Somos un matrimonio en los 40 del Estado de México, con varios años de casados, en el sexo nos acoplamos bien, aunque por la rutina ha sido menos intenso, por lo que me he refugiado en videos y relatos porno de todo tipo, pero los de cornudos, tríos, infidelidades me llamaban mucho la atención, de ahí nació mi interés de ver a mi esposa desnuda frente a otro, que vea a otro hombre desnudo con su verga parada y dejarse cojer, en este caso su exnovio.
Se conocieron en el bachillerato, fué un noviazgo fugaz, pero seguían teniendo contacto, y muy seguido, notaba cuando él era porque mi esposa se alegraba, fué cuando me entró la idea de compartirla con él, ella era virgen cuando me la cojí y después nos casamos, solo había probado una verga que era la mía, tenía morbo de verla como cogía con otro y sentir otro pito diferente al mío.
Tardé en convercerla, ella no quería, decía que estaba loco, que ella no era una puta, que era una señora casada, ya no insistí, al tener sexo con ella y ella en el momento más prendida le empecé a decir nuevamente mi idea de incluir a otro, no me decía que si, pero tampoco que no, posteriormente noté que le agradaba que le hiciera esos comentarios, se mojaba y se ponía más caliente, sentía que tarde o temprano iba a aceptar, después le decía que mi dedo era otro pene, que lo sintiera y lo chupara, cada vez le agradaba más, hasta que en una ocasión que disfrutabamos imaginando otra verga para ella le dije que si quería una de verdad y me dijo que si!!!, al oír eso sentí una descarga de excitación aumentando mis embestidas me vine abundantemente, al terminar y estar ya relajados empezamos a platicar del encuentro, me preguntó que con quien me gustaría compartirla, le comenté que como ella quisiera, ya sea con un conocido o con un extraño, me dijo que estaba emocionada pero que sentía que a la mera hora no iba a poder hacerlo, yo la tranquilicé diciéndole que sería hasta el punto que ella quisiera, ya sea solo unos besos, un faje, estar desnudos o bien entregarse a otro, quedando ya más tranquila. Le dije que a quien le gustaría, ella no quiso ponerse en evidencia, me pidió que yo lo escogiera pero que ambos tendríamos que aprobar al afortunado, entonces le dije que me gustaría a alguien que conociéramos para que ella estuviera más tranquila, pero que no fuera un familiar o un amigo muy cercano, para que fuera una relación muy discreta para no ponerla en evidencia, ella estuvo de acuerdo, me dijo que quién podría ser, me quedé pensando un buen rato, le decía quién podría ser, aunque de antemano yo ya sabía quién sería, después de un buen rato le dije a mi esposa que quizá ya tenía a la persona indicada, ella mostró cara de curiosa, imaginando quién podía ser un candidato que disfrutaría su cuerpo, le comenté que a pesar de poder incluir a un familiar o amigos cercanos, yo prefería que su exnovio de la cogiera, ella abrió los ojos y exclamó estás seguro??? su rostro me indicó su sorpresa pero también su agradado de mi candidato, le contesté que para mí él era el indicado, pero que ella era la que decidía, le pregunté que si quería mejor a otro hombre y ella de inmediato me dijo que estaba de acuerdo que el fuera el elegido, lo sabía!!!, ella quería cojer con él desde hace tiempo, ella había aceptado dejarse cojer por su novio, por fin otro pene conocería su intimidad. Ella es chaparrita, delgada, tetas pequeñas pero muy ricas y un culo redondeadito, su novio un poco más alto que ella y se había puesto más gordito, yo más alto y delgado.
