Relatos Eroticos Con Fotos

En mi propia casa

Hola soy Mariana y tengo 30 años, llevo 5 años casada sin hijos aún, bajita mas o menos de un metro con 60, para ser sincera les comento que soy muy delgada con teticas pequeñas pero aun así me piropean en la calle asi que no me quejo

Publicado por

Hola soy Mariana y tengo 30 años, llevo 5 años casada sin hijos aún, bajita mas o menos de un metro con 60, para ser sincera les comento que soy muy delgada con teticas pequeñas pero aun así me piropean en la calle asi que no me quejo, tengo caderas anchas y con buenas nalguitas redondas, mi entre pierna está más separado de lo normal, lo que llaman “thigh gap” lo que hace que se me marque una buena vulva. Mi esposo es Williams, que por cariño le llamo Will al igual que muchas personas. Es profesor de Química en un colegio reconocido. Vivimos en la Gran Caracas, Venezuela, por lo que de antemano les pido disculpas por algunas palabras que se me salgan y las plasme en el relato que son comunes en nuestra cultura y que tal vez no entiendan.

Les advierto que soy de esas mujeres que me gusta que otros hombres me miren, que me rocen, acaricien y en última instancia que me besen y si la cosa se ponía muy caliente, una mamada o un polvo (solo si hay condon). Pero hasta ahí, de verdad se los digo, es solo una vez: no repito con chicos que apenas conozco. Tal vez haya personas que me juzguen por hacer estas cosas estando casada, pero les comento que he ido a fiestas con Will y aunque el no lo sabe, lo he visto dándose besos y metiéndole mano a una que otra chica que le sonría. En una oportunidad el se me perdió de vista en una reunión de fin de año, (estaba un poco desesperada porque tanto él como sus amigos prestan cosas entre si que necesiten de emergencia: dinero, ropa y por supuesto condones) como no aparecía en ninguna parte del local, salí al estacionamiento con mucha cautela, cuando a lo lejos alcanzo a ver a una pareja dándose unos besos de manera muy desesperada, asi que me acerque por un costado cuando pude distinguir que era mi esposo follándose a una tipa, como dicen por ahí, estaban haciendo un rapidito. Me quedé hasta que terminaron y se fueron, yo esta inmóvil y no supe que hacer (si enfrentarlos en ese momento o después o no se) hasta pude ver el condon en el suelo. Con el tiempo decidí hacer lo que ya les comenté, al principio lo hacia con odio porque sentía que me estaba vengando, pero después empecé a disfrutarlo y francamente ya no importaba que Will echara uno que otro polvo con otra. De hecho, aquí entre nos, cuando me pongo muy caliente con alguien pero no llegamos a follar, llego a casa y me entrego mi esposo para que el termine el trabajo que ya me habían iniciado, de verdad que me encanta.

-*-

Todo comenzó un viernes cuando estaba en casa de lo mas cómoda viendo TV a eso de las 7pm, estaba usando una franelilla sin nada debajo y un short corto de esos que tienen un escote pronunciado de cada lado, cuando me agacho puedo apostar que se me pueden ver la mitad de las nalgas, y era así porque no tenía pantaleta debajo, total, estaba en mi casa. Lo cierto es que Will invitó a tres colegas suyos a nuestro apartamento y no me puso de sobre aviso, iban a ser divertirse desde el viernes hasta amanecer del sábado, ellos son de su misma edad, tal vez con diferencia mínima, todos aproximadamente del mismo tamaño y de contextura mas o menos delgada, todos ellos –según Will– estudiaron juntos y querían hacer un reencuentro. Por lo poco que observé en esa tarde-noche, pudiera describir a sus tres colegas como: Ismet, un pedazo de borracho asqueroso, muy desalineado y vulgar por esa boca. Oswaldo, divertido, extrovertido y mujeriego y finalmente Alex, es un tipo al que pudiera decir que es callado, solo habla cuando se lo piden. Pudiera agregar que Oswaldo y Alex no están nada nada mal.

Me agarraron desprevenida cuando llegaron de golpe y no tuve otra opción que quedarme en la cocina, Will comenzó a presentarme a sus amigos y me sorprendió que no me dijera que me cambiara de inmediato el atuendo, ya que el es muy celoso, después me di cuenta que venían tomando licor, aunque no se percibía el aliento del alcohol, sabía que no estaba sobrio al 100%

Como Oswaldo y Alex estaban guapísimos, decidí dejarme la ropa que tenía puesta y lo aproveché porque Will no estaba bien del todo.

Como no encajaba del todo en el grupo, decidí quedarme en la cocina disque ocupada haciendo NADA, solo le dije a Will si necesitaban algún picadillo para comer o mas licor, yo se los llevaría, a lo cual el asintió.

