Relatos Eroticos Con Fotos

Como inicie en el mundo liberal y como perverti a mi joven esposa.

La siguiente historia es verídica, los hechos narrados en orden cronológico fueron sucediendo, coincidiendo y uniéndose hasta llegar a la actualidad en donde vivimos un estilo de vida muy excitante.

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Mi incursión a la vida liberal y como pervertí a mi joven esposa para ser mi cómplice.

La siguiente historia es verídica, los hechos narrados en orden cronológico fueron sucediendo, coincidiendo y uniéndose hasta llegar a la actualidad en donde vivimos un estilo de vida muy excitante. La narración desde mi perspectiva y en primera persona fue hecha desde la visión de mi experiencia vivida más la rica aportación de la visión de nuestros cómplices.
Para la comprensión e interpretación total de la historia pido paciencia en el inicio ya que en ello radica la riqueza y conjugación de todos los personajes. Síguenos en nuestras redes.
VERSION CORTA
Primera parte

Soy un hombre de mediana edad, recién cumplí 40 en marzo, nací y he vivido la mayor parte de mi vida en la bella ciudad de Querétaro en el centro de México en donde ejerzo mi profesión de arquitecto, compartiendo exitosamente un despacho de arquitectura y diseño con un grupo de buenos amigos que conozco desde la universidad.

A lo largo de los años las parejas de mis compañeros o amigos me preguntaban por qué no asentar cabeza, formar un hogar y dejar de llevar novias ocasionales a las reuniones o a las fiestas infantiles. Yo me sentía bien, aunque a últimos años si llegue a sentir la soledad más a raíz de la muerte de mis padres que fallecieron con diferencia de tan solo un año y al tener solo una hermana y ella cambiarse a vivir a la ciudad de Monterrey con su esposo e hijos me dejo esa sensación de vacío llegando a contemplar la posibilidad de encontrar una estabilidad emocional y de pareja. Sin embargo, una cosa era pensarlo y otra encontrar a esa persona que me acompañase por la vida, mis relaciones eran ocasionales y por lo regular con mujeres cercanas a mi edad.

La vida transcurría en ese devenir de inquietudes disfrutando mi estilo de vida en soltería y al mismo tiempo alerta de encontrar a esa compañera con quien establecer un hogar.

Un día entre semana después de nuestra habitual junta de socios se me acerco Juan Carlos el socio más joven del despacho para invitarme a una comida en su casa el próximo fin de semana para celebrar la graduación de su hijo mayor de secundaria.

– David, no quiero que faltes vendrá mi familia y me gustaría que te conozcan.

– Cuenta conmigo Juanca.

Juan Carlos y su esposa Beatriz (Bety) son una solida pareja, se casaron muy jóvenes (ambos no pasan de los 35), son ese tipo de parejas que siempre están de buenas y pareciera que todo les sale bien. Mis socios y yo consideramos a Juan Carlos como el serio y más trabajador del despacho, Bety su esposa es una hermosa y vivaz chaparrita que nunca perdía la ocasión de preguntarme cuando asentaría cabeza y formaría un hogar, una de esas veces me pregunto algo que me dejo pensando y era por qué salía con mujeres de mi edad ya que sería más complicado que alguien de mi edad o más años quisiera tener o formar un hogar y además tener hijos ya que podría ser riesgoso aventurarse a un embarazo y no se imaginaba que yo lo formase con alguien que ya tuviera hijos por el tipo de carácter que me conocía , ella insistía que buscara alguien más joven incluso menor de 35 o 30 años. Su sugerencia me sonó en la cabeza, pero se me hacía algo complicado, cuando eso sucedió yo rondaba los 37, una edad en donde ya casi dejas de ser treintañero y pasas a la antesala de los adultos grandes. ¿Quién o donde encontrar a una mujercita joven dispuesta a formar un hogar con un casi cuarentón? la respuesta me llego precisamente en la reunión de Juan Carlos y Bety.

