RelatoSexy » El esposo de mi mejor amiga
La tenia grande y dura

Este pasado viernes en la noche salimos con varios amigos del grupo a festejar que uno De mis amigos se había graduado y mi padre tuvo que viajar por negocios.
Una amiga me invitó a quedarme con ella en su casa luego de terminar la fiesta, para no quedarme sola, ella es casada pero su marido no iba a tener problema ya que nos llevamos muy bien, la idea no me disgustó y así que le dije que si … Nos divertimos mucho durante toda la noche, reímos y bebimos bastante, fue magnífico… Naty, mi amiga, estuvo también divirtiéndose y bebiendo bastante, así que luego de varias horas ya de bailar y divertirnos nos dice que estaba un poco ebria y cansada, que ya era hora de irnos. Los amigos de a poco habían comenzado a irse, así que pocos quedaban ,Salimos los que quedábamos y nos fuimos. muy linda noche, ya de madrugada. Caminamos y continuamos charlando y riendo… Los amigos que quedaban del grupo se fueron despidiendo y tomando cada uno rumbo sólo quedamos Naty, su marido y yo… El sol del nuevo día nos pegaba en la cara y sin dormir casi no podíamos ni abrir los ojos.

ver el pene del chico, que era de un tamaño considerable, nuestra conversación tomo rumbo a lo sexual y terminamos hablando con mi amiga de su marido.

Un rato después de caminar vimos a una parejita haciendo el amor escondidos entre unos matorrales, completamente desnudos y, de ver el pene del chico, que era de un tamaño considerable, nuestra conversación tomo rumbo a lo sexual y terminamos hablando con mi amiga de su marido. Él se encontraba como a 30 metros delante, por lo que ni enterado de que hablábamos…
Naty me dijo que Marcelo no tenía nada que envidiarle a ese chico, ya que tenía una verga grande y gorda, me dijo que disfrutaba mucho con él, que sobre todo usaba su lengua de una manera bestial y sabía darle placer consiguiendo que tuviera varios orgasmos seguidos con solo chuparla y, que algo a lo que ella tenía miedo era a realizar sexo anal, ya que sentía que un pene tan grande y gordo le destrozaria su culo, y no accedía a sus peticiones. También me dice de como se había dado cuenta de las miradas de su marido hacía mi, observando mis tetas cuando yo no me daba cuenta… Lo tomé a broma y reímos juntas por lo que me contaba…
Sin darme cuenta pasé el resto del tiempo caliente y mojada sin atreverme a decirle que a mí me encanta el sexo anal, que disfrutaba como loca con que solo me rozaran , y que algo que me enloquece de un hombre es que me lo chupara durante mucho tiempo; me moría de ganas por sentir esa lengua dentro de mi culo, y de solo imaginar el pene de Marcelo en mi ano abriéndose paso me hacía mojarme, comenzó a rondar por mi cabeza seducir a su propio marido y sabía que no me sería nada difícil conseguirlo, solo tenía que dejarme ver… Ya en su casa y con el pretexto de que estaba cansada y quería ponerme cómoda, me fui a la habitación, me cambié y usé una camiseta muy corta que tenia mi bolso, que marcaba más mi figura, y una tanguita en la parte de abajo, dejando mis nalgas completamente a su visión…

cuando volvió al salón tenía el miembro completamente tieso, y lo que decía mi amiga Naty era totalmente cierto, el bulto era grande y gordo, más de lo que yo hubiera imaginado, la sola visión de eso me hizo mojar

