que me sentía amada y deseada.
En momentos mis gemidos eran interrumpidos por pequeños pero intensos besos que me daba mi tío mientras yo lo abrazaba por el cuello y él, con sus manos, acariciaba mi cabello y mis mejillas. Luego hacía incursiones furtivas en mi cuello para pesarlo y lamerlo. Llegó un momento en que las penetraciones se volvieron intensas y un poco más profundas, lo cual me hizo estremecer, pero no supe qué hacer… mi tío me observaba con detenimiento… y poco a poco bajó el ritmo de sus movimientos hasta casi pausarlos. Me besó nuevamente y me dijo:

_Vamos a cambiar, quiero que sientas de otra forma_
Yo solo asentí con la cabeza.
Se incorporó y se retiró de mi interior y me extendió las manos para poderme ayudar a levantarme. Al incorporarme pude ver que en su pene había rastros de sangre y me asusté un poco. Él se dio cuenta y me explicó que es normal. Yo ya lo sabía pero obviamente no es lo mismo conocer la teoría a vivirlo en persona.

Él se recostó boca arriba y me dijo:
_Ven, ahora te toca a ti arriba. Vas a ver que vas a sentirlo diferente y podrás moverte como tú quieras_
Con sus manos me guio para que me pudiera montar en él. Torpemente me acomodé y busqué la forma de sentarme, pero evidentemente no sabía cómo, por lo que con dulzura me fue llevando y me dijo cómo acomodarme.

_Con tu mano agarra mi pene y ponlo en la entrada y poco a poco velo metiendo. Hazlo suavemente para que no sientas que te lastimas_

Así lo hice. Con cuidado me acomodé de tal forma que mientras me sostenía con mi mano izquierda en el pecho de mi tío, con la mano derecha tomé su miembro y lo acomodé en la entrada de mi vagina y poco a poco fui bajando. Centímetro a centímetro, mi humanidad fue devorando el viril instrumento de mi tío hasta que no quedó nada a la vista. Wow… sin quererlo, me lo metí todo. Era una sensación impactante el sentir todo aquello dentro de mí y lo mejor, es que el dolor prácticamente ya se había ido; solo estaba una leve sensación que ante la emoción y excitación terminó por desaparecer.

_Ahora, recárgate con tus manos en mi pecho para que puedas moverte de arriba abajo… hazlo como tú quieras… tu pones el ritmo y la intensidad_ fue la indicación de mi tío

Me acomodé como dijo y poco a poco empecé el movimiento como lo señaló… levanté un poco mi cadera para poder tener más rango de movilidad… y poco a poco el movimiento se hizo más marcado. Las manos de mi tío me tomaron por la cadera y sutilmente me ayudaba a marcar el movimiento. Nuevamente los jadeos empezaron a ser intensos y mientras más me movía, más placer sentía. Abrí los ojos y al ver a mi tío así, debajo de mí, tomando mi cadera y sintiendo su pene en lo profundo de mi vagina fue una visión que me prendió. Por primera vez, en ese justo momento ya no me sentía como una primeriza o inexperta… esa posición me elevó a un lugar en el que mentalmente nunca había estado. Sin duda, fue un maravilloso regalo.

Cuando mis caderas estaban en el pleno movimiento de subir y bajar mi tío dijo:
_También puedes cambiar el movimiento_ me detuve un momento para poner atención
_Ahora, en lugar de subir y bajar, puedes moverte de adelante hacia atrás… como si literalmente estuvieras cabalgando. Verás que vas a sentir muy rico_
De inmediato hice lo que me dijo. Bajé por completo hasta quedar totalmente sentada en la pelvis de mi tío y empecé el movimiento… empecé a cabalgarlo… ¡Dios! La sensación fue intensa desde el primer momento. Al moverme así pude sentir al instante que el movimiento provocó el roce de mi clítoris con el cuerpo de mi tío y eso me estremeció una vez más. Me gustó tanto que de inmediato me enganché en ese movimiento y me seguí… moviéndome cadenciosamente mientras las manos de mi tío alternaban sus caricias entre mis nalgas y mis senos. Apretaban, estrujaban y tomaban con firmeza mis partes mientras yo me entregaba a aquella mágica sensación que me hacía volar con cada movimiento y cada roce. Mis jadeos y gemidos iban al compás del movimiento de mi cadera mientras sostenía mi peso con ambas manos apoyadas en el pecho de mi tío. Poco a poco la sensación se fue formando en mi interior y al darse cuenta, mi tío empezó a decirme:

_Así amor… así. Gózalo mi vida, gózalo y disfrútalo… este momento es tuyo y quiero que lo disfrutes como nunca. Siénteme dentro de ti… siente cómo lo has puesto de caliente y duro. Gózalo amor, es tuyo y quiero que lo goces_
Ufff… pensé que no habría manera de calentarme más, pero esas palabras llegaron tan profundo que en automático aumenté la intensidad de mis movimientos. Un loco frenesí se apoderó de mi cuerpo al sentir que un nuevo orgasmo estaba cerca de llegar, así que cerré los ojos y me concentré solo en sentir… y dejé que mi cuerpo tomara las riendas del momento. Llegó un momento en que mis movimientos, al igual que mis jadeos eran intensos y rápidos… ¡Quería sentirlo ya! Con esto estaba anunciando que no faltaba mucho.

_Así hermosa, así… sigue así… quiero que no pares… no pares_
Yo gemía y jadeaba más y más.
_Así mi amor… así… no pares…_
_¿Te vas a venir?_
_S.. s.. sssi tío_
_Dilo mi amor, dilo… quiero oír que lo digas_
_Me voy a venir… tío, me voy a venir… me vo…_ ya no pude terminar de decirlo; un relámpago golpeó lo más profundo de mi ser haciéndome explotar. Tuve que pausar mis movimientos ante la intensidad de aquel orgasmo que literalmente, hizo que mis jugos escurrieran y mojaran gran parte de la pelvis de mi tío. Tuve que abrir rápidamente los ojos porque mi cabeza daba vueltas y sentí como mis piernas empezaron a temblar. Mi tío me sostenía por las nalgas al tiempo que me veía extasiado.

_Mi amor_ dijo con un cierto toque de ternura, al tiempo que trató de incorporarse para quedar casi sentado haciendo que nuestros rostros quedaran cerca, frente a frente. Me besó apasionadamente.
_¿Te gustó?_
Yo todavía estaba en el éxtasis de aquel increíble orgasmo… el primero provocado por penetración. Como pude, le contesté:

_Sí tío… fue increíble_
_Sí mi amor, de eso se trata… de que lo goces y lo disfrutes al máximo… y no hay nada más maravilloso que verte gozar y disfrutar. Eres lo más hermoso y rico del universo y verte así es lo mejor que me ha pasado_ y me besó profundamente.
_Vamos a cambiar, te voy a enseñar otra posición_ me dijo. Lentamente me levanté hasta que su pene logró salir de mi vagina y al verlo me asombré de lo mojado que estaba… eso era el rastro del orgasmo que acababa de tener.

_Acuéstate boca abajo_ me dijo y tomó una de mis almohadas y la puso por debajo de mi vientre. Él se acomodó como si también fuera a cabalgarme, posicionándose abajito de mis nalgas. Sentí como sus manos las tomaron, las masajearon, las apretaron… y luego sentí que se inclinó y empezó a besar mi espalda desde la parte más baja. Fueron besos cortos y tiernos, pero con convicción de hacerse presente… conforme fue subiendo el interior de mi vagina se mojaba más… llegó hasta mi cuello y movió mi cabello para poderlo besar. Por Dios, creí que en ese momento me paralizaría al sentir su respiración profunda y exaltada por todo mi cuello. Su boca se acercó a mi oído derecho y me susurró, con una voz super cachonda:

_Eres la nena más hermosa del universo… eres mi princesa hermosa… y te amo…_
Siguió besando mi cuello y espalda hasta que se detuvo para nuevamente incorporarse; levantó un poco mis caderas y se acomodó encima de mí. Pude sentir como separó mis glúteos y dejó totalmente expuesta mi vagina y de inmediato sentí su miembro buscando el acceso a mi cavidad vaginal y una vez que estuvo ahí, no tuvo mayor problema para ingresar gracias a lo mojada que estaba. Lentamente, mi tío fue metiendo su viril miembro hasta llegar al fondo y por la posición, sentí que no cabría ni que habría espacio para más… había mucha presión. Poco a poco empezó el vaivén de las caderas de mi tío, penetrándome cadenciosamente. La sensación del rebote de su zona púbica con mis nalgas fue en un principio chistosa, pero después se volvió caliente al escuchar aquel sonido semejante a como si alguien estuviera aplaudiendo. Estar en esa posición hizo que me costara más trabajo el acostumbrarme a la incesante penetración a la cual estaba siendo sometida… solo podía asirme fuertemente de la colcha y hundir mi cara en el colchón para ahogar mis gemidos cada vez que la sensación era más intensa. De igual forma, sentía la jadeante respiración de mi tío cada vez que se acercaba para besar mi cuello y mis mejillas.

_Es increíble estar dentro de ti mi amor… se siente delicioso…_
Las palabras de mi tío me calentaban más y más y yo solo daba rienda suelta a mi placer gimiendo con cada arremetida y cada golpeteo provocado por el choque de nuestras caderas.
De repente mi tío detuvo sus movimientos, se retiró de mi interior y me dijo:

_Levántate un poco… ponte en cuatro, como si fueras a gatear_ me tomó por la cadera y me jaló hacia él para ayudarme a ponerme como me lo estaba indicando. Solo me levanté y listo, quedé en cuatro con las nalgas paraditas y con mi sexo totalmente expuesto y vulnerable. Estando ya en la posición, volteé haca atrás para ver a mi tío y lo descubrí embelesado admirándome desde esa perspectiva. Se acomodó detrás de mí con las piernas más abiertas para poder quedar justo detrás. Tomó con su mano derecha su pene y lo paseó por toda mi vagina antes de colocarlo en la entrada y ensartarlo nuevamente. Yo solté otro gemido al sentir toda esa carne entrar en mí otra vez. Me tomó por la cadera y empezó a embestirme, esta vez más profundamente, tocando la pared interior de mi mojada y aún estrecha vagina… no había llegado hasta ahí… se sentía un sobresalto en mi interior cada vez que su pene tocaba ese punto… ¡Ufff!!!! Una sensación nueva más… era increíble todo lo que mi tío me estaba haciendo sentir.

En medio de todo el movimiento que generaban sus embestidas empecé a hacer conciencia de todo; de los sentimientos que me habían movido hasta llegar a ese punto… de mi calentura y ganas de sentir y ser yo la protagonista de una escena sexual como todas las que había visto en los videos porno que compartía con mis amigas… de estar así con mi tío, quien había sido el principal cómplice de todo. Tanto tiempo de tocarme pensando en ese momento… de imaginarme lo que ya estaba viviendo ahí, en mi propia habitación, que sin haberlo imaginado se había convertido en el escenario y mudo testigo de mi entrega, expectante de mi primera vez.

Todos esos pensamientos hicieron que me prendiera más y más y aunado a las profundas penetraciones que mi tío hacía nuevamente el orgasmo empezó a anunciarse. Mis gemidos aumentaron y mi tío, que mientras clavaba su hombría en mí, apretaba con firmeza mis redondas nalgas, que estaban a su total disposición en aquella posición. Se percató y de nuevo me dijo:

_¿Te vas a venir mi amor?_
Entre gemidos y jadeos contesté que sí.
_¿Te gusta así????…_
_Sss sí tío_
_Siéntelo mi amor… siéntelo todo dentro de ti para que te vengas otra vez…_
_S.. sssí tío_
_Así mi amor… siéntelo así… dentro… muy dentro… siéntelo y vente rico otra vez mi amor… vente en mí amor… quiero que te vengas en mí_

Dicho eso, la penetración se hizo más rápida y fuerte… me la metió con firmeza una y otra vez… mis gemidos aumentaron y se intercalaban con el golpeteo de mis nalgas y su cadera.
_Dímelo mi amor… quiero oír que me lo digas_

Como pude me aferré a la cama para sacar fuerzas y poder interrumpir mis gemidos y articular las palabras que me tío quería escuchar:
_Aaahhh… mmm mmmm me vvvv.. vengooooooo_ apenas pude pronunciar las palabras y de inmediato otra caliente y copiosa explosión inundó mi interior haciendo que mi cuerpo completo temblara. Mi tío, poco a poco disminuyó la fuerza y las repeticiones de la penetración hasta quedar inmóvil dentro de mí. Aún jadeante, traté de volver en mí, de recuperar las fuerzas y la respiración… era demasiado… la intensidad cada vez era mayor y pensé que en cualquier momento pediría parar… pero, mi tío aún no llegaba a su clímax y sin dunda quería verlo explotar nuevamente. Por un instante vino a mi mente aquella imagen de nuestro encuentro previo, en donde terminé bañada en el semen de mi tío… quería sentirlo otra vez.