Ella le comentó por mensaje de nuestras intenciones con un tercero y que habíamos pensado en él para cumplir nuestra fantasía, él lo dudaba al inicio, pero le dije que para que viera que era verdad le mandara una foto desnuda, mi esposa dudó al inicio pero la persuadí, así vió que era verdad y él estaba encantado, le fascinó verla desnuda, por fin después de muchos años se la iba a cojer y la iba a hacer suya por todos lados. Esa noche ella se arregló como nunca, vestido de tirantes sin bra, tanga del mismo color, asi como medias y zapatillas, se notaba que se la iban a cojer, nos subimos al carro y nos dirigimos al punto acordado para pasar por él, ella iba muy nerviosa pero también muy emocionada, yo ya tenía la verga parada de la excitación, también estaba yo nervioso. Llegamos al punto acordado para vernos en Atizapán, él no se quedó atrás, iba de traje muy elegante, yo en cambio iba sport, parecía el chófer de una pareja que va a la intimidad de un hotel, nos saludó y a ella le dio un beso en la mejilla diciendo lo linda que lucía, recorriendo con la vista su vestido y su cuerpo que en unos minutos esperaba fuera suyo, a mí me dió un saludo de mano, creo que ambos nos intimidamos, sabiendo que en algún tiempo fuimos rivales y en esos momentos íbamos a ser socios, le pedí a mi esposa que se fuera atrás con él pero quiso irse conmigo adelante, todos estábamos nerviosos, había silencio, me dirigí al motel, estaba en una avenida poco transitada para entrar inadvertidos, casi al llegar mi esposa se veía más nerviosa, le pregunté si estaba todo bien, no me contestó, pensé que se había arrepentido, hasta la excitación se me bajó, llegamos al motel del Río en el mismo municipio y previo a entrar de nuevo le pregunté si quería hacerlo y me respondió nerviosa pero firme, sí lo quiero hacer, sentí una descarga al oírla y saber que entrando no había vuelta atrás, su novio se la iba a cojer frente a mí, sentí celos, ella quería estar con él y ya no podía arrepentirme.
Al entrar un hombre fué hacia nosotros, le pedí una habitación, veía a mi esposa desnudándola con la mirada, veía sus piernas ya que el vestido al sentarse se le subió así como su escote mostrando una parte de sus pechos, entonces se dió cuenta de nuestro invitado, con una sonrisa maliciosa nos indicó que por otra persona era tarifa extra, nuestro invitado de inmediato pagó, el encargado no dejó de mirar a mi esposa más aún que iba a estar con dos hombres, imaginando lo puta que era al dejarse cojer por ambos, nos dijo que lo siguiéramos para señalar nos el garaje que nos asignó, metí el carro cerrando la cortina con una sonrisa de lujuria.
Bajamos del auto y subimos a la habitación, mi esposa por delante y su novio atrás, contemplando sus nalgas que iban a ser suyas, su culo se veía delicioso, platicamos un rato y tomamos una copa,mientras ponía música sacamos a bailar a mi esposa, rompiendo el hielo, bailamos varias, ya con más confianza puse una romántica, ambos bailamos con ella, pegamos nuestros cuerpos en ella, yo por delante y su novio por detrás, tenía acelerado el corazón, la besé mientras mis manos acariciaban los costados de sus nalgas, su novio le empezó a besar su cuello, sus manos se posaron en sus pechos mientras su bulto lo pegaba así culo, empezó a gemir, así como a cerrar sus ojos, la tensión había pasado y ahora la pasión salía, me aparte y la giré, ahora él le tocaba sus nalgas, sus sexos juntos, sus bocas se acercaron, nuevamente de besaron después de muchos años, yo desde atrás permitía que su novio tocara su hermoso trasero, me aparté para ver la escena, se comían a besos y se acariciaban todo, terminó la pieza y se apartaron, no sabían si continuar o no, entonces le dije a mi esposa que cerrara los ojos, mientras con señas le indiqué a su novio que se desnudara, mientras yo hacía lo mismo, la verga de ambos ya estaban erectas, la mía era más larga, pero la de él más gorda, yo me puse atrás de mi esposa y el su subió a la cama, abriendo un poco las piernas mostrando su virilidad a plenitud, entonces le pedí que abriera los ojos, su asombro fue mayúsculo, sus ojos se posaron en esa tranca gorda, le dije te gusta, movió la cabeza afirmativamente, te la quieres comer le dije y dijo si, mientras su novio jalaba un poco su verga, le dije a mi esposa vamos a mostrarle a tu novio lo