Regresé con ellos hacia la sala y  de sólo verme, provocó en Marcelo la reacción que yo esperaba, su pene pronto comenzó a abultar en sus pantalones y sus intentos para que Naty no se diera cuenta cada vez eran más notorios… Natalia ya no pensaba, estaba completamente rendida, además de tener un sueño muy pesado, sobre todo ahora que se había tomado varias copas, así que propuse un brindis y fue allí el momento de las copitas, cargadas para ella, y un solo chorrito de ginebra para mí y para él.
A media hora de estar brindando y charlando, Naty ya estaba lo suficientemente mareada para que se pasara 6 ó 7 horas dormidas profundamente, y mis miradas provocativas mirando el gran bulto de Marcelo no pasaron desapercibidas para él que sonreía pícaramente. No tardó en mandarla a la cama, acompañándola a su dormitorio e ir para cambiarse de ropa y ponerse el pijama con el que solía dormir, cuando volvió al salón tenía el miembro completamente tieso, y lo que decía mi amiga Naty era totalmente cierto, el bulto era grande y gordo, más de lo que yo hubiera imaginado, la sola visión de eso me hizo mojar, se sentó en un sillón quedando de piernas abiertas, yo no podía quitar los ojos de su entrepierna y me mordía los labios… No fui capaz de decir nada, me levanté y me dirigí a la habitación de ellos; vi a Naty desnuda, boca abajo y durmiendo profundamente; cerré la puerta de su dormitorio y la puerta del pasillo al living, cuando volví me quedé parada delante de Marcelo, y sin decir nada, me saqué la camiseta dejando mis pechos a su vista. Él se bajo el pijama dejando su terrible palo completamente tieso delante de mis ojos, y comenzó a hacerse una paja. Me coloqué de rodillas delante de él, saqué su mano y comencé a meneársela yo, sin quitar mis ojos de los suyos, sabía lo que tenía que hacer, sé que los hombres se vuelven locos cuando meto sus vergas entre mis tetas y se las mastubo con ellas y Marcelo no iba a ser una excepción…
Su terrible tamaño era descomunal, asomaba por encima de mis tetas y me dejaba la oportunidad de bajar mi cabeza y chupar o morder su gran prepucio. Comencé a chupársela como una loca, quería sentir me acabara en la boca, vi como sus ojos se iban hacia arriba, quedando en blanco y su cuerpo temblaba casi gemia. Tenía que agarrar su pene con las dos manos para poder lograr que acabara por completo, y solo conseguía meter en mi boca su cabezota, le abrí las piernas y pasé mi lengua por sus grandes bolas que colgaban Uuufff no sabes como estaba.

Podía sentir entre mis dedos como su pene se prensaba para soltar cada chorro y lo que me sorprendió gratamente fue que para nada había bajado la dureza ni el tamaño…

Marcelo tardó un buen rato, mientras se lo chupaba desesperadamente, en comenzar a sentir las ganas de acabar, sentí que lo iba a hacer pronto ya que las venas de su pene comenzaron a latir muy fuerte. Me tomó de los pelos, forzando él mismo mis movimientos, me dijo que iba a eyacular, supuse que lo dijo por si no quería recibir en mi boca ese rico manjar, pero soy bien glotona para el sabor del semen en mi boca, me encanta, lo quería todo, no desaprovecharía esa oportunidad, lo que nunca supuse fue la cantidad que soltó…
Gimió, gritó, aulló…. Aaaggghhhh… boto abundante leche que me hicieron tener que tragar varias veces, aguantando la respiración… Mmmmmmm…. Podía sentir entre mis dedos como su pene se prensaba para soltar cada chorro y lo que me sorprendió gratamente fue que para nada había bajado la dureza ni el tamaño…
Mientras se lo chupaba me había estado tocando, por lo que me moría de ganas de sentirme enterrar ese mástil dentro de mi vagina… Me levanté del suelo, coloqué mis pies a cada lado de sus muslos, y apartando mi pequeña tanguita con una mano, con la otra tomé su pene para colocarlo en la entrada de mi rico hueco de placer y comenzar a sentarme encima de él. Estaba tan dura que no hacía falta guiarla, estaba tiesa como un garrote, y era tan gordo que abarcaba completamente mi cavidad sorprenderte y rico.
Marcelo se había vuelto loco con mis tetas, las chupaba como si le fuera un animal Huyuyy me encantaba , mordía mis pezones llegando incluso a hacerme un suave daño, él estaba loco con mis tetas y yo loca con su pene y sus divinos besos, estaba completamente lubricada, pero la sensación de algo tan grande dentro era sensacional… Me costó trabajo conseguir que su pene entrara por completo, pero valia la pena sentir como me penetraba en la entrada de mi culito, y sobre todo sentir sus manos apretando mi culo, abriendo mis nalgas y chupando mis tetas sin parar… Tenía en ese momento lo que toda mujer siempre ha deseado, estaba excitada por algo muy vivo, caliente, que me llenaba por completo… Y nunca hubiera imaginado que iba a ser por el marido de mi mejor amiga…

podía sentir como su pene palpitaba e iba perdiendo su dureza dentro de mi moja vagina