_¿Estás bien mi amor?_
_M… sss… sí tío… estoy bien_
_Qué rico te viniste mi amor… me encanta cómo te mojas y cómo me mojas cuando te vienes así_
Yo solo atiné a sonreír mientras trataba de acomodar mi cabello y me recosté en la cama. El, de inmediato se abalanzó sobre mí; me acomodó nuevamente boca arriba y una vez más, se colocó entre mis piernas. Con los brazos extendidos, como si fuera a hacer lagartijas, se acomodó sobre mí y de un solo empujón me la metió otra vez…

_Mmmmmmm_ se escapó de mi boca al sentir como sin dificultad entró el pene mi tío… y así, en esa posición empezó el movimiento… metiendo y sacando, invadiendo mi mojado y caliente interior. Yo abrí más las piernas y de momento sentí una enorme curiosidad por ver; así que incorporé un poco mi torso para alcanzar a ver… ¡Dios!… la imagen era por demás placentera… caliente y explícita. Alcancé a ver cómo su falo, grande, viril y lleno de mis jugos entraba y salía… como nuestras pelvis se unían, se tocaban… y casi nuestros vellos púbicos se alcanzaban a enlazar con cada metida… con cada embestida.
Era increíble y el haberme movido hizo que su pene empezara a rosar mi clítoris… por lo que con cada metida empecé a sentir mucho más intensamente… lo cual hizo que mis jadeos se convirtieran nuevamente en gemidos. Por momentos, intercambiaba miradas con mi tío, que estaba concentrado… era también su momento… porque estaba justo ahí, cogiéndose a su sobrina favorita en su propia habitación. Podía verse el placer y frenesí en sus ojos… el sudor ya inundaba su frente y escurría entre los vellos de su pecho y claramente noté cómo sus jadeos también empezaron a dejar escapar sus gemidos masculinos… cargados de viril deseo y placer.

Éramos como un par de danzantes, moviéndose a un compás frenético acompañados por una leve música gutural que intercalaba notas entre uno y otro. La imagen era de locura… no pude más y de nuevo me dejé llevar para que mi cuerpo por sí solo se encargara de todo. Me recosté y me abandoné a la intensidad de las sensaciones y a la imagen de aquel momento…mis manos se asieron a los brazos de mi tío; mis piernas abiertas se elevaban y se movían al ritmo de las embestidas que me penetraban con total frenesí y placer. No pasó mucho antes de que nuevamente mis gemidos le anunciaran a mi tío que estaba por venirme una vez más.

_Así mi amor… así mi vida… siéntelo… siente como entra… siente cómo estoy dentro de ti mi amor_
_Sí tío… sssí…._
_Así amor… así… déjalo salir… vente… déjame sentir cómo te vienes en mí otra vez… vente mientras estoy dentro de ti amor…_
Sus palabras, aunadas al inmenso placer que me hacía sentir con sus embestidas hicieron que, entre espasmos y temblores, me viniera a chorros nuevamente.
_Aaaaaaaahhhhhhh………_ ni siquiera pude articular palabra alguna… simplemente el gemido escapó.
_Eso… así mi amor… así… vente rico…_

Mi cuerpo languidecía al estar ya sin fuerzas y mi tío, aceleró las penetraciones; como ametralladora me cogió vertiginosamente, con firmeza y como si tratara de atravesarme con cada embestida. No paró y arremetió cada vez más rápido, gozando cada instante y cada centímetro de mi cuerpo, entrando y saliendo de mí. No detuvo el movimiento y cadencia de sus caderas, el vaivén de sus penetraciones siguió hasta que en un rápido movimiento se incorporó, sacó su pene de mi vagina y con su mano derecha se lo frotó y se lo jaló al tiempo que empezó a vaciar chorros de su caliente y espeso semen que cayó en mi pubis y escurrió por toda mi vagina. Fue increíble ver cómo gimió y se vino abundantemente encima de mí.

