Relatos Eroticos Con Fotos

Mi primera vez no fue como esperaba…fue mejor!!

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Mis padres eran católicos y conservadores , desde que tengo uso de razón me dieron una educación muy estricta. Cuando tenía una edad muy temprana me enviaron a un internado en el que pasé la mayor parte de mi vida. Allí tenía un novio, aunque era muy difícil por las estrictas normas del lugar siempre conseguíamos vernos a escondidas después que apagaban las luces a la hora de dormir. Cuando cumplí los 18 años quise regalarle mi virginidad pues estaba convencida de que algún día cuando saliéramos de allí nos casaríamos de todos modos y haríamos una vida juntos. Esa noche a la hora del baño me rasuré todo el cuerpo, cuando apagaron las luces esperé como una hora, me puse una saya muy corta sin nada debajo y una camiseta que no alcanzaba a tapar mi ombligo para ir bien provocativa. Cuando estaba a punto de entrar al cuarto de los chicos el profesor de guardia me pilló, en silencio me tomó fuerte del brazo y me hizo una señal poniendo su dedo índice en el labio de que no hiciera ruido, yo me quedé paralizada, me llevo tomada del brazo hasta la oficina del director del colegio, no se que hacía despierto a esa hora, ni por qué siempre tenía dos guardias en la puerta, los guardias eran dos tipos rubios, altos y muy fuertes, parecían dos alemanes de la Alemania Nazi. El profesor solicitó entrar , los guardias no paraban de mirarme , yo sentía vergüenza de estar prácticamente desnuda y a la vez me daba cierto morbo la forma en la que aquellos hombres escrutaban mi cuerpo, uno de los dos abrió la puerta y nos dejó pasar, luego entraron también y cerraron con seguro quedándonos todos dentro. El director era un señor alto y blanco como un vampiro con el pelo muy negro muy negro, lo había visto pocas veces pero siempre con esa seriedad y esos aires de ultratumba, puso sus ojos fijamente en mí y le hizo un gesto al profesor para que se apartara, me mandó a acercarme a su escritorio y me miraba fijamente como desnudando, las pocas partes de mi cuerpo que aun estaban tapadas, con la mirada. -¿Qué haces a estas horas y así vestida intentando entrar al cuarto de los chicos?- preguntó, yo no respondí nada, la respuesta era más que obvia, -sabes cual es el castigo por esto que has hecho verdad- yo me mordía el labio sin decir una palabra, no sabría describir aquel momento, la forma en que ellos me miraban, la frialdad en la voz del director, el hecho de que lejos de sentirme incómoda quisiera estar allí justo en ese momento y no en ningún otro sitio. -Qué crees que deberíamos hacer contigo?- yo hice un gesto con los hombros queriendo decir -no se- y él suspiró -Bueno al parecer tendremos que llamar a tus padres y contarle lo que estabas a punto de hacer, expulsarte del colegio y hacerle una amonestación pública a ellos y a ti frente a todo el personal del colegio, los estudiantes y sus padres- -no por favor- dije yo en voz baja -haré lo que sea para evitarle la deshonra a mi familia- él se acercó lentamente a mí y me dijo al oído -¿lo que sea?- yo asentí con la cabeza mientras se me erizaba todo el cuerpo al sentir su aliento en mi oreja, -bien, lo primero es que tienes que hacer mucho silencio para que nadie sepa nada de lo que pase aquí esta noche- yo asentí nuevamente con la cabeza, él se paró detrás de mí, sentía su respiración en mi cuello, pasó sus manos por mis brazos desde los hombros hasta las manos, comenzó a caminar detrás de mí, sentía su pene erecto justo donde acababa mi espalda, caminé pegada a él hasta chocar con su escritorio, me inclinó hacia delante y quede de la cintura para arriba acostada completamente encima de un montón de papeles. Levantó mi falda sin el más mínimo respeto, yo estaba mojada, -pero si estás disfrutando con esto y todo- me dijo con una sonrisa llena de morbo. Comenzó lentamente a lamer mi vagina y se fue extendiendo hasta mi ano. En otras ocasiones tuve momentos calientes con mi novio y me hacía sexo oral pero nada comparado a lo que me hacía aquel hombre en ese despacho, se sentía tan bien, su lengua recorriendo toda mi intimidad sin dejar nada al descuido, comencé a gemir muy bajito para que nadie lo notara pero se dio cuenta, de pronto tenía al profesor delante de mí con su pene erecto