En mi relato anterior, titulado “INTERCAMBIO DE ESPOSAS” les compartí como mi mujer y yo conocimos a otra pareja con la cual nos iniciamos en el intercambio de parejas.
Solo para recapitular, hace un par de años mi esposa y yo emigramos de México a Montreal y en el edificio de departamentos donde vivimos, conocimos a una pareja de colombianos, recién emigrados también.
Poco a poco las cosas se fueron dando entre nosotros cuatro y con el paso del tiempo descubrimos los placeres del intercambio de parejas.
Al principio, lo haciamos los cuatro al mismo tiempo, pero luego fuimos evolucionando. Intercambiábamos pareja solo por un día, luego un fin de semana completo y la pasábamos genial.
En ocasiones, los cuatro fantaseábamos teniendo un trío entre nosotros.
Jaime y yo, deseábamos hacer un trío con dos mujeres, osea con nuestras esposas, pero Elizabeth y Marcela deseaban hacerlo con dos hombres, osea con nosotros dos.
Nunca nos pusimos bien deacuerdo. Además nos parecía muy injusto hacer un trío y dejar a alguen afuera.
Así que, entre que no nos poníamos deacuerdo y no se daba la oportunidad, nunca habíamos hecho un trío.
Sin embargo, Marcela, mi esposa, consiguió un empleo y como parte de su entrenamiento, tuvo que viajar a Ottawa un fin de semana completo y me quedé solo.
Yo no sabía, pero mi esposa le había pedido a Marcela que me atendiera sexualmente en su ausencia.
Así que, Elizabeth me llamó y me dijo que en ausencia de mi esposa ella podía atenderme.
“No entiendo. ¿Atenderme como?”. Le pregunté.
“Sí, tu sabes, atenderte sexualmente”.
“Pero eso sería engañar a mi esposa”.
“No te preocupes por eso, de hecho fué idea de tu esposa aprovechar su ausencia para hacer un trío. Además sería complacer mi fantasía de estar con dos hombres al mismo tiempo”.
“¿Y que piensa Jaime de todo esto?”.
“A él también esta deacuerdo con hacer un trío.”
Entonces acepté y esa misma tarde fui a su departamento.
Luego de algunos tragos, Elizabeth tomó la iniciativa. Nos sentó a Jaime y a mi en el sillón de la sala, se arrodilló frente a nosotros y comenzó a chuparle el pene a su esposo. Yo solo veía mientras me masturbaba lentamente.
Al ver esto, Jaime le pide a su esposa que me atienda también. Entonces ella se puso a mamar verga alternando entre nosotros, chupando a uno y pajeando al otro.
Luego Elizabeth nos pidió que nos pusiéramos de pié, uno frente al otro, ella se sentó en el sofá para poder mamar las dos vergas al mismo tiempo.
Jaime y yo ya habíamos estado uno al lado del otro compartiendo esposas y por supuesto que ya habíamos visto nuestros penes muchas otras veces, pero esta era la primera vez que nos frotábamos.
Elizabeth es tan buena en sexo oral que, a pesar de que era un poco extraño para nosotros frotar nuestros penes, decidimos disfrutar de sus buenas mamadas.
Al poco rato, nos fuimos a la alcoba. Jaime se tendió en la cama y Elizabeth comenzó a darle una tremenda mamada. Yo arrodillado a un lado, con la verga bien dura esperando mi turno.
Pero Elizabeth, en lugar de alternar la mamada entre verga y verga, me tomó de la mano y me pidió que me sentara sobre las piernas de Jaime de manera que nuestros penes se volvieron a frotar dándole así la oportunidad a ella de volver a chupar dos vergas al mismo tiempo.
AQUI FUÉ EN DONDE EN REALIDAD EMPEZAMOS EL TRIO BISEXUAL.
Elizabeth nos tenía tan calientes con la doble mamada, que a Jaime y a mi, ya no nos importó estar frotando nuestros penes, es más, lo estábamos disfrutando mucho.
Luego Elizabeth retiró su boca y solo estaba sosteniendo nuestros penes entre sus manos.
Jaime y yo, estábamos tan cachondos que comenzamos a mover las caderas al mismo tiempo para frotar nuestros penes entre las manos de Elizabeth.