Llego el sábado día de la reunión:
– David te presento a Miriam mi cuñada – Me presento Bety – Es hermana de Juan Carlos viene de visita unos días.
– Mucho gusto Miriam bienvenida a Querétaro – Salude con cortesía a una joven algo tímida y de primera impresión bonita.
– Mucho gusto señor gracias! – me saludo y se alejó jugando con sus sobrinos, era una chica muy joven quizá no llegaba a 20 años según mis cálculos de entonces.
El festejo transcurrió con normalidad, carne asada en la alberca, brindis por el éxito de nuestro despacho, los nuevos proyectos y soportar los chistes malos de mis colegas a cambio de soportar los míos.
– David, la hermana de Juanca no te quita el ojo de encima – me comento Javier mi socio y mejor amigo en algún momento que nos alejamos del grupo a servirnos otra cerveza.
– Jajaja baja la voz Javier!… no te vaya a escuchar alguien – Le conteste seriamente preocupado.
– Ya llora por lo que no tiene adentro, ¡esta buenísima! – Insistía Javier que ya estaba un poco tomado volteando a ver con lascivia a la jovencita.
– No amigo, no me gusta cambiar pañales además no se va a fijar en un “anciano” como yo – Termine la incómoda charla dirigiéndome de nuevo al grupo en donde solo estábamos los 5 socios del despacho y dos amigos comunes de Juan Carlos, así como su hermano mayor y su papa que al igual que la chica venían al festejo y ya me habían presentado. Las mujeres estaban en otro grupo. Miriam al parecer no encajaba en ninguno ya que seguía jugando con los hijos adolescentes de su hermano.
Avanzada la noche pasamos al interior de la casa y en un ambiente más íntimo con la mitad de los invitados aun presentes intercambie algunas palabras con la chica.
– Vienes seguido a Querétaro Miriam? – le pregunte.
– No tanto como quisiera adoro a mis sobrinos – Me contesto y note una hermosa cara risueña.
– En que ciudad vives?
– En Hermosillo, Sonora. Estudio en el Unisón espero pronto graduarme de abogada – En definitiva, era una chica tímida.
– ¡Qué bien! Hermosillo, Sonora, norteños – Me gustaba la sonrisa y afabilidad de la chica.
– Si, yo y todos mis hermanos nacimos ahí.
– Cuanto te falta para terminar tu carrera?
– Solo un semestre y bueno de ahí aún falta para mi titulación, quizá en un año.
– Vas a ejercer en Hermosillo o ya estás trabajando en tu carrera?
– Me gustaría una ciudad más grande, Querétaro me gusta mucho.
– Bueno, si algún día decides trabajar aquí, tengo algunos contactos estoy seguro que no tendrías ningún problema en instalarte, más con la ayuda de tu hermano y cuñada – Lo dije con toda sinceridad me inspiraba ternura, era una joven adorable.

