Relatos Eroticos con fotos

Una cena y una comida

Sábado noche y tengo un cita, hay ganas de todo pero más de una buena fiesta. La llevé a cenar a un restaurante cualquiera y podría decir que ahí empezó todo… Que peligroso es el vino y como me alegro de haberlo pedido. Cenamos tranquilamente y nos pedimos una copita para ir calentando la noche y joder que si se va calentando!
Sus piernas empiezan a ponerse traviesas bajo la mesa y me empieza a rozar toda la pierna llegando a lo que no es la pierna, y yo me empiezo a poner nervioso ya que tengo alrededor a treinta personas cenando tranquilamente y ellos no saben qué yo estoy ahí, empalmandome y con los pies de una mujer haciendo que tenga ganas de subirla encima de esa misma mesa y hacerle de todo.
Salimos del restaurante, yo disimulando bulto claro, y la puse contra la primera pared que encontré y le agarre los dos brazos, me acerqué a su boca y le dije la próxima vez que hagas eso no vas a estar preparada para las consecuencias y seguidamente le di un mordisco en esos labios perfectos.
Ella se rió y me dijo si quieres ver si estoy preparada vamos a casa y entonces la volví a poner contra la pared y le dije de eso nada preciosa, me has tocado la polla sin mi permiso y aquí decido yo quien y cuando toca mi polla y nos vamos a ir de fiesta y voy a hacer que me supliques que te la dé.
Nos fuimos a un bar de copas y había muchísimo ambiente así que pedimos dos copas y nos pegamos unos bailes mientras le seguía mordiendo esa boca y entonces me la llevé a un rinconcito oscuro y apartado donde casi no se nos veía y nuestras lenguas empezaron a rozarse mientras yo bajaba mi mano y le metía un dedito, que mojada estaba y como jadeaba en mi propia boca.
Saque mi manita de ahí me aparté de ella y le dije dame un motivo para seguir y sin mediar palabra me agarró la mano y me metió al baño de la discoteca. Me bajó el pantalón y empezó a chuparmela como no lo habían hecho en mi vida!
Me miraba a los ojos mientras pasaba toda su lengua y disfrutaba hasta que no pude más y le levante el vestido la sente encima de mi y se la metí enterita.
Uff que sensación cuando la puntita tiene el primer contacto con su rajita empapada y calentita y esos gemidos que me da en el oído. Tocan a la puerta porque llevamos quince minutos encerrados pero me da igual todo solo quiero follar con ella y hacer que se le pongan los ojos en blanco y ahí estamos ya casi tengo la piel erizada y le digo voy a correrme dime como quieres que sea y sin pensar se quito de encima se arrodilló y me dijo quiero que me lo eches en la boquita porque no quiero desperdiciar ni una gotita.
Dios mío… creo que esa frase y la cara de perra con la que me lo dijo me hizo explotar al instante y le llené la lengua enterita, me volvió mirar a los ojos se lo tragó y se chupo los dedos y la levanté para comerle la boca una vez más y me dijo ¿Que haces? que te acabas de correr en mi boca y mi respuesta fue tranquila… que ahora nos vamos a ir a casa y te voy a comer el coño hasta que te corras en mi boca y me devuelves el beso.

En resumen, cuando vayan a cenar pidan un par de copias de vino.

Entrada Relacionada

Deja tu comentario en la casilla de comentarios o síguenos en FacebookInstagram y Twitter  

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies.

Más información