que se va a comer amor, sonrió pícaramente, bajé entonces los tirantes de su vestido, el escote bajo un poco mostrando un poquito más de sus pechos, metí mis manos en su falda, le bajé su tanga sin mostrar aún sus partes íntimas, la extendí mostrandola y se la aventé a su novio, quién de inmediato la tomo y las olió, estaban ya mojadas con su néctar vaginal, los tres estábamos súper calientes, subí su falda mostrando más sus piernas, me detuve casi al inicio de su vagina, subí mis manos y bajé más su escote, sus aereolas apenas se veían, así como lo traía ya su vestido era ya un putivestido, tomé su mano y la giré mostrando su cuerpo, la dejé de espaldas a él, nuevamente subí su falda, sus nalgas lucieron a plenitud, la verga de su novio era un poste, bajé su vestido cubriendo apenas sus nalgas y la voltié, estaba de frente a él, bajé su escote ahora, sus pechos quedaron desnudos, con su pezón erecto, bajé mis manos y agarré sus piernas, subí lentamente su falda, sus vellos se empezaron a ver, su verija quedó expuesta, su vestido quedó como cinturón, lo bajé por su cintura y cayó al piso, ahí estaba mi esposa totalmente desnuda sólo con medias y zapatillas delante de su novio, se la estaba entregando, por fin iba a ser suya, después de muchos años la iba a cojer, la tomé de la mano y la conduje a él, quien al ver que iba gateando hacia él abrió más las piernas , mostrando orgulloso un par de grandes huevos, su rostro quedó a centímetros de su sexo, lo contempló y admiró, le dije saca tu lenguita y así lo hizo, sentí una descarga de celos pero más de excitacion al tocar la punta los testículos de su novio, yo le senté en una silla para jalarmela mientras contemplanba a mi esposa empinada lengueteando el sexo de nuestro invitado el cual su rostro reflejaba su satisfacción, después de un buen rato tomo su verga entre sus manos acercó su rostro abriendo su boca, la punta desapareció en sus labios, parecía que chupaba una paleta, su novio se retorcía de placer al sentir su boca en su verga, la tomó del pelo haciéndolo unas colitas y el marcaba el ritmo, yo tenía la verga durísima con el espectáculo, mi esposa saboreaba esa verga diferente a la mía, después de varios minutos le dije a su novio que ahora él le chupara su sexo, se levantó y en la misma posición que estaba mi esposa empinada se colocó atrás, su lengua tocó sus labios vaginales, ella soltó un gemido, paró más su cadera y el hundió más su rostro, le estaba dando una gran mamada de panocha, le daba dedo mientras chupaba, ella se retorcía de placer, vaya que estaba gozando, él se apartó un poco y con ambas manos separó las nalgas de ella y de nuevo hundió su rostro ahora en su esfinter, ella se apartó pero le dije espera un momento, ella acomodo de nuevo su trasero en su cara, siguiendo así con su tarea, su cara de nuevo reflejaba el placer que estaba sintiendo, su novio sabía lo que hacía, así después de rato su dedo penetraba ya su ojete, no había duda que se la quería culiar, después intercalaba las chupadas de vagina y ano, cosa que provocaron qué mi esposa tuviera un orgasmo, dejándose caer en la cama, yo me levante y me senté a su lado de mi esposa, la giré quedando ella boca arriba, le dije separa tus piernas, había llegado el momento que deseaba, o mejor dicho los 3, de ser penetrada por otro hombre, su novio se puso de rodillas y se acomodó entre sus piernas, su verga estaba como poste y la pucha de mi esposa muy húmeda, le dije entonces que no se la metiera aún, que pasara su verga por sus labios vaginales y por el pelambre de su verija, así lo hizo, ufff que visión tenía yo, mi esposa jadeada al sentir el contacto con esa verga gorda, le decía que si soñaba con tener esa verga y ella decía que sí, que si deseaba que su novio se la cojiera y lo afirmaba, le dije a su novio métele solo la punta, él se iba a parar para ponerse el preservativo qué tenía en el buró, pero le pregunté a mi esposa que si quería sentirla al natural y dijo que sí, ufffff, se volvió a acomodar su novio con una mano detuvo su pierna de mi esposa mientras que con la otra apuntó al centro de su vagina, presionó y la cabeza desapareció, su mano sostuvo la otra pierna, les dije que así permanecieran, los tres estábamos super excitados, mi esposa estaba ya siendo penetrada por otro hombre que en su interior había deseado!!!!