– Gracias señor, Lo tendré muy en cuenta créamelo.
– Es en serio y bueno creo que ya es hora de irme, me dio muchísimo gusto conocerte Miriam.
– Igualmente. ¿Su esposa no vino con usted?
– Ho no! , así como me ves de viejo aun no me caso, ya se me fue el tren de las 12.
– ¿Como cree? está muy joven, seguramente ya tiene planes con su novia.
– Noo! ¿me creerías que no tengo novia?
– A veces es mejor estar solo lo entiendo, solo no ha llegado la persona adecuada.
– Disculpa el atrevimiento. ¿Tú tienes novio?
– Tenia…pero todos me huyen. ¿Cómo ve?
– Jajaja pues no lo entiendo eres muy bella!
– Gracias! que galante…pero no tengo por ahora me concentro en mis estudios.
– Muy bien hecho eres muy joven aun tienes toda una vida para pensar en algo serio.
– Usted también señor David.
– Lo tomare como un cumplido, eres muy linda en todo sentido…es hora
de irme Miriam vivo algo retirado…buenas noches.
– Buenas noches que descanse. ¡Se va por la sombrita! – esta última frase me la regalo con una hermosa sonrisa con ojos encendidos e inevitablemente me estremecí.
Pasaron varios meses y salvo algunos días recordé la charla con Miriam, seguí con mi vida de soltero y ocasionalmente me relacionaba con amigas que incluso ya había salido antes. El despacho y el trabajo cada día crecía lo cual me proporcionaba muchísimas satisfacciones.
Un sábado lluvioso por la tarde convivía con mis compañeros y sus parejas en un restaurante al que asistimos regularmente y en una mesa contigua una señora muy guapa de mediana edad (40-45) me coqueteaba abiertamente, lo hacía a través del hombro de su pareja, era una señora muy atractiva y sexy, de sus orejas colgaban unos aretes al parecer de plata largos con figuras en obsidiana que jugueteaba a la vez que me veía cada vez más descaradamente. Por momentos la olvidaba y me concentraba en lo que sucedía en mi mesa ya que me incomodaba el saber que me coqueteaba a pesar de estar acompañada. Sin embargo era inevitable voltear ya que sus aretes reflejaban la luz de un candelabro y por momentos me llegaba la luz justo en los ojos, eso a la señora le divertía ya que lo hacía arbitrariamente, por momentos volteaba a verla y me atrapaba en su fuerte mirada, sus labios rojísimos enmarcaban con el resto de su cara muy blanca y su pelo suelto y cayendo en cascada sobre sus hombros, me cautivo y empecé a corresponderle el coqueteo, además el vinito que degustaba iniciaba sus efectos desinhibidores. En algún momento su acompañante se dirigió a algún lado lo cual me permitió apreciar que la señora portaba un vestido corto y entallado, al cruzar sus piernas se notaban bien trabajadas, fuertes, musculosas, me tenía desconcertado poder adivinar su edad ya que notaba ciertas facciones de una señora arriba de los 40 pero su cuerpo parecía mucho más joven. Cada vez más atrevida jugaba con una cuchara emulando que chupaba un pene mirándome directamente. La pareja de la señora volvió, se inclinó sobre la mujer dándole un cálido beso lo que me confirmo que eran matrimonio, el señor duro unos segundos inclinado y ella le compartía algo al oído que a él le parecía gracioso, de pronto se me congelo la sangre ya que el tipo me miro de frente enviándome una sonrisa junto a su señora…que estaba pasando?, era algo que jamás había vivido al parecer a él no le incomodaba la situación. Para mi fortuna ya habíamos pedido la cuenta y era hora de marcharnos me pare para despedirme de mis amigos y dirigirme al baño, voltee instintivamente a ver la mesa de la pareja que también ya se preparaban para retirarse, era una tarde lluviosa y el señor le colocaba un abrigo y una gabardina sobre el vestido entallado. Ya dentro del baño un poco mareado por el efecto del vinito y con deseos de seguir la fiesta en otra parte (ya por mi cuenta) vaciaba mis riñones cuando a un lado mío se paró a hacer lo mismo el tipo que estaba con la señora, me puse nervioso al grado de tener problemas para orinar, era un momento incomodo el tipo me hizo un gesto amable con la cara a manera de saludo al tiempo que orinaba copiosa y despreocupadamente.
– Vaya que aguacero se soltó amigo! –
– Si esta fuerte – Conteste secamente.
– Llueve mucho en esta época del año? no somos de esta ciudad.
– Si, es temporada de lluvias.
– Usted es de aquí? – el tipo parecía interesado en entablar una conversación aun orinando.
– Si nativo de aquí – conteste tratando de concentrarme.
– Nos encanta tu ciudad, venimos de Guadalajara – Se sacudió el miembro varias veces volteando a verme con cara amigable, el tipo debía tener unos 50 o 52 años, más alto que yo, bien vestido y de buen aspecto.
– Si es muy bonita, ¿bueno que diré si es mi ciudad verdad? – conteste al tiempo que me sacudía mi miembro sin en realidad haber terminado del todo de orinar, me puse nervioso, quería salir huyendo.
– Bonito grupo de amigos en el que estaba, son compañeros de trabajo? – pregunto dirigiéndose a lavarse las manos.
– Si, somos todos amigos y compañeros de oficina.
– Usted no viene en pareja verdad? – me pregunto a boca de jarro secándose las manos y mirándome con aire paternal.
– No, siempre soy el salero, mis compañeros y socios vienen con sus esposas en ocasiones lo hago con alguna novia o amiga, pero hoy vine solo. ¿Disculpe es su esposa con quien estaba? – no sé porque diablos pregunte, pero ya me sentía con derecho de hacer preguntas.
– Si, es mi bella compañera y cómplice desde hace ya 25 maravillosos años, hemos formado una familia, nuestros 2 hijos ya están haciendo su propia vida – contesto entornando los ojos como si disfrutara al mencionarlo.
– En verdad siento envidia de la buena, se ve que tienen una bonita relación yo en cambio no tengo algo así.
– Una pareja estable? ¿estar casado?… imagino sus amigos le aconsejan casarse, es lógico el único soltero del grupo… – Me dio la mano a modo de despedida.
– Si es una joda recurrente, pero pues el matrimonio no es para mí – conteste tirando el pedazo de toalla de papel con la que me seque las manos apretando la mano del individuo a manera de saludo y despedida…
– Bueno el matrimonio no es para todos…cuál es su nombre?
-David y el suyo?
– Marco Antonio…Marco para los amigos…mucho gusto David.
– El gusto es mío Marco…bueno me retiro me esperan – Me despedí apresuradamente. O trate de despedirme…
– A qué se dedica David?
– Soy Arquitecto.
– Me puede dar su tarjeta? queremos comprar o construir una casa en Querétaro y que mejor que conocer a un arquitecto simpático como usted.
– Claro que sí, ¡aquí tiene no dude en llamarme! – apresure mis pasos.
– Lo hare David muchas gracias! parece que sus amigos lo han dejado.
– Si…hee bueno yo iré a otro lugar obvio no con ellos…son normales tienen familia jejeje.
– Jajaja entiendo David…bueno no sé si será mucho pedirle, pero si no tiene más que hacer quizá me acepte o nos acepte una invitación a tomar una copa a algún lugar que usted sugiera nos vamos el lunes y hoy tenemos ganas de portarnos un poco mal.
– Emmm si claro con gusto…como que les gustaría conocer? – me sentí acorralado y la verdad no supe que contestar, me ha costado muchas veces decir No.
– Donde tu tengas pensado ir, no quiero incomodarte nada especial, solo nos tomaremos una o dos copas y te dejamos tranquilo. ¿Sabes? hoy es nuestro 25 aniversario por ello nos hemos dado esta escapadita a tu ciudad.
Nos encaminamos al lugar en donde lo esperaba su esposa a la salida del restaurante. Su mujer estaba sentaba en la salita recibidor con las piernas cruzadas mirando a la calle que llovía a cantaros.
– Amor, te presento a David, es Arquitecto le conté nuestras intenciones de venir a vivir a Querétaro, él nos podría ayudar en la decisión de adquirir o construir nuestra casa Queretana. – Me presento Marco muy sonriente.
– Hola David mucho gusto – Me saludo sin dejar de coquetear, note un pequeño rubor en su rostro, me parecía de alguna manera conocida, su cara me era familiar solo que no lograba ubicarla, era parecida a alguien.
– Mucho gusto señora…su nombre es? – pregunte caballerosamente
– Leticia…Lety para ti.
– Mucho gusto Lety, bien que les parece si nos vamos…llueve mucho, y no se quitara en toda la tarde, ¿me siguen en su auto? – Pregunte abriendo la puerta del restaurante invitándolos a salir.
– No trajimos auto David, amor invite a David a tomar un par de copas por nuestro aniversario a algún lugar que él nos sugiera espero no te incomode…. nuestro hotel está a dos calles llegamos caminando David, si no tienes inconveniente y perdona el abuso. ¿Nos podrías llevar en tu auto?
– Claro que sí, mi auto ya está a la puerta síganme por favor.
Salimos apresuradamente el valet parking le abrió la puerta trasera a Lety cubriéndola con su paraguas al tiempo que Marco y yo nos subíamos apresuradamente, ya instalados con Marco de copiloto trate de ser buen anfitrión con la pareja:
– Lety, algún lugar en especial que quiera conocer? – la busque con los ojos en el espejo retrovisor.
– David, a donde tú nos lleves esta perfecto verdad amor? – Lo dijo mirándome con una sonrisa pícara que me cohibió, acercándose por atrás a su marido tocándolo en los hombros.
– Si David en verdad a donde tenías planeado ir esta perfecto.

