Fantasia En El Taller

Seduce a su mecánico durante una revisión nocturna de su auto, llevando a una serie de encuentros íntimos y apasionados.

Siempre me habían llamado mucho la atención los mecánicos, con sus monos y sus manos manchadas de grasa. Y hace unos días, localicé a uno realmente cachondo y decidí cumplir una vieja fantasía Así que inventando la excusa de mi horario de trabajo, conseguí que me hiciese una revisión del auto una vez que hubiera cerrado. Y la historia sucedió así:
Entré con mi coche en el taller y mi mecánico, a partir de ahora favorito, cerró el portón detrás. Iba vestida con una falda muy corta negra con vuelo, una blusa verde claro de una tela muy fina, sin sujetador y abierta, unas sandalias y la tanga
más pequeña que tengo. Esperé dentro a que `el cerrase el portón y fuese hasta el capó para bajar del coche.
Me dijo que le diera a la palanca para abrir el capó y yo lo hice a través de la ventanilla estirándome mucho para que pudiera ver el principio de mis nalgas. Luego,se puso manos a la obra mientras charlábamos y me iba indicando cuales eran los problemas del motor, a lo que yo no hacía mucho caso porque no tengo ni idea de mecánica aunque me agachaba para ver lo que me indicaba. Cuando lo hacía el no perdía oportunidad de mirarme el escote. Yo no me preocupaba en aguantar la blusa con la mano para que no cayese mucho por lo que tenía una buena visión que se iba notando en su bulto dentro del mameluco que empezaba a notarse. Yo alababa su trabajo y buena onda y, cuando parecía que iba a acabar, puse en marcha la segunda parte del plan. Fui hasta el maletero,saqué las cervezas que llevaba en una neverita de playa y le ofrecí una. Él dijo que con clientes así daba gusto trabajar, frase que aproveché para decirle que había que cuidar a los que nos hacían favores porque yo, con mi horario, si no fuera por gente tan amable como el, no podría hacer muchas cosas y por eso se lo quería agradecer.
El me miró con una sonrisa pícara mientras yo me acariciaba con la lata helada los pezones para que se marcaran bien a través de la blusa, algo que pronto llamó su atención. Y decidí dar un paso más. Me senté en el lateral del carro, con una pierna doblada de modo que, si se acercaba a esa zona, vería mi colaléss blanco ya ligeramente húmedo porque yo me estaba poniendo muy caliente. Pero el siguió a lo suyo, aunque mirando de vez en cuando, por lo que me levanté y di una vuelta por el taller para ver si había alguien más. No encontré rastro de nadie, así que regresé junto al carro. Él estaba cambiando una pieza mientras me contaba que era una alocada por conducir el coche tal como estaba. Yo me acerqué en ese instante y le dije que sí, que era muy alocada y que no sabía cómo podía agradecerle el favor tan grande que me estaba haciendo porque mañana salía de viaje. Me puse pegadita y el bajando el capó, se mira a su paquete ya manifiesto y me dice: “pues apagando el fuego que llevas provocando media hora”. No saben lo que me alegró esa frase que daba vía libre a mi libido desenfrenada!!!!. Enseguida dejé mi cerveza y, sin dejar de mirarlo a los ojos, le puse mi mano sobre el bulto y con una voz sugerente, pasando mi lengua por los labios, le dije: ” déjame hacer”.
Estaba duro como una piedra y parecía muy grande. Él se mantenía pasivo, quizás no creyéndose que estuviese viviendo algo que parecía salido de una pelicula porno; Yo seguía acariciándolo y cogiendo una mano suya se la puse en mis pechos. Mi blusa quedó negra enseguida y él no dudó en estrujarlas mientras yo iba abriendo su bragueta y liberando ese trozo de carne que tantas ganas de metérmelo en la boca tenía. Me arrodillé y besé su verga que apuntaba al cielo, estaba tiesa como un palo y aquello me decía que iba a soltar mucha leche. Pasé primero la punta de mi lengua por su glande, haciendo círculos y luego recorriéndola de arriba abajo, mordisqueando sus huevos. Luego, cuando ya empezaron a fluir sus primeras gotitas que tan ricas saben, la fui tragando poco a poco, apretando con mis labios y lamiendo con la lengua hasta que me la metí hasta donde pude y el empezó a moverse, me estaba cojiendo por la boca mientras me iba engrasando el pelo al marcarme el ritmo. Gemía sin control y empezaba a ser un poco bruto, pero paró y empezó de nuevo despacio y fue acelerando de nuevo. La verdad es
que enseguida tomo el control de la situación y poco me quedo para seguir planificando .
Volvió a parar y me levantó. Me quitó la blusa mientras yo le bajaba el mono hasta la cintura descubriendo un torso muy bonito y se lanzó sobre mis tetas que lamió, mordisqueó y sobó a conciencia mientras sus manos me seguían manchando y excitando más y más. Se colaron por debajo de la falda para estrujarme las nalgas y yo lo pajeaba. se iba agachando, besando mi barriga, deteniéndose en el ombligo mientras sus manos ennegrecían mis tetas y yo al verlas me ponía más caliente. Me arrancó el cierre de la falda y la tiró, me miró desde mi entrepierna y me dijo: “ya verás lo que hago con tu cosita bebe. Me quitó el colaléss y hundió su boca en mi conchita húmeda y se la tragó enterita, la lamía con maestría , pellizcaba mi clítoris con sus labios, su lengua entraba y salía de mi vagina y yo me estremecía. Verlo a mis pies, dándome ese placer, con mi cuerpo lleno de manchas negras provocó que notase como mis muslos temblaban cada vez más, como se contraía mi cuerpo en lo que se anunciaba un orgasmo fantástico que pronto llegó mientras el no paraba de chupar, de succionar y de lamer.
Lo aparté un poco y el me tumbó sobre el coche, me abrió las piernas todo lo que pudo y dirigió su verga directamente a mi vagina, la apoyó en la entrada y muy lentamente la fue metiendo hasta el final. Estaba en la gloria y el empezó a a cojerme como solo los machos saben hacerlo: con una energía brutal, metiendo y sacándola con fuerza, oyendo el chof-chof que provocaban mis jugos y el golpear de sus pelotas contra mi cuerpo. Me agarraba las piernas para que estuvieran bien separadas y no quitaba la vista del bamboleo de mis tetas. Yo miraba su cara de esfuerzo y loqueaba viendo aquellas manos negras sujetando mis muslos. De repente, paró de golpe, dejándolo entera dentro de mí, me mira y me dice que quiere correrse sobre mi cara, que una calentona y morbosa como yo es lo que se merece.
Yo me bajo y se la chupó como una loca mientras él me pide que lo mire, la lamo, succionar sus huevos mientras él se masturba, me golpea con ella en los labios y yo veo que se hincha y la meto de nuevo en mi boca ….
En ese momento me levanta entre sus brazos como un koala caliente mientras iba apoyando todo su miembro en mi vagina sin penetrarme, solo besándome me lleva hasta el baño ,abre la ducha y nos introduce a ambos dentro del agua que golpeaba en nuestros cuerpos ,nunca imagine poder sentir tanto en ese momento donde introduce su verga dentro mío y yo lo ccabago furiosamente ;gimiendo me va subiendo y bajando con fuerza ,metiendola toda ,-la siento tan dura y mojada amor! Lle susurre entre gemidos ¡ . En ese momento me contesta:
-te dije que quería llenarte de leche la cara bebe. Lo miré fijamente a los ojos ycon una sonrisa atrevida,hizo un movimiento suave ,me bajo de su cintura y me incito a arrodillarme frente a su verga .. El agua chocaba mis tetas y estaba tan firme! Tan venosa ¡ tan carnosa ¡ que directamente la tomé y la metí en mi boca como loba desesperada, él no paraba de gemir . La saca ,la toma y comienza a pajearse sobre mi cara ..mis labios ..mi nariz,la golpea sobre mis pomulos y comienza a eyacular y bañarme toda de su semen. Se la seguí chupando y limpiando por un buen rato después de eso hasta que llego el momento de separarnos y aseguró que no sólo fue con un beso de agradecimiento y placer ..sino con un ..”la mecánica del auto ,nunca es segura bombon .
me vesti ,subi al auto y me fui camino a casa mientras el me saludaba tirándome un beso complice, desde la puerta del taller.

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