Ellos estaban reunidos en la sala cerca del balcón, bien retirado de la cocina y del pasillo principal que da al sanitario y las habitaciones. La cocina forma parte de la sala, solamente tiene un muro de metro y medio de altura que los separa, por lo cual se puede ver desde la cocina hacia el balcón sin problemas y viceversa, solo que desde la mitad de la cocina hasta el fondo hay: una planta artificial de follaje abundante seguido de la nevera y los estantes, todo esto obstaculizan la visibilidad entre esa parte de la cocina y el balcón. Mi primera maniobra fue con Oswaldito cuando fue a la cocina y me pidió el sanitario, pero cuando el venía hacia la cocina, rápidamente me metí el short por entre mis nalgas, asi estarían mas o menos descubiertas al 70%, para cuando llegó, tenía en mi mano unos cubiertos que supuestamente estaba secando, cuando el me pide el sanitario le dije que lo llevaría pero en ese momento hago como si fuera a guardar los cubiertos quedando yo de espaldas y finjo que se me caen, en ese momento no me agaché para cojerlos sino me doble, cosa que mis nalgas salieran aun mas.

Como los cojí rápido me giré y pude ver a Oswaldo con la bocota bien abierta y los ojos como par de huevos sancochados, miró hacia donde estaba Will y sin pensarlo me volteó rápidamente y restregó su cara en mis nalgas y después me las lamía super desesperado, fue algo muy rápido, yo estaba petrificada porque no me esperaba una respuesta tan rápida y directa. Mi corazón comenzó a latir fuerte y me convertí en un verdadero manojo de nervios, cuando llegamos a la puerta del baño, mas o menos a un metro de la entrada del pasillo principal, ya no podíamos ver a los chicos pero si podíamos ver las sombras que proyectaban las luces del balcón en caso de que alguien se acercara. En la puerta del baño comenzamos a besarnos con mucha pasión, como era una escena peligrosa lo bese con los ojos abiertos y vi a Oswaldo que también los tenía abiertos mirando atentamente si alguien se aproximaba mientras me metía su lengua. Le bajé la cremallera y empezar a sobar su verga, sobre todo su glande. Como no disponíamos de mucho tiempo, pensé en darle una mamada pero el se me adelantó y rápidamente me bajo el short hasta las rodillas y me chupo mi vulva y mi clítoris, el problema es que no podíamos quedarnos mucho tiempo, de manera que lo empuje al sanitario y cerré la puerta y me fuí a la cocina. Ese fue nuestro primer round, no duró, si acaso unos 20 segundos pero muy intensos. Cuando Oswaldo sale del sanitario se dirige con los chicos pero dice que quiere picar algo y vuelve a la cocina, viéndolo de camino a la cocina, yo me quite el short y estaba cerca del follaje para vigilar si alguien se aproximaba, cuando Oswaldo me ve, se agachó y comenzó a chupármela otra vez, pasaron apenas 5 segundos cuando Will le dice a Oswaldo desde el balcón que traiga algo de picar a ellos también y algunas cervezas, en eso el se desliza agachado y se separa de mi y sale como si hubiera estado al fondo de la cocina y preguntándome que cosas hay para llevar –lo dice con voz alta para simular conversación– como ninguno de ellos vino a la cocina, yo seguía sin el short. Le dije a Will que iba a ver que había en la nevera –y a propósito le estaba dando largas al asunto– en eso me agaché y me puse en el entrepiernas de Oswaldo y le saqué su verga bien erecta y le di su merecida chupada, que rico!!!!!! Oswaldo es de esos hombres que lubrican mucho y yo estaba super excitada por como me mojaba la boca. Acto seguido, abrí la nevera y a propósito levante bien mi culito con las piernas abiertas esperando otra mamada en esa posición cuando de pronto Oswaldo comienza a darme masaje con su glande en mi clítoris, enseguida lo detuve y le pregunté por el condon y me dijo que tenia solamente dos en su cartera. Cuando se lo estaba poniendo volvi a voltearme levantando bien mi culito cuando me metió su verga completa en el primer intento, como el quedó justo enfrente del follaje, podía ver que hacían los otros en el balcón. Mientras me daba con movimientos normales, Oswaldo me decía en voz alta que dijera que había disponible en la nevera, lo hacía con voz algo elevada para que los demás escucharan, yo le decía lo que había mientras que el se lo repetía a Will con la voz mas alta aun. Yo le sugerí a Will desde mi posición hacer algunas albóndigas fritas, a lo que consintió audiblemente. Le dije a Oswaldo que se quedara, mientras yo las hacía el las vigilara en la sartén –también con voz alta para que escucharan- con eso estaríamos en la cocina. Los pocos ruidos que hicimos en la cocina mientras follábamos no se escuchaban por la música que tenían en el balcón

Con las experiencias que ya había tenido, nunca pensé que fuera a hacerlo en mi propia casa y menos con mi esposo dentro de ella.