– Bien, iremos a una cantina-bar típica mexicana aquí en el centro de la ciudad, los sábados se pone muy bien.
Inicie el recorrido tratando de ver a través de la lluvia y lo empañado de los cristales.
Finalmente llegamos, por fortuna el estacionamiento estaba techado y entramos sin mojarnos dejando el paraguas y la gabardina de la señora en mi auto quedándose solo con un abrigo que cubría su diminuto y ajustado vestido. Entramos y salude a algunos conocidos de esos que vas conociendo casualmente en sitios como este al que asistes con cierta regularidad. La pareja se adelantó y pude darme cuenta del hermoso cuerpo maduro de la señora que caminaba como en pasarela sabedora de su exuberancia, caminaba con elegancia en verdad me estaba excitando, en algún momento voltio a ver si los seguía y de nuevo sentí esa mirada sexual y penetrante, me miro y sonrió con picardía moviendo el culo al percatarse que precisamente se lo estaba viendo.
Nos sentamos en la barra y pedimos nuestras bebidas, el lugar estaba muy concurrido y ruidoso, en realidad era poco lo que podíamos conversar. Marco estaba a mi izquierda en medio de su mujer y yo.
– Bonito lugar David, muy animado, imagino más tarde se pondrá mejor – Marco reinicio la charla a gritos ya que antes platicaba con su mujer y se besaban.
– Si, es un lugar al que vengo por lo regular los sábados después de comer a veces a ver futbol, en ocasiones el box, a las 10 máximo u 11 pm cambio a otros sitios o me voy a mi casa.
– Vives lejos de aquí? – pregunto Marco, su mujer parecía aburrida.
– Ho no!, de hecho, a solo unas calles de aquí.
Lety pidió a su esposo la acompañara al baño, los vi alejarse entre la gente, en verdad llamaba mucho la atención, era coqueta y sonreía con las personas.