Al ver nuestra excitación, ella retiró por completo sus manos e instintivamente yo agarré el pene de Jaime y él agarró el mío y empezamos a masturbarnos mutuamente.
Jaime y yo hicimos contacto visual; nos miramos a los ojos directamente y así tomamos plena conciencia de lo que estábamos haciendo.
Se suponía que deberíamos estar haciendo un trío heterosexual pero se había convertido en un trío heterocurioso.
Mientras tanto, Elizabeth, completamente excitada se dedeaba el coño mientras nos veía.
Luego de un rato de sexo heterocurioso, Jaime se incorporó rápidamente quitándome de encima. Quizo poner a su esposa de perrito pero ella aprovechó el momento para montar mi verga como toda una Amazona.
Su coño ya estaba completamente húmedo, así que mi verga se deslizó hasta el fondo con mucha facilidad.
Para que Jaime no quedara desatendido, ella lo comenzó a chupar y Jaime la agarró de la nuca para que hiciera una garganta profunda.
Luego de un rato, Elizabeth se inclina hacia mi y me da un beso bien apasionado y me pregunta…
“¿Te gusta mi beso con sabor a verga?”
No era la primera vez que yo besaba a Elizabeth con sabor a la verga de Jaime, eso lo hacemos todo el tiempo cuando estamos los cuatro juntos, pero esta vez era diferente. Parecía que Elizabeth quería verme chupando verga.
Así que volvió a besarme y al mismo tiempo acercó a Jaime de manera que ahora se lo chupaba justo frente a mi cara.
En verdad no me molestaba ver a Elizabeth mamando pene tan cerca de mi, pero ahora era diferente. Por alguna razón me veía tentado a mamar verga junto con ella pero no me atrevía. Además no estaba seguro de que Jaime aceptaría una mamada de mi.
Así que Elizabeth me preguntó..
“¿Se te antoja chupar verga?”
“No sé.” Contesté un poco tímido.
“No estoy seguro de querer hacerlo.”
“Anda, anímate a probar. Yo te ayudo, lo haremos juntos para que no te sientas mal, al fin y al cabo ya la has probado desde mis besos.”
“¿Por ti no hay problema Jaime?.”
“Pues ya la tienes casi en la boca. Anda, dale! que a lo mejor hasta te gusta.”
!…Entonces me animé..! Primero le pasé mi lengua lentamente desde el talle hasta la cabeza y al mismo tiempo Elizabeth pasaba sus labios. Nos alternábamos entre lengüetazos y besos.
Luego ella, con un hábil movimiento, se lo metió por completo. Su nariz llegaba hasta su vientre. Subía y bajaba por todo lo largo de la verga. Jaime lanzó un gemido de placer.
“Aaah…, Ufff, sííí, que rico mi amor..!”
“¿Ya viste como lo hice? – Ahora te toca ti. Métetelo en la boca.”
Ella me agarró por la nuca con una mano y con la otra apuntó la verga hacia mis labios.
“Abre bien la boca e intenta meterlo todo.”
Al principio, solo pude chuparle hasta la mitad, pero ella seguía animándome. Poco a poco fué entrando más en mi garganta y aunque no pude hacer lo mismo que ella, debí estar haciendo algo bien por que Jaime no paraba de gemir con cada chupada.
“!…Ufff, que bien lo chupas…!
Yo estaba tan concentrado mamando verga por primera vez, que no me había percatado que ahora Jaime me tenía agarrado de la nuca y Elizabeth solo me miraba.
Mi pene se puso medio flácido y Elizabeth al ver esto, fue bajando despacito por mi pecho y mi vientre hasta llegar a mi polla y se volvió a prender de ella dándome unas buenas mamadas hasta ponerme bien duro de nuevo.
No pasó mucho tiempo de esto, cuando Elizabeth se incorporó. Yo quise ver hacia donde iba, pero no pude voltear porque Jaime inmediatamente me agarró la cabeza con sus dos manos, y me dijo..
“No te distraigas….sigue chupando…ahhh… que rico….no pares, lo estas haciendo muy bien.”
Elizabeth había ido al baño, así que por unos minutos, Jaime y yo nos quedamos solos.
Entonces él cambió de posición. Se sentó apoyando su espalda en el respaldo de la cama e instintivamente yo me recosté sobre mi vientre con las nalgas hacia arriba y con mi cabeza entre sus piernas para seguir mamando verga.