La foto es el momento en que se la está metiendo su exnovio por fin, otra verga diferente a la mía.
A pesar de los celos que podía sentir fué mayor mi excitación y morbo, fué un momento grandioso, le hice la seña para que se la metiera, le dije poco a poco, así lo hizo, los labios de su vagina se abrieron ante la presión del tolete, mi esposa dió un alarido de placer, su rostro era de completa satisfacción, cuando toda su verga estaba adentro nuevamente le dije que se detuviera, quería contemplar su panocha invadida por verga de su novio, con sus testículos reposando en sus nalgas de nuevo un momento mágico, su novio entonces comenzó a darle una cogida suave, disfrutando su papaya rica, yo me inqué a la altura de su rostro, mi verga apuntaba a su boca, giro su cabeza y empezó a chuparmela, tenía a 2 hombres a su merced, 2 vergas para ella sola, me la estaba chupando como nunca lo había hecho, era una perra en celo ya, cambiamos de posición, yo bocarriba, mi esposa montándome y su novio al su lado parado, recibiendo una mamada espectacular, su pucha estaba muy mojada, entraba y salía a placer mi verga, aumenté el ritmo y ella tuvo otro orgasmo, yo mamaba sus chichis, sus pezones estaban duros,sentía que me venía, paré el acto y me incorporé al igual que estaba su novio, tomó también mi pene e intercambiaba chuparlas, trataba de meterlas ambas pero no podía, nos sentamos al borde de la cama, ella se trepó de frente a su novio tomo su verga y la dirigió a su vagina, dejándose caer en ella, los huevos de su novio rebotaban en sus nalgas, se escuchaba el plaf plaf clásico, su novio aumentó el ritmo provocando otro orgasmo, estaba mi esposa en la gloria, yo me puse atrás y su novio detuvo el ritmo, dirigí mi verga a su panocha ocupada por la verga del invitado, con esfuerzo entró ligeramente la punta, mi esposa arqueó su cuerpo al sentir mi verga entrar lentamente en su vagina, sentía el calibre de la verga de su novio, nuestros testículos hicieron contacto, mi esposa tenía dos vergas en su panocha, estaba súper caliente y nosotros también, permanecimos así un rato, contemplando a mi esposa como mariposa clavada, después nos empezamos a mover disfrutando esa panocha ocupada por ambas vergas, lo hacíamos lentamente, no queríamos que se salieran nuestras vergas, su novio también le chupaba las tetas mientras yo lo hacía con su cuello.
Me aparté para contemplar como la empalaba, él al tener más espacio en su pucha aumentó el ritmo de sus embestidas, al tiempo que sus manos se posaron en sus nalgas, abriéndolas dejando ver más como se la clavaba y mostrando su esfinter, uno de sus dedos empezó a juguetear con su anito, metía la punta del dedo, a mi esposa yo me la había cogido sólo una vez por atrás, previo al encuentro él le había dicho que se la quería culiar, ella le dijo que sí, como él quisiera, le daba dedo simulando una doble penetración, yo veía la escena sabiendo lo que iba a ocurrir, saqué del buró un lubricante que había comprado, se lo unté a mi esposa en el culo, él apartó a mi esposa de él, la volteó quedando de espaldas mi esposa a su novio, el siguió sentado a la orilla de la cama, su culo iba a ser suyo, la atrajo hacia él, a su pene, con la punta de su verga untó el lubricante en su esfínter, ella se estremeció al sentir la punta en su ano, la verga de su novio era un poste duro, presionó abriéndola un poco para que entrara la cabeza, mi esposa abría la boca tanto de excitación como de dolor, él se detuvo dejando que pasará, él la jaló hacia su pecho, así yo vería mejor como se la metía, poco a poco fue haciendo presión, entraba un poco y se detenía para que se le pasara el dolor y permitiera ir metiendo su verga, cuando toda desapareció entre sus nalgas se quedó quieto unos momentos, yo disfrutaba jalando mi verga contemplando como su novio la tenía ensartada, por fin ella era suya completamente, todos sus orificios ya los conocía hasta el fondo, era ya su puta, mi