Pasaron más de 20 minutos y no regresaban pensé que quizá algo sucedió y decidieron irse, pero recordé que en mi auto estaba su gabardina y el paraguas, en esas cavilaciones estaba cuando aparecieron de lo más contentos, ella sonreía y había dejado atrás su gesto que por momentos me parecía de aburrimiento.
– Nos encantó el lugar David gracias por traernos teníamos tiempo sin bailar – Marco venia abrazando por la espalda a su mujer.
– Muy bien! ¡ya me tenían con pendiente jeje! – Por mi parte ya me estaba familiarizando con ellos, tomaba confianza fue por ello que antes de que tomaran sus posiciones anteriores le pregunte a Lety:
– Como le ha parecido el lugar Lety?
– Pues que te diré?, no está mal, imagino hay mejores – Volvía a su gesto inconforme al parecer era parte de su carácter.
– Bueno si, por ello pregunte a qué lugar les gustaría y bueno este pues…
– No le hagas caso a mi mujer David jajaja! ¡Ella es así le gusta poner a las personas contra las cuerdas ya la conocerás!
– Igual si quieren nos vamos conozco lugares para bailar si así lo prefieren, aunque aún es temprano – Insistí tratando de que la pasaran bien.
– No aquí esta perfecto además una copa más y nos iremos a dormir verdad amor? – Lety se encogió de hombros y levanto las cejas, enseguida me miro de nuevo con su cara seria y sexual coqueteándome sin tapujos, no entendía su juego.
– Que pena que ya se van tan pronto me siento bien con ustedes – Lo dije sinceramente.
– Que buena onda eres David, eres de esas personas que dan buena vibra a la primera, Lety me comento esto último hace rato, le caes muy bien, ¿verdad amor? – Ella sonrió asintiendo volteando a ver a los dos, sobre todo a su marido como si ambos guardasen un secreto.
– Si gustan nos sentamos pedimos una botella corre por mi cuenta como regalo a su aniversario – En verdad que me agradaba mucho su compañía era algo diferente y quería descifrar por qué Lety me miraba de esa forma.
– Que dices amor? ¿es lo que queríamos no? festejar nuestro aniversario que mejor que con nuestro nuevo amigo.
– Me parece muy bien, aceptamos tu invitación David.- Cuando lo dijo me miro y me erice.