Ahora me tenía agarrado del cabello y empujaba su verga hacia adentro de mi garganta. Yo me esforzaba por tragarlo todo y complacerlo.
“…!Ahhh… síí, que rico me lo chupas… sigue así, lo haces muy bien…ahhh…qué rico…!”.
Cuando Elizabeth regresó a la alcoba, y vió la posición en la que estábamos ahora y que además su esposo estaba disfrutando de mis mamadas, me dejó continuar. Luego sacó un lubricante, me puso un poco entre mis nalgas y dejó que escurriera hasta mi ano. También se puso un poco de lubricante en la mano y despacito me fué metiendo un dedo por el culo.
No pude evitar gemir de placer.. “Uuhff.!”
Luego fueron dos dedos.
“Uuhff, Aay..!”
Se suponía qué sería un trío heterosexual en donde nosotros le damos verga a Elizabeth, pero ahora no solo estaba mamando verga, sino que además me estaban dedeando el culo.
Estaba a punto de detenerme para reflexionar en todo lo que estaba pasando, pero justo en ese instante, Jaime se incorporó, me dió la vuelta y se puso a chuparme la verga junto con su esposa.
“Ohhh,, Aah, síííí, rico…!”
Entre los dos me estaban dando una buena mamada, pero ahora era Jaime quién me estaba dedeando el culo.
Tener sus dedos profundamente clavados en mi ano, hacían que mis gemidos fueran bien afeminados.
“!!!…Oh, Oh, Ay…!!!”
A pesar de que me la estaba pasando muy bien, en un momento dado, todo me pareció muy abrumador.
Así que tomé del brazo a Elizabeth la jalé hacía mi y de nuevo la puse a montar mi verga. Jaime aprovechó esa posición para darle por el culo a su esposa.
!…Este es el trío que yo tenía en mente, nosotros dándole verga a Elizabeth…!
!!!…La estábamos dando una tremenda doble penetracion..!!!!.
Con cada arremetida que le dábamos, mis gemidos fueron cambiando de afeminados a varoniles de nuevo.
Luego de un rato y solo cuando pensé que lo heterocurioso habia pasado, me sentí seguro de mi mismo. Entonces cambiamos de posición y ahora tenía a Elizabeth bien empinada en la cama con el culo al aire y mi verga bien ensartada hasta el fondo de su delicioso culo.
Jaime se colocó a mi lado como esperando su turno para coger, pero me agarró las nalgas.
No dije nada y seguí dándole verga a ella. Luego, poco a poco fue llevando su mano hasta tocar mi ano y me preguntó…
“¿Te gusta que te toque el ano..?”
De nuevo, no dije nada y seguí cogiendo a su esposa.
Entonces Jaime volvió a lubricar mi ano y me metió un par de dedos.
“¿Te gusta que te meta mis dedos por el culo mientras te coges a mi esposa?”
Y otra vez, no dije nada, pero mis gemidos me delataron.
“!..Ohoo, Aaah..!
Era la primera vez que me hacían eso y me estaba gustando. Jaime, al ver que yo no me oponía, se puso detrás mío y me pidió que me inclinara hacia adelante. Apuntó su verga hacia mí e intentó meterlo pero no pudo.
” !Afloja el culo para cogerte rico..! Me dijo dándome un par de nalgadas…
Y lo volvió a intentar dos o tres veces más hasta que por fin entró, pero solo la puntita.
“!…Aaayy, para, para, me duele; Aaayy…!”
“¿Quieres que te la saque..?”
“!…Nooo, noo me la saques..!!, solo déjala ahí un momento para darle tiempo a mi ano a que se relaje…”
En un momento dado, mi esfínter se relajó y en lugar de pedirle a Jaime que me clavara la verga, yo solito me la ensarté hasta el fondo.
“!…Ahhh, qué buen culo tienes.! !…Bien apretadito…! Justo como me gustan…!”
Luego sacó la verga casi por completo y la volvió a meter despacio pero con firmeza y hasta el fondo. Así lo hizo tres o cuatro veces. Volvió a poner mas lubricante y entonces comenzó realmente a cogerme bien duro.
A pesar de que yo me estaba cogiendo a su esposa, sentir la verga de Jaime entrando y saliendo de mi culo hacía que mis gemidos volvieran a ser bien afeminados.