No sé cuánto tiempo estuve rebotando literalmente sobre él, pero el suficiente para tener mis primeros tremendos orgasmos y varias veces mientras gemía antes de sentir como Marcelo comenzaba a moverse debajo de mi. buscaba la manera de poder darme más fuerte, me abracé fuerte a su cuello, haciéndome gemir de dolor y placer, me dice que ya estaba por acabar de nuevo que si tomaba anticonceptivos, le respondi que por supuesto. Me aplastó contra su pecho y de esa manera, aunque no llegaba hasta el fondo, comenzó unos movimientos rápidos que me llevaron de nuevo a terminar al mismo tiempo que lo hacía él.. Los gritos de ambos se confundían en un solo canto de placer…
Los dos nos quedamos quietos recuperando la respiración, podía sentir como su pene palpitaba e iba perdiendo su dureza dentro de mi moja vagina Marcelo se dedicó a acariciar mi cara tenía las tetas rojas de tanto ser chupadas, y mis pezones doloridos de los mordiscos… Me levanté de encima suyo y terminé de quitarme la tanguita, de espaldas a él. Mi cabeza no dejaba de dar vueltas, y ahora deseaba su boca en mi culo, y por si en algún momento se le había pasado por la cabeza dar por terminada la sesión, iba a mostrarle una de mis mejores armas. Me tomé un largo tiempo en quitarme la tanguita, agachada frente a él y mostrándole el canal entre mis nalgas y la entrada a mi culito, preparado para recibir una vergota como la suya. Lo que me daba miedo era el largo, medía por lo menos 25 cms, y completamente recta, era un pene que no se doblara hacía algún lado, era precioso de piel suave, el pene más bonito que he visto en mi vida.
Le di una perspectiva completa de mis nalgas abiertas y la entrada de mi culo, me giré para mirarlo y había vuelto a comenzar a hacerse una paja, eso era buena señal, le dije que no se fuera a mover, que iba al baño, me abrí las nalgas y me empiné para mostrarle el agujero de mi culo, Marcelo sonrió, pero antes de que me fuera a mover, se levantó y me dijo pegando su pene medio flácido entre mis nalgas que no me fuera a lavar que le encantaba el sabor de un buen culo.
Me indicó que fuera al dormitorio que me habían dado y él se acercó a ver como estaba Naty. Al andar sentía como chorreaba su semen entre mis piernas, y pensé que no debía olvidar limpiar cualquier resto que pudiera quedar cuando todo hubiera terminado.
Lo esperé sentada en mi cama, cuando entró se colocó delante de mi y tomo del cabello para que me tragara su pene, estaba medio flácido aun, pero mucho más rica, así me cabía más cantidad dentro de mi boca, me levantó y me dijo que me pusiera a en la cama, pudo ver mi sonrisa de oreja a oreja. Me coloqué como me había pedido y dejé caer mi pecho en la cama, podía mirarlo y con mis manos abrí mis nalgas, ofreciéndole una visión completa de lo que se iba a comer., jugó con sus manos entre mis muslos, me abría los labios vaginales, sentía como aun salía semen y mis jugos mezclados; Un gran orgasmo me sacudió completa. Solo de pensar en su lengua recorrer mis partes me había hecho tener ese nuevo orgasmo y esto no pasó desapercibido para él…
Luego de esa locura tan pecadora y placentera. Nos toco despedirnos ya que naty podía despertar el se fue a su dormitorio Me quede pensando unos cuantos minutos en la cama de lo que había Pasado hasta quedarme completamente dormida. Luego de una cuentas horas mi amiga me despierta que mi celular esta sonando y que había preparado un rico caldo para reponerme. Cuando veo era mi padre que había llegado a casa. Con esa excusa le dije a Natalia que debía irme no podía verla a la cara. Me vestí rápidamente me despedí de ella y agradeciéndole su hospitalidad y en mi mente de también a ver gozado divinamente Con su marido, por suerte no me cruce con Marcelo así que tome un taxi y me fui a casa.

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