Nos sentamos y no tardó en llegar una botella de Buchanan que era lo que Marco y Lety gustaban tomar.
– Brindemos amigos por su 25 aniversario y por ese gran amor y química que veo se tienen! – Levante mi vaso y choque sus copas.
– Salud! – Dijeron ambos.
Lety y Marco se sentaron uno junto al otro, las mesas del bar son pequeñas y los bancos son unos taburetes enanos, eso me permitió ver unas fuertes piernas que se asomaban por el vestido de Lety semicubierto con el abrigo corto, seguramente era asidua al gimnasio. De pronto se fueron a bailar y los perdí entre la gente, aproveche para platicar con unas amigas que fueron a saludarme a la mesa, de entre la gente aparecieron mis nuevos amigos los presente a todos, mis amigas se retiraron a pesar que las invite a compartir con nosotros, quizá notaron el gesto amargo de Lety.
– David porque no bailas con Lety la verdad ella no tiene llene y yo si no tienen inconveniente quiero descansar un momento… relévame!
– Claro si Lety me lo permite – Por respuesta Lety me dio la mano y me jalo despojándose del abrigo acomodándose el vestido que por lo corto y entallado se le subía y nos dirigimos tomados de las manos a la pista que en realidad era un espacio entre unas mesas.
Confieso que no soy un gran bailador sin embargo hago la lucha, Lety demostró que era toda una experta bailaba súper sexy, muy jovial, el vestido le quedaba perfecto al cuerpo adivinándose unas hermosas curvas, sus senos de muy buen tamaño rebotaban en su pecho mostrándose por momentos a través de la blusa amenazando con salirse se veían fuertes y redondos entre la V de su blusa, al bailar me miraba de una forma que me erizaba, alrededor de nosotros bailaban otras chicas y chicos entre ellas mis amigas que bailaban entre sí pero ninguna con el cuerpo de Lety, fuerte y compacto, maduro pero firme…
– Wow Lety que bien baila!
– No me llames de usted por favor me haces sentir vieja.- Me corto en seco mi halago.
– Esta bien, como gustes Lety, repito bailas muy bien, ¿salen mucho a bailar?
– Casi no te escucho, si gustas hablamos en la mesa prefiero bailar…
– Si claro…
Bailamos un tanto en silencio ella cerraba los ojos disfrutando la música, sin embargo, por momentos me miraba sonriente seguía con su raro juego me costaba sostenerle la mirada, no me había percatado que en la barra había varios hombres que no apartaban la vista del culo de Lety, pero ella si lo había advertido mostrándose más provocativa…
– Estas guapo…- Me lo dijo de pronto acercándose a mi cara.
– Hoo..gracias!
– En verdad…me gustas y lo sabes – Se me acerco y sentí su aroma penetrante.
– Hee…tú también estas muy guapa Lety – Me sentí bobo con mi respuesta, no era seguramente la mejor.
– No te preocupes por mi marido él sabe que me gustas.- Sentí su aliento caliente con olor a licor dulce.
– En verdad no sé qué decir…o que hacer – Y era verdad.
– Es solo un halago no tienes que hacer nada jajaja – Su juego desconcertante por momentos me excitaba, pero también me molestaba.
– Nos sentamos? – la corte de pronto no me sentía bien no estaba en terreno conocido, no me gusta perder el control de las cosas.
– Si claro…como gustes, si ya no quieres bailar o te cansaste.
– No no…es que me siento un poco incomodo con la charla…no sé qué decirle Lety…
– No me hables de usted…te parezco vieja? ¿No te gusto?
– Claro que sí!
– Vámonos a la mesa David…por favor.
¡Nunca he entendido a las mujeres y a esta menos!
– Que rápido regresaron! – Nos recibió Marco con una sonrisa de oreja a oreja.
– Parece que a tu nuevo amigo no le gusta bailar conmigo, el me pidió sentarnos.
– Se sentó volteando a otro lado como ignorándome.
– Jaja David es un juego infantil de mi mujer no le sigas el rollo. ¿Mujer quieres ir a bailar? – Le dio la mano a su esposa y ella lo rechazo bruscamente.
¿Que pasa amor?… ¿ya te quieres ir?
– ¡Como quieras me da igual! – Contesto secamente, esta mujer no estaba muy en sus cabales.
– Si prefieren estar solos amigos, ya convivimos y bueno quizá hice algo que incomodo a Lety…- en verdad ya me quería retirar esa estira y afloja ya me estaba cansando.
– ¡No, no! la noche es joven y mira la botella esta casi llena. ¿No la vamos a desperdiciar verdad amor? – Note a Marco preocupado o apenado conmigo.
– Iré al baño…con permiso – Me retire un momento y me fui en realidad a la barra con mis amigas, ya había cumplido les obsequie una buena botella de whisky, al cabo de 20 minutos llego Lety a donde yo estaba, la recibí sonriente y temeroso en realidad de algún reclamo se veía de armas tomar.

– David te ofrezco una disculpa, te esperamos en la mesa -y sin más, paso de largo y se dirigió al baño, me despedí de mis amigas y me regresé a la mesa en realidad quería a despedirme de Marco.
– Marco gracias por su compañía es hora que yo me retire si gustas les traigo sus cosas o los llevo a su hotel, me surgió un compromiso y…
– David no tienes que mentir conozco a mi mujer es muy caprichosa me conto que te confeso le gustabas y esperaba otra respuesta de ti…si escuchaste bien…mira no sé cómo lo tomes pero si quieres saber porque somos un matrimonio feliz la respuesta es que somos un matrimonio abierto…hace algunos años de hecho nos separamos y es una larga historia hoy por hoy vivimos nuestra sexualidad a plenitud y en complicidad…es decir somos swingers…- Me lo dijo como si me confesara una religión, obvio que había escuchado hablar de los swingers pero no era algo que hubiese estado ni cerquita de conocer…
– Entiendo…es decir creo comprender, solo que.
– No es lo que vives, entiendo…mira en verdad eres el tipo de hombre que a Lety le atrae, le llamaste la atención en el restaurante, no es que vayamos por la vida cazando hombres o parejas, venimos a pasar unos días como en luna de miel, es nuestro aniversario y pues surgiste como una posibilidad…eso es todo.
– Entiendo…- ¡Entendía un carajo!
– Es un juego sexual David…no es algo convencional…no es para todos solo que a nosotros nos ayuda y nos mantiene sexualmente activos…ahora no tienes que hacer nada solo que sentía te debía una explicación.
– Te lo agradezco Marco en verdad son una pareja excepcional, de alguna forma envidio como se llevan aun a 25 años de convivencia. ¡¡Lógico no es lo que yo quiero o veo para mi cuando decida casarme!!
– Te parece atractiva mi mujer?
-Por supuesto !…es super atractiva!
– Te gustaría estar con ella esta noche y ser parte de nuestro festejo?
– Y…como seria eso??…no entiendo…bueno sí sé qué hacer con una mujer tan atractiva ufff!…pero entiende que es algo fuera de lo común…como seria? no se si me explico.
– Totalmente…mira no es lo común como nos relacionamos con terceros en este caso fue flechazo hubo química sexual entre tu y Lety…ella sabe ahora mismo que estoy hablando contigo sobre esto por ello tardara un tanto en venir a la mesa.

– Y como es lo común?
– Bueno en Guadalajara tenemos ya un grupo con el que nos reunimos y cuando incluimos un hombre en trio o una chica lo hacemos por común acuerdo, una cita por así decirlo…en este caso es por ligue en verdad ella te quiere de regalo esta noche.
– Wow! muy excitante su juego…pues hagámosle jejeje…como seria pregunto de nuevo…nos iremos a un hotel, ¿tú nos esperas en el carro o como seria? oriéntame en verdad no quiero hacer sentir mal a alguno de ustedes – Definitivamente movieron algo nuevo y excitante en mi era como un manjar o una droga que me mareaba y ahogaba, no quería perdérmela.
– No, todo lo hacemos juntos y no es por desconfianza es parte de nuestro juego sexual…es decir los dos le haremos el amor a mi mujer. ¿Estarías dispuesto? ¿Té cohíbe que esté presente?
– Pues es super extraño si tengo experiencia en tríos, con dos chicas lo confieso, pero eso de que este otro hombre desnudo a un lado mío pues como que si me cohíbe y más si es su esposo. ¿En serio no hay problema contigo, no hay celos?
– ¿Celos? siempre hay celos, pero es parte de la excitación. ¿Nos vamos? el mejor lugar es nuestro cuarto de hotel… ¿Le llamo a Lety que todo está listo para ella?
– Llámala amigo y vamos a donde quieran.
Inmediatamente Marco llamo al celular de su mujer.
– Amor, te esperamos. Sí…si todo está acordado…Le encantas y se muere de deseos por estar contigo…lo se amor…tranquila todo está bien yo solo quiero verte feliz y disfrutando…

Continuara.

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Ver comentarios

  • uffff....Un relato muy pero muy estimulante ,gracias por compartir y espero pronto leer mas de ustedes
    Ojala mi pareja fuera tan liberal. De mientras quedara como fantasía
    Caty

  • Gracias Caty! me motivas a seguir subiendo la historia de nuestra vida en este excitante mundo liberal. Un Abrazo David y Miriam

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