Con un susurro Oswaldo me dijo que estaba apunto de correrse asi que le dije que se corriera en mi boca, y asi fue, se quitó el condon y mientras por un lado el vigilaba por medio del follaje y por el otro me estaba llenando la boca de leche, cuando terminó de bombardearme me puse a jugar con su lechita, estaba haciendo movimientos del liquido como si estuviera haciéndolo con un enjuague bucal, después me lo tragé. Lo único malo fue que no pudimos expresar el placer con gemidos y cosas asi. Oswaldo se guardo el condon en el bolsillo de su pantalón.

Seguidamente me puse el short y comenzamos a cocinar, por mas inverosímil que parezca, Will no fue a la cocina en ningún momento, ya que se podían escuchar sus carcajadas a cada rato con sus amigos recordando anécdotas, solo Oswaldo entraba y salía de la cocina para llevarle las cosas que necesitaban. De hecho lo estaban llamando mesonero. Mientras esperábamos que estuvieran listas cada ración de albóndigas, le hacia mamada tras mamada para acelerar la recuperación, eso lo intercambiábamos con las chupadas que me daba a mi

Cuando estaba montando la ultima ración de albóndigas a fuego lento, Oswaldo me pide el sanitario otra vez
–nuevamente con voz audible para que los demás escuchen– Oswaldo sale primero de la cocina mientras yo veo a los chicos a través del follaje si están pendientes de nosotros, pude darme cuenta que estaban muy entretenidos, por lo cual salí de la cocina rápido y no lo notaron. Llegamos al sanitario y Oswaldo me mete adentro con el y cerrando la puerta me volteo y quito el short se puso el otro condon y comenzó a darme, pero esta vez duro, podía escuchar el golpeteo de mis nalgas con su cuerpo, estuvimos así por espacio de 5 segundos, luego abrió la puerta del sanitario para asomarse ligeramente y ver a los chicos y al parecer ni habían notado que no estábamos en la cocina, esa escena se repitió 4 veces, no seguimos porque íbamos a tener un accidente con las albóndigas, asi que salimos, primero yo, y el se asomó primero y como nadie se había dado cuenta de nuestra ausencia, salió el, lo cómico es que el salio con su verga erecta al aire libre. Como no nos corrimos en el sanitario por la brevedad, estábamos ardiendo, en la cocina. Cuando por fin estuvieron las albóndigas, Oswaldo fue a llevárselas, pero antes tuvo que acomodarse su verga porque su erección era muy pronunciada, como no podía ocultarla, le sugerí que se sacara la camisa y se la dejara por fuera y que no apretara tanto el pantalón al cerrarlo, asi el glande de Oswaldo estaría por fuera pero la camisa tapaba muy bien aquello. El problema que había que resolver era: ¿como nos corremos? Asi que volvimos a hacerlo en la cocina con el gran inconveniente de hacerlo en silencio, estuvimos haciéndolo por 20 segundos pero yo no quería hacerlo así, ya había sentido los pollazos violentos y super ricos que me había dado en el sanitario, asi que Oswaldo fue a donde ellos para averiguar como iban las cosas y a decir que algo le había caído mal en el estómago y que nuevamente iría al sanitario, mientras yo desde la cocina me despedí de ellos aparentando que iba a la cama. Una vez dentro del sanitario, repetimos la misma jugada que la anterior, cada 5 segundos abríamos la puerta y chequeábamos hasta que se corrió dentro de boca otra vez, puso su condon en el bolsillo donde ya estaba el otro, en este segundo round, yo me quede con mas ganas porque me faltaba poco para correrme pero preferí quedarme callada. Salimos del sanitario el con los chicos y yo para el dormitorio jugando con el semen.

Como aun estaba caliente, me asomé para ver como estaban los muchachos, me dirijo al dormitorio y dejo la puerta entre abierta- cerrada para poder ver quien entra al sanitario sin que me vean. Primero entró Will, después entró Alex. Me dirijo a la puerta del baño siempre pendiente que nadie se acercara, cuando Alex abre la puerta, lo empujo hacia adentro y cierro la puerta. El se quedó pasmado, me eché agua en las manos y le tome su verga para al menos quitar el sabor del orine, acto seguido fue una buena mamada. Lo que me gustó de este hombre es que su polla era de tamaño normal, pero su glande no le correspondía porque lo tenia muy gordo, parecía mas bien un hongo. Igual le hice una mamada muy pronunciada con movimientos redondeados para que se corriera rápido, después de unos 20 segundos, yo desesperada porque me iba a correr, me volteé, me bajé el short y levante mi culito y le dije: “espero que tengas un condon en tu cartera” –mayor arrechera- me dijo que no. Asi que me puse el short y seguí con la mamada ahora mucho mas pronunciada, recordé de pronto que debíamos abrir la puerta para chequear, asi lo hizo Alex. Al ver que los chicos estaban bien distraídos, nos quedamos en el pasillo cerca de la puerta mientras se lo mamaba yo me estimulaba duro. Por fin sentí el orgasmo que tanto tiempo tenia agazapado, ahhhhhhhhhhhhh… Alex se corrió casi al mismo tiempo, aquí otra diferencia de la experiencia con Oswaldo, Alex me hizo un depósito bien cuantioso, me atrevo a decir que un poco mas del doble porque cuando empecé a jugar con el semen, sentía mi boca repleta, después salimos del sanitario y ya, sin mas el fue con los chicos y yo a mi habitación bien satisfecha.