esposa se incorporó un poco y ella misma empezó a moverse lentamente, dejando que el pito de su novio entrara y saliera de su apretado culo, poco a poco el dolor se fue transformando en placer, ella aumentaba el ritmo disfrutando ese trozo de carne que penetraba su casi virginal culo, él se incorporó más hasta estar sentado, la tomó de su cintura y aumentó el ritmo de sus embestidas, su verga ya entraba sin esfuerzo y ella vaya que lo estaba disfrutando, después de un buen rato con ambas manos separó sus piernas mientras él hacía lo mismo, tomó con sus manos sus tetas, jalándola hacia atrás con él, quedando su espalda en la cama y la espalda de ella en su pecho sin dejar de penetrarla, tenía expuesta su rica vagina, entendí el mensaje, me acerqué y me coloqué entre las piernas de ambos parado, él detuvo sus embestidas, mi esposa me vió tanto con deseo como de incertidumbre, se imaginó que la queríamos ensartar los 2 al mismo tiempo, me dijo no voy a poder, ignoré su comentario, si ya nuestras vergas habían estado al mismo tiempo en su panochita y ya su novio la estaba culiando, no tendría problema en tener una verga en su panocha y otra en su culo, tomé mi verga y la puse a la altura de sus labios vaginales, la verga de su novio no se veía, estaba toda clavada en su culo, sólo se veían sus testículos como un par de duraznos, le froté mi verga en su pucha, le puse la punta en la entrada, la punta fue entrando, mi mano también rozaba los testículos de su novio, su panocha estaba húmeda, se nota que estaba muy excitada con la verga de su novio, la tomé de su cadera y presioné más, mi verga estaba entrando lentamente en su vagina, sentía el trozo de carne que invadía su culo, apenas separado por una delgada capa de músculo, mi esposa tenía un rictus de placer en su rostro, 2 vergas nuevamente estaban al mismo tiempo en ella, mi verga entró totalmente en su panocha, nuestros testículos estaban pegados cogiendo al mismo tiempo a mi esposa, estaba ensartada como una mariposa exhibida, nos quedamos quietos disfrutando el momento, los tres estábamos muy excitados, mi esposa de tener dos hombres, dos vergas para ella, su novio el poder no sólo verla desnuda sino poder cogérsela y yo el ver qué tan puta y caliente era con otra verga, tanto su novio como yo nos empezamos a mover, nuestras vergas entraban y salían muy lento, a ella le estaba encantando, poco a poco aumentamos el ritmo, la excitación también aumentó en ella, se vino como nunca lo había hecho, gemía disfrutandonos a los dos, aumentamos el ritmo taladrando sus oyos, ella no podía más, su orgasmo fue muy intenso, nos mojó como nunca, antes de venirnos salimos de su cuerpo, la puse de rodillas, nos pusimos a su lado de pie ambos, nuestras vergas paradas se acercaron así a su rostro, nos la jalábamos mientras ella nos acariciaba los huevos y nosotros nos la chaqueteábamos, mi esposa abría la boca, sabía lo que queríamos, venirnos en su cara, en su boca, en sus labios, le pasamos nuestras vergas por su rostro, estaban mojadas por sus jugos, así las besó, nos apartamos un poco, jalábamos con más intensidad, abrió lo más que pudo su boca, no aguantamos más, los chorros de leche salieron, su rostro y boca se salpicaron de nuestros mecos, nos la chupó dejándolas limpias, con nuestras mismas vergas jalabamos la leche que salpicó su rostro y se la dimos en sus labios , fué una experiencia maravillosa, nos acostamos y ella enmedio, nos seguimos acariciando, los tres estábamos rendidos pero felices tanto mi esposa como su novio me dieron las gracias, ella por experimentar tener dos vergas para ella y su novio por dejar que se la empinara después de muchos años de estar deseando hacerlo, a partir de ese momento mi esposa ya era la puta de su novio, tenía mi permiso de cojer con él y conmigo o a solas, así fué nuestro primer trío, la primera vez que dejé que otro penetrara a mi esposa.
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