!…Oh, Oh, síííí, Agh…!
Luego giré mi cabeza hacia atrás para buscar su boca y el buscó la mía y nos besamos apasionadamente.
Para cuando llegamos a este momento, mi pene estaba completamente flácido y Elizabeth estaba a un lado de nosotros dándose dedo.
De pronto Jaime me agarró más fuerte de las caderas y su respiración y gemidos eran más agitados e intensos.
“!Aahh, síííí, Ufff, que culo tan rico tienes, Aahh!
Entendí qué ya estaba próximo al orgasmo.
Entonces me preparé para recibir la corrida de Jaime. Apoyé mi rostro en la cama, extendí mis brasos hacia adelante y agarré las sábanas tratando de sostenerme.
Al ver esto, Jaime me empieza a nalguear y me dice con voz bien lujuriosa…
“!!!…Aaah, síííí, eso, así ponte;…bien empinadito, igual como se empina tu esposa cuando me la estoy cogiendo. !!!…Ufff, Aahh, que rico culito tienes…!!!; se nota que te está gustando la verga tanto como le gusta a tu esposa…!!”
Siguió arrementiendo mi culo bien duro. Sus testículos rebotaban contra los míos
“Aaagh, Ahhh, síííí, me voy a venir…!!!
De pronto se detuvo y me la dejó bien ensartada hasta el fondo y comenzé a sentir sus chorros de semen en lo más profundo de mis entrañas.
“!…Ahhh, síííí, tómala, Ufff…!
!!!…Jaime me había llenado el culo de semen dejándome bien preñado y me había encantado…!!!
Luego se recostó a un lado de su esposa. Yo aún no había acabado y quería de alguna forma hacer algo con Jaime en reciprocidad por haberme follado, pero Elizabeth estaba tan caliente y además se le notaba que quería verga, que decidí acercarme a ella y la puse a mamar justo delante de él.
“!!!…Chupame…, quiero que me la pongas bien dura de nuevo, que ahora te toca a ti…!!!.
Sin decir nada, me la empezó a mamar delicioso..
“!!!…Ufff, que rico…, eso, así…cometela toda…!!!”
La agarré de la nuca y le metí toda la verga hasta el fondo de su garganta. Luego miré a Jaime y le dije…
“!!!…Que bien chupa tu esposa…!!!.
“!!!…Aghhh, que rico…!!!; Sigue así…cometela toda…; ahaaahh que rico…!!!.”
Luego de un buen rato, le dije…
“!!!…Date vuelta, ponte de perrito y empínate, quiero que tu esposo vea la cara de lujuria que pones cuando te follo por el culo…!!!”
Elizabeth obedeció de inmediato y se la dejé ir hasta el fondo de un solo golpe.
“!!!…Ohhh…!; Entró toda…!; Ufff…!; Que rico…! Dame verga..!!!; Gritaba Elizabeth…
“!!!…Aghh, tómala toda; hasta el fondo…!!!
Elizabeth se puso a gemir de lo más delicioso, ademas pedía verga como desesperada.
“!!!…Ufff; que rico…; dame verga…!!!; métemela toda…!!!”
Luego le empecé a dar nalgadas bien fuertes haciéndola gemir aún mas….
“!…Aaay, Ayy, Augh..!
Mientras le ensartaba la verga por el culo, ella se masturbaba metiendose un par de dedos a fondo por el coño y al mismo tiempo frotaba su clítoris.
Al cabo de un rato, Elizabeth empezó a tener un enorme orgazmo y gemía como loca.
“!…Mmm….ahhh ….síííí…me voy a venir, cógeme duro.., ahhh, siii, me estoy viniendo bien rico…!. Gritaba Elizabeth.
El hecho de provocarle un orgasmo, me excitó demasiado y yo ya no podía aguantar más. Tenía que venirme.
Entonces le dije a Elizabeth que se volteara y se recostara a un lado de su esposo.
Inmediatamente empezé a masturbarme y Elizabeth por instinto, abrió la boca esperando mi corrida. Jaime solo la veía.
“!!!…Ohoh; síííí, abre la boca…!!!; ya me voy a venir…!!!; Ahhh; Mmm…!!!
Justo cuando empezé a correrme, en lugar de dirigir mis chorros de leche hacia ella, los dirigí hacia Jaime y le eché todos mis mecos en su cara.