Cuando estaba en el dormitorio, fui directo al sanitario privado que tenemos ahí para lavarme, pasaron aproximadamente 5 minutos y yo aun estaba jugando con el semen, finalmente me lo tragué y me enjuagué la boca. Después me fui a la cama hasta el día siguiente.

Me levanté a eso de las 8am y para mi sorpresa vi que Will no podía con su alma, Ismet estaba dormido en el sofá, Oswaldo estaba super mareado pero no al extremo como Will y finalmente Alex estaba sentado en el otro sofá casi que se dormía.

Agarré a Will y me lo llevé como pude a la cama, le quité el pantalón para que estuviera cómodo para dormir, de retorno, fui a la cocina para hacerme mi cafecito, dando tiempo a que Will cayera como una piedra a dormir y roncar –cosa que siempre pasa cuando está ebrio, por cierto, su ronquido es tan pronunciado que en otras oportunidades yo he tenido que salir a la sala a dormir y aun asi puedo escucharlo- cuando mi café estaba listo, le echo un ojo a Oswaldo quien estaba en el balcón mirando el paisaje que tenemos en frente. Tomándome el café, empiezo a escuchar los ronquidos de Will, tal como supuse, los escuchaba aunque la puerta la había cerrado. Me acerco a Oswaldo y le pregunto con voz baja si quiere café o si prefiere que se la mame, el se sonríe y me dice que quiere café, vamos a la cocina y trató de besarme, pero francamente se me quitaron las ganas de besarlo por el aliento a borracho que tenía, asi que con los ronquidos de Will teníamos luz verde para hacer cualquier otra cosa.

Lo primero es lo primero, me agaché para mamársela, pero en esta oportunidad yo podía expresarme.

-Mariana. HHHMMMMMMMHHHHH me encanta mamar pollas –mientras la respiración de Oswaldo era muy pronunciada y no tenía reparos en manifestarla como si estuviéramos solos– solo se limitaba a decirme: SI SI SI ME ENCANTA SI SI

Tuve una idea genial, tomé de la mano a Oswaldo nos fuimos para la sala y nos detuvimos justo en frente de Alex que ya se había dormido, lo sacudí para que se despertara y se levantara. Asi que en medio de esos dos y me agaché de manera que esas vergas las tenía en mi cara, una a mi izquierda y el otra a la derecha. Lo que vino a continuación fue mamadas alternadas. A todas estas, siempre teníamos la melodía de fondo… los ronquidos de Will

Oswaldo fue el que acabó primero obviamente en mi boca mientras que Alex se pajeaba fuertemente para acabar rápido, cuando lo estaba haciendo yo solo abrí la boca cerquita de su glande para juntar ambas lechitas y después mezclarlas con mi jugueteo que por cierto me quede con ese cargamento en mi boca por bastante tiempo, fui al dormitorio a ver a Will –aunque por los ronquidos no hacía falta- y no recuerdo que otras cosas hice mientras jugaba y jugaba con el semen hasta que me lo tragué, cuando retorno a la sala estaban los chicos bien sonrientes y listos para irse porque los pobres no aguantaban mas, pero me prometieron que esto no se quedaría asi, que me iban a tener atormentada por varios meses, todos soltamos una carcajada, a lo que agregué: “mas les vale, mi totona, aunque está siendo alimentada por Will, siempre tiene mucha hambre y mi boquita mucha sed”, volvimos a soltar otra carcajada. Finalmente empezaron a tratar de despertar a Ismet quien no respondía de lo borracho que se encontraba, hasta que por fin con la ayuda de ellos pudo incorporarse y se fueron abrazados, Ismet no podía caminar solo. Cuando se fueron, calenté de nuevo el café y me lo terminé, Finalmente empecé a arreglar todo el desastre que ellos habían dejado. Y no dejaba de pensar como sería nuestros futuros encuentros.

Deja tu comentario en la casilla de comentarios o síguenos en FacebookInstagram y Twitter  

Ver comentarios

Compartir
Publicado por
Etiquetas: Relatos Cortos XXX