en mi cara, comencé a hacerle sexo oral como si toda mi vida me hubiera dedicado a eso, no sabia por qué pero aquella situación me hacía sentir bien, como si estuviera hecha para eso a pesar de que nunca me habría imaginado hacerlo. El director dejó de lamer mi sexo y comenzó a pasarme su pene que se resbalaba fácilmente con la humedad que tenía allí debajo. Comenzó a meterlo suavemente en mi vagina y solté un gemido un poco más fuerte, el profesor me metió su pene hasta atrás en la boca para callarme mientras el director metía y sacaba poco a poco pero en cada embestida cada vez un poco mas profundo hasta lograr meterlo completo en mi vagina, sentí un ardor profundo en ese instante y gemí mientras tenía la otra verga en la boca hasta la garganta y me la comía con mas gusto que nunca. Así estuvimos un rato, me decían cosas como -perra, te encanta estar con dos vergas a la vez, te encanta sentir todo esto por primera vez dentro de ti, chúpamela bien hasta hacerme venir en tu boca, te la voy a echar toda dentro para que te sientas como una puta sucia- todo aquello lejos de molestarme me exbar/">citaba cada vez más, nunca había tenido un orgasmo, ni siquiera en los encuentros con mi novio pero justo en aquel momento parecía que vendría el primero, me encantaba como se sentía comerme una verga mientras me penetraban fuerte mi vagina, gemía, mis pezones estaban tan erizados que rozaban con la madera de la mesa y me excitaba aun mas, cuando sentí aquel líquido en la boca y al profesor diciendo -trágatela toda, que no se escurra ni una gota- fue cuando tuve mi primer orgasmo, comencé a retorcerme de placer, el director tenía mis caderas aguantadas fuertes para que no me le escapara y yo me movía viniéndome como una zorra hasta que se vino y me echo todo su semen en la espalda y encima de las nalgas, quede exhausta y tan complacida con aquello. Cuando me disponía a arreglarme pensando que todo había acabado, me giré y vi la cara con la que me miraban los guardias con una sonrisa malévola. El director le dijo al profesor que se marchara, que ya él se encargaría de mí el resto de la noche. El profesor se marchó y el director se arreglo y se sentó cómodamente detrás del buró a observar lo que quedaba del espectáculo. Los guardias caminaron hacia mí, de una me subieron encima de la mesa y me hicieron ponerme a cuatro patas yo estaba toda mojada, el director abrió una gaveta y sacó un dildo anal, en ese momento sentí pánico, nunca pensé perder mi virginidad anal en toda mi vida, uno de los guardias cogió el dildo y comenzó a mojarlo con los líquidos de mi vagina y me lo introdujo en el ano completamente, gemí, aquello se sintió extrañamente bien, luego me bajaron al suelo y me pusieron de rodillas y comenzaron a ponerme sus pollas en la cara, me daban en la cara con ellas, me las metían en la boca y me las sacaban simultáneamente a su antojo, me toqueteaban los pechos, pellizcaban mis pezones, me hacían masturbarlos y hacerles sexo oral a la vez hasta que al parecer se aburrieron de eso entonces uno de ellos se acosto en el suelo y me puso encima de él, yo misma cogí su pene y lo introduje en mi vagina y comencé a moverme como una actriz porno encima de él, estaba súper caliente, él me tocaba los pechos, se inclinaba y los chupaba, aquello me ponía más caliente aún y el otro vino x detrás, sacó el dildo sin compasión y comenzó q meterme su verga por detrás, en ese momento paré de moverme porque me dolía un poco pero era un dolor ligado al placer, sentía esas dos vergas dentro de mí y me sentía mas puta que nunca y comencé a hablar gimiendo, -soy una puta, soy una perra, esto está tan mal, pero me encanta, me quiero venir otra vez, quiero sentir que me la echan dentro, quiero que me llenen de semen por dentro y por fuera, quiero que me traten como la perra que soy- ellos me decían -pues muévete perra, muévete como una puta y haznos venir- yo me movía otra vez pero ellos se movían mas, se movían fuerte y me embestían a su antojo, me vine otra vez, temblaba todo el cuerpo , ellos se vinieron dentro de mí casi que juntos los tres y nos quedamos ahí en el suelo por 2 minutos sin poder levantarnos. Al otro día decidí terminar con mi novio y que cuando saliera de allí definitivamente sería actriz porno.

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