Luego le restregué mi verga por su rostro y le dije….
“!!!…Abre la boca, y trágate mi semen…!!!
Jaime se llevó a la boca todos los mecos que le escurrían por la cara, además me pasó la lengua dejándome bien limpia la polla.
“¿Te gustó tragar semen?.”
“!!!…Me encantó que te vinieras en mi. Ahora entiendo porque a mi esposa le gusta tanto comerte la polla y tragarse tus mecos…!!!.
Finalmente, quedamos los tres tumbados en la cama.
Elizabeth terminó con un orgasmo de infarto, yo terminé con el culo roto y lleno de semen y Jaime terminó tragando una enorme corrida.
Jamás nos imaginamos que nuestro primer trío sería bisexual, pero la pasamos genial.
Cuando regresó mi esposa, nos volvimos a juntar los cuatro para contarle con lujo de detalles nuestro primer trío y quedó fascinada con lo que habíamos hecho.
Esa misma noche subimos a nuestro departamento pero ahora le tocó a Jaime ser el pasivo.
Primero lo puse a mamar polla. Luego me senté en la orilla de la cama con mis pies apoyados en el piso. Lo agarré de las caderas, le di la vuelta y él solito se la clavó hasta el fondo. Mientras tanto, nuestras esposas le daban una doble mamada.
Después, lo puse de perrito y me lo empecé a coger bien duro.
Sus gemidos no se hicieron esperar….
“Aaay, Ufff, me duele rico, Aaayy, síííí…métemela duro…Ufff, dame verga…”
Entre tanto, nuestras esposas se comían el coño mutuamente a un lado de nosotros.
Jaime tenía la verga semi dura y de pronto comenzó a masturbarse. Cuando me di cuenta que ya la tenía dura, se lo agarré y empezé a masturbarlo sin dejar de ensartarlo
Luego le pedí que me avisara cuando estubiera a punto de venirse.
Al cabo de un rato, sus gemidos fueron mas rápidos…
“Uff, Aaay, yaaaa, me voy a venir..Aaay”
Entonces dejé de masturbarlo y le apreté la base del pene para arruinarle el orgasmo y aumenté la fuerza de mis embestidas.
Todo su cuerpo comenzó a temblar y gemía como loco. Luego le solté por completo el pene y con un fuerte gemido, empezó a venirse sin tocarse y con mi verga bien ensartada hasta el fondo de su culo palpitante.
Los espasmos de su ano apretando mi pene me hicieron acabar casí al mismo tiempo que él y solté mis chorros de leche hasta el fondo.
! Aaahh, Ufff, tómala, síííí, que rico..!.”
Había sido fantástico…!!!
Después de esa noche, hicimos tres tríos más para cumplir las fantasías de todos.
Trio con Marcela, Jaime y yo, osea la fantasía de mi esposa de estar con dos hombres.
Luego Jaime cumplió su fantasia de estar él solo con nuestras esposas y al final mi fantasía, yo solo con Elizabeth y mi esposa.
Cuando estamos los cuatro juntos pero en intercambio de parejas, para nuestras esposas siempre ha sido muy normal tener un poco de sexo lésbico, ademas saben que eso nos excita mucho, pero para nosotros fué un poco más difícil aceptar abiertamente que también podemos ser bisexuales, sin embargo sabíamos perfectamente que habíamos cruzado la última frontera y ya no había vuelta atrás.
Aún hacemos intercambio de parejas “normal” solo que de vez en cuando, lo hacemos hombre con hombre y mujer con mujer.
Cuando el intercambio es abiertamente homosexual, Jaime y yo hemos descubierto que entre nosotros, es mejor tomar turnos.
Es decir, a veces yo tomo el rol de pasivo y me dejo follar por Jaime. Me encanta chuparle la verga y excitarlo para que luego me preñe o se corra en mi boca.
Y luego le toca a él hacer el rol de pasivo.
Jaime ha aprendido muy bien como complacerme sexualmente y es muy bueno montando verga. Inclusive es bien femenino cuando esta conmigo.
Jaime y yo también tenemos un pacto… Después de una sesión homosexual, al que le tocó ser el pasivo, se folla en reciprocidad a la esposa del otro. Nuestras esposas están deacuerdo con esto y saben que es la manera que Jaime y yo tenemos para revindicarnos.
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