Dejó de jalar hasta que ya no hubo nada en su miembro… que estaba enrojecido, lleno de mis jugos vaginales y aún erecto casi en su totalidad.

Ambos jadeábamos profusamente… yo no pude más y dejé que mi cuerpo se desvaneciera, así como estaba, tumbada boca arriba. Mi tío se acercó y me besó. Fue cálido, suave y reconfortante. Me miró a los ojos y me dijo:

_Eres increíble… nunca me hubiera imaginado que sería así de rico… me tienes en las nubes mi amor… te amo_
_Y yo a ti… te amo tío_
_Gracias mi amor por darme este regalo tan maravilloso… es algo que llevaré en mi mente y mi corazón por siempre…_ añadió
_Gracias a ti tío… por quererme tanto y por tratarme así… estoy segura que con nadie en el mundo lo hubiera hecho así de rico… nadie como tú tío para hacerme mujer y darme mi primera vez_

Estuvimos unos minutos besándonos y dándonos breves caricias… creo que no dejó pasar la oportunidad de recorrer mi cuerpo nuevamente, por lo que con su mano acarició mis senos… bajó y recorrió todo el camino hasta llegar a mi sexo… movió los dedos y embarrando lo que quedó de su semen en mi entrepierna… metió un par de sus dedos y me dio la última caricia al tiempo que me besaba.

_Esto es maravilloso y no quiero que termine… pero debemos apresurarnos amor_ me dijo con pesadez
_Lo sé_ contesté

Con mucho pesar nos levantamos… yo tuve que pasar al baño para poderme asear y arreglarme lo mejor posible. Antes de pasar una toalla por mi entrepierna quise probar nuevamente su sabor, por lo que con mis dedos me toqué… los metí en mi vagina y al sacarlos recogí lo que pude de su semen y sin pensarlo metí los dedos en mi boca… los chupé y saboreé aquellos líquidos con la esencia de ambos. Una vez aseada regresé a la habitación y me vestí con la misma ropa que traía puesta. Él hizo lo propio.

De igual forma que como entramos, nos escabullimos para salir de mi casa; abordamos su camioneta y tomamos el rumbo para su casa. En el camino intercambiamos caricias y miradas; los “me encantas” y los “te amos” no faltaron. Ahora, el reto será disimular y actuar como si nada hubiera pasado y seguir con la normalidad que había meses atrás, antes de que mi tío y yo, nos convirtiéramos en cómplices de un hecho que cambió mi vida para siempre… y que siempre, recordaré con cariño, con placer y con lujuria.

Deja tu comentario en la casilla de comentarios o síguenos en FacebookInstagram y Twitter  

Mi esposa

Me deliciosa esposa…continuación…y fin 4

Cómo he relatado, mi esposa es espectacular en el sexo, la amo y cada día nos deseamos más. Pero debo reconocer que ella es de esas mujeres que necesitan mucho sexo, o mejor lo digo sin tapujos…necesita recibir gran dosis de pene…yo la satisfago bastante y estoy dotado en buena

Antojo publico

locura deliciosa

En una tarde muy normal de la capital de Colombia Bogotá un fin de semana todo el mundo trata de distraerse un poco y es normal y a comer algo antes de ir a bailar un poco y yo decidí salir sola como lo estaba haciendo desde mis relaciones un

amiga mi mejor amante

MI mejor amiga, mi mejor amante

Bueno quiero confesarles que esto sucedió ya hace bastante tiempo y que soy una mujer de 37 años y si mi mejor amiga es mi mejor amante, nos conocimos a los 15 años de edad, edad en la cual las hormonas están disparadas y estábamos dispuestas a experimentar lo que

Eesposa anal

No hay primera sin segunda

Después de 5 años con mi esposa recordamos como habíamos echo un trío con mi tío Rolo Irma le pregunto te acuerdas del tío Rolo cómo te cacho?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contenido Generado por Usuarios con Desnudos

El contenido de RelatoSexy es generado por usuarios y